Buscando la llave a mis grilletes

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Gritaba libertad,
con euforia y valentía,
alzando la bandera en llamas,
con sazón y rebeldía.

Golpeaba con versos,
citando a poetas muertos,
mientras alentaba a prófugos y presos,
que el cielo no está tan lejos.

Yo era su primer promotor,
era quien daba cuerda a mis textos,
pero tan absuelto estaba de sus besos,
que no vi los grilletes que me escondió.

Si, ciego de su dulce idea,
de su ambivalencia epistemológica,
ansié con lujuria mi odisea,
para ser su Perseo y ella mi Andrómeda.

Pero la realidad es distinta,
soy prisionero de cadena perpetua,
mis instintos, mis miedos, mis metas...
todo eso me condena.

Le temo a la soledad,
refugiando me en manuscritos antiguos,
estoy lleno de complejos,
pero aun que diga que con ellos,
estoy contentos,
aun siento pudor y les temo.

Desconfío de la gente,
estoy aferrado a mi pasado,
no puedo vivir el presente,
por mi terror a ese futuro opaco.

Carpe Diem me digo a mismo,
intento convencerme de ello,
pero mi mente cae al cual abismo
de inseguridades y miedos.

Aun no tengo ninguna respuesta,
tengo que meditar largo y tendido,
porque aunque la liberta la conozco apenas,
aun mantengo la esperanza conmigo.

Noches De Verano. (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora