¿Alguna vez habéis experimentado el estrés? Normalmente se produce por el exceso de responsabilidad. Es apenas un síntoma causado por los problemas que no somos capaces de solucionar, ya sean en nuestro día a día o se extiendan a largo plazo. Malestar. Agobio. Cansancio. ¿Lo habéis sentido? Para mi desgracia, yo sí. Aunque otros no lo vean de esa manera. El presidente del consejo estudiantil; cuyas calificaciones son impecables, su físico envidiable y su vida perfecta. ¿A quién pretendo engañar? Miles de responsabilidades recaen sobre mis hombros, intensas horas de estudio adornan mis ojeras y kilos de maquillaje cuelgan de mi cartera. Y a partir de ahora, por si todo lo anterior fuera poco, también cuento con una larva a escala humana. Tiene hasta nombre: Chwe Hansol.Desde la discusión que mantuve con él, ha estado siguiéndome a todos lados. Por los pasillos, hasta mi casa, en los recreos... No exagero cuando digo que parece un parásito enganchado a mi culo. Al principio no le di importancia. Ahora se me hace complicado vivir con el detrás constantemente. ¿Es que no tiene nada mejor que hacer?
Al menos ya no pelea con los jugadores del equipo de football.
Únicamente se dedica a observarme desde las sombras e investigar sobre mí y mi vida. Que es mucho mejor. Nótese mi sarcasmo.
Decidí hablar con él y acabar con todo aquello de una vez por todas. La paciencia tenía unos límites y el americano los estaba cruzando. Visualizé su figura unos metros más allá, recostado sobre la entrada del gimnasio, mirándome. Caminé hacia él. A cada paso que daba, ensanchaba más y más su ridícula sonrisa. Indignante.
-¿A qué juegas?
-Hola, Seungkwan. Yo también me alegro de verte.
-Déjate de rodeos, Chwe. ¿Qué pretendes?
-No entiendo.
No me lo puedo creer. ¡¿Se está cachondeando de mi?!
-¿Cómo que no entiendes?¿Te parece que soy idiota?-pregunta equivocada.
-...
-¿Acaso tienes algo que decir al respecto?-pregunté amenazante.
-Bueno...
-Ni se te ocurra decirlo.
-En realidad...
-Hansol.
-Si que pareces un poco idiota.
-Se acabó. Eres imbécil.-río ante mi indignación- Deja de seguirme. Estas avisado.
-¿Seguirte? Ni que fueras tan importante, princesa.
-¿Qué dijiste? Bah,da igual. No.¿Sabes qué? Paso de tu culo.-me alejé del lugar escuchando sus risas de fondo.
Así era mi relación con Hansol; extraña
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-¡Seungkwan!¿Me estas escuchando?-las desesperadas súplicas de mi amigo me devolvieron a la realidad. Yoon Jeonghan. Uno de los chicos más populares del Instituto. Apodado como «El Ángel» gracias a su apariencia y personalidad. Asiste a mi misma clase y somos amigos desde secundaria.
-¿Qué?¡Oh, si, claro!
-Déjalo, hyung. Últimamente no nos presta mucha atención.- Lee Chan. Estudiante de secundaria, apenas un año menor que nosotros. Reconocido por chicos y chicas. Lo conocí hace un par de meses en la parada de autobús. ¿Qué queréis que os diga? Encuentros casuales.
-Tienes razón, Channie. Seguramente está muy ocupado pensando en Hansol.-emití una sonora carcajada. ¡¿Pensar en Hansol?!¡¿Yo?! Si, claro. Ni muerto.
-Te equivocas, hyung. Personajes como el no tienen cabida en mis pensamientos.-repuse ofendido. El joven americano había cesado su acoso notablemente en los últimos días. Y para mi sorpresa, no sentía alivio o satisfacción, sino todo lo contrario. Caminaba desconfiado por los pasillos y me sentía aún más vigilado que antes. Siempre expectante a la aparición del castaño. Antes de entrar a la escuela, las clases, el baño... me aseguraba inconscientemente de no encontrarle allí. Era un verdadero dolor de cabeza. A este paso, acabaría volviéndome loco.
-Lo que tu digas...-rodó los ojos.-Anda mira, por ahí viene.-me giré exageradamente en busca del castaño. No estaba allí. Humillante.
-Hyung, no tiene gracia.-volví a centrar la mirada en mis compañeros, mientras, el mayor de ellos, se limitaba a reír cual foca retrasada.
-¿Cómo que no?-atinó a pronunciar entre carcajadas-La niña del exorcista sentiría envidia de tu volteo de cabeza.-añadió. El menor no tardó en unirse al pelilargo y exponer las risas que hasta hacía poco, lograba reprimir. Rodé los ojos.
-Iré a mi despacho, aún necesito terminar algunas cosas-expliqué abatido.
Ambos asistieron y poco después, abandoné el lugar. Subí las escaleras al primer piso. Mi despacho. Él.
«Lo que faltaba»
-Hola, Seungkwan. Cuanto tiempo.
-Hansol, estoy ocupado. ¿Qué quieres?-pregunté mientras introducía la llave en la cerradura de la puerta.
-¿Pasar?-bufé molesto. En verdad, no me apetecía nada hablar con él. Únicamente quería terminar con los informes e irme a casa. Sin embargo, conocía lo suficientemente bien al castaño, como para saber que estaría molestándome hasta conseguir mi atención. Y sinceramente, no tenía fuerzas para rebatirle.
Entramos a la sala y tomé asiento dispuesto a acabar con mis encargos rutinarios; rellenar varias solicitudes, firmar varios documentos y atender las demandas y quejas del alumnado. Mientras, Hansol daba vueltas por la habitación observando detenidamente y con detalle cada rincón de esta. Carraspeé suavemente la garganta para llamar su atención. Le indiqué que tomara asiento y asintió ligeramente avergonzado. Se mantuvo en silencio durante aproximadamente unos diez minutos. Levanté la vista del escritorio y le miré expectante.
-¿Y bien?
-No entiendo.
Estoy empezando a pensar seriamente acerca del retraso mental de este chico. ¿Que no entiende? Se dedica a acosarme por semanas, decide dejar de hacerlo de la noche a la mañana y hoy, se presenta en la puerta de mi despacho para supuestamente «pasar». ¡Yo soy el que no entiende! Suspiré.
-Hansol, cariño. Soy plenamente consciente de tu estupidez, sin embargo, te agradecería plenamente si al menos me permitieras conservar un atisbo de esperanza por que eso cambie. Y sinceramente, no estas poniendo de tu parte. !¿Cómo que no entiendes?!
-...
-Perdona. Estoy muy estresado últimamente-expliqué avergonzado- ¿Porqué has venido?
-¡Oh, si, se me había olvidado!-exclamó sonriente-Me gustaría invitarte a salir.
«Esto tiene que ser una broma.»
He vuelto!!! Me siento muy agradecida por el apoyo que estoy recibiendo por vuestra parte. Se que apenas tengo vistas XD, sin embargo, he recibido todo tipo de cumplidos por aquellos que leyeron el primer capítulo. Me alegra saber que os gusta lo que hago aún siendo rookie en el ámbito.
Sinceramente, no tenía pensado actualizar hoy. Mi hermana pequeña al parecer muestra interés por el yaoi (7U7 la estoy convirtiendo al lado oscuro) y me exigió que subiera el capítulo. Hermanos. Ya saben.
Espero que disfruten mucho del segundo episodio de «Entrelazados». Pronto volveré con más.
Nos leemos.
Minmin
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Entrelazados [Verkwan]
Fiksi Penggemar¿Alguna vez oíste hablar del hilo del destino? Un hilo rojizo imperceptible al ojo humano que une a las místicas almas gemelas. Un vínculo entre completos desconocidos. Afortunados son aquellos que consiguen cruzarse siquiera una vez en la vida. Se...