Usado.

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¿Alguna vez habéis experimentado la confusión? Una sensación de extrañeza normalmente causada por el desconocimiento ante una situación inesperada o imprevisible. El rápido suceso de acontecimientos y el no saber como responder a ellos. No ser capaz de procesar correctamente la información dada, impidiéndote así, reaccionar adecuadamente a ella. Una extraña insuficiencia al no saber que hacer o como responder. Preocupación. Sorpresa. Shock. ¿Lo habéis sentido? Seguramente si, lamento no poder excluirme.

Caminaba tranquilamente por las amplias calles de la ciudad. De vez en cuando, me detenía para mirar algún que otro escaparate u ojear alguna que otra tienda. Todo ello al son de «If you do» por Got7; uno de mis grupos favoritos. Pocos lograban resistirse a los encantos de aquellos siete jóvenes, y él, no era la excepción.

Acostumbraba a pasear por los comerciales de la ciudad en el camino a casa. Era su forma de desconectar y relajarse durante el día.

Sentir la suave brisa acariciar su rostro y despeinar levemente su flequillo, disfrutar la cálida luz del día bañar su figura y revitalizar su ánimo, mantener la vista fija en las transitadas calles y sonreír a los niños pequeños que tiernamente sujetaban las manos de sus madres...
Pequeñas acciones que constituían su día a día; que lo mejoraban.

Localizó el portal de su casa y pulsó el timbre para acceder a ella. Su madre le recibió con una cálida y enorme sonrisa. Correspondió su gesto y posó un sonoro beso sobre la mejilla de su progenitora. Caminó directo a su habitación. O eso planeaba hacer...

Ahí estaba él. Perfectamente vestido y arreglado. Sonriente. En su sofá. SU sofá.

«Dios mío. ¿Qué he echo para merecer esto?»

FLASHBACK

«Me gustaría invitarte a salir»

Aquellas palabras retumbaban constantemente en mi cabeza. Intensificándose cada vez que las recordaba.

Parpadeé repetidas veces. ¿Había escuchado bien? Definitivamente necesitaba un descanso, tanto trabajo no me estaba haciendo bien.

-¿Qué dijiste? creo que no te entendí bien. ¿Puedes repetir?

-Decía que quiero salir contigo. El lunes a las seis es buena hora. ¿No crees?-se le veía extrañamente emocionado. Lo presiento; nada bueno podría salir de ahí.

Recobré la compostura tras el momento de confusión. Suspiré.

-Hansol.

-¿Si?

-¿A qué viene esto ahora?

-Me apetece salir contigo, nada más-declaró indiferente. Imposible. Desde su última visita a mi despacho, se había estado comportando. No más peleas, no más quejas. Sin embargo, no podemos omitir el echo de las persecuciones, claro está. ¿Qué quería conseguir con todo aquello? ¿Porqué demostraba tanto interés en mi tan repentinamente? Algo no cuadra. Sospechoso.

-Hansol. Llegaste nuevo al Instituto hace un par de meses. Te has dedicado a tocarme las narices todo lo que has podido, llevas persiguiendome cerca de dos semanas haciendo Dios sabe qué y ahora, ¿me pides salir? ¿Estas de coña?-suspiré- Voy a ser directo. ¿Qué quieres de mi?

El muy anormal reía como si le fuera la vida en ello. ¿Qué era tan gracioso?
Golpeé el escritorio bruscamente incorporándome a la vez. No iba a permitir sus faltas de respeto. Me miró perplejo y detuvo la risa dando paso a su característica sonrisa ladeada. Se divertía. Indignante.

-¿Qué pretendes?-agarré el cuello de su camisa manteniendo una peligrosa distancia. Podía  sentir su respiración rozar mi cuello levemente.

-Ya te lo dije. Estoy dispuesto a demostrarte el verdadero significado del amor. Y para ello, haré que te enamores de mi.

Espera. ¡¿Qué?! ¿Cómo puede estar tan tranquilo?¿Es verdaderamente consciente de lo que acaba de decir? Ridículo. Cuando hablamos aquella vez, no pensé que lo dijera en serio. Es más, lo consideré una especie de broma de mal gusto. Nada de lo que preocuparse. Estaba equivocado.

-No me hagas perder el tiempo, Hansol. No me interesan tus juegos. Puedes divertirte con cualquier otro.-respondí volviendo a tomar asiento. Recolocó sus vestimentas y me sonrió.

-El lunes a las seis, pues-tras ello salió de la habitación.

«Acaba de ignorarme por completo»

Frustrado. Abatido. Desganado. Exhausto. Decidí centrarme en el papeleo. Ya me encargaría de él después.

FIN DEL FLASHBACK

-Hola, Seungkwan. ¿Olvidaste nuestra cita?-preguntó divertido.

Increíble. Sencillamente increíble. No podía creerlo, corrijo, me negaba a creerlo.

-¿Es en serio?

-Por supuesto que sí. ¿Qué pensabas?-suspiré desganado

-Kwanie, tu amigo Vernon vino a verte. Dijo que saldrían hoy.-desvío la mirada al toparse con la mía completamente enfurecida. Me vi obligado a forzar una incómoda sonrisa ante mi madre, la cual, recién había entrado a la habitación.

-Cierto, lo olvide por completo. Debería haberte avisado. Seguramente ya tenemos planes. Ya quedaremos otro día, Vernon.

-No te preocupes, cielo. Puedes ir. Pasárselo bien.¿Si? Lo dejo a tu cuidado, Vernonie.

-No tiene de que preocuparse, señora Boo.-afirmó sonriente. Parecía disfrutar de mi evidente molestia.-¿Nos vamos?-le ignoré  completamente formando un notable puchero.-Oh, vamos. No te pongas así. No tienes cinco años.

-Iré a cambiarme, y cuando baje, hablaremos seriamente.

-Lo que tu digas, princesa.

Yo de nuevo. Os podréis quejar XD. Aquí, actualizacion por día.

Se lo que es esperar muuuucho tiempo por un capítulo y no me gusta nada. Por eso, intento escribir lo más rápido posible exprimiendo mi cabecita. Las ideas no vienen solas.

También quiero empezar a darle forma a la historia. Con apenas tres capítulos no suena muy apetecible :'(

Seguiré trabajando!!

Espero que hayáis disfrutado del tercer episodio de «Entrelazados»

Gracias por vuestros votos y apoyo.

Nos leemos

Minmin

Entrelazados [Verkwan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora