Un mes después, había dejado de llorar por él, pero aún dolía. Quise opacar ese dolor con un nuevo sentimiento, y te vi. Por primera vez pensé, ¿por qué no? Error número uno. Tú eras algo más que un nuevo clavo.
ESTÁS LEYENDO
DIARIO DE UN ROMPECORAZONES.
Short StoryCuando no pudiste decirlo, puedes escribirlo.