Cuando lo vi, traté de mantener mi distancia. Te lo juro. Pero él estaba dispuesto a hacerme flaquear. Llevaba puesta la camisa y el reloj que le regalé. Conversamos un momentos, me pidió perdón y, cuando logró hacerme reír, perdí el control. Nos besamos.
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DIARIO DE UN ROMPECORAZONES.
Short StoryCuando no pudiste decirlo, puedes escribirlo.
Diecisiete
Cuando lo vi, traté de mantener mi distancia. Te lo juro. Pero él estaba dispuesto a hacerme flaquear. Llevaba puesta la camisa y el reloj que le regalé. Conversamos un momentos, me pidió perdón y, cuando logró hacerme reír, perdí el control. Nos besamos.