Más que eso.
Phillips me ignoró los días siguientes y no lo culpaba, yo era quien había vuelto a aparecer después de dos meses sin verlo pretendiendo que con un perdón arreglaría todo. Como si nuestra despedida hubiera salido bien o como si al menos hubiera habido una despedida.
En todo caso, lo que sí mejoró fue la relación entre Luke y Cara que cada vez pasaban más tiempo juntos. Nunca me había puesto a pensarlo, pero ellos juntos se veían bien igual de bien que Phil y Falon.
¿Yo me veía así de bien con alguien o llegaría a verme en algún momento? ¿Phillips y yo nos veíamos de esa manera? No, él y Falon eran la pareja perfecta y no era el único que pensaba eso, sino que el mundo entero lo hacía.
"Falon es la chica adecuada para él", decían.
"Nacieron para estar juntos."
"Están destinados."
"¿Los hijos para cuándo?"
"Ella será mi futura esposa y madre de mis hijos", incluso Phil, nos confesó una noche (obviamente, mucho antes de que este quilombo se desatara).
No había chance de tan sólo imaginar una vida a su lado. Mi sueño era absurdo. Me tenía que conformar con ser su amigo, al menos, y solucionar lo que pasó la otra noche. Si tan sólo fuera más valiente todo hubiera cambiado, mi vida hubiera sido mejor de lo que ya era.
Mi meta era arreglar mi asunto con Phillips, para eso había vuelto a la ciudad. Sabía que tenía que concentrarme en mis objetivos, pero el miedo me paralizaba con tan sólo pensar en lo que Phillips me diría, que sabía muy bien lo que iba a ser: "no debemos ser más amigos" y en su mente pensaría: "aléjate de mí, bicho raro". Una cosa era saber, y mantener en mi pensamiento, que él me quería lejos, mas de ahí a que me lo dijera en la cara era otra cosa diferente. Jamás soportaría escucharlo salir de sus perfectos labios.
La realidad apestaba y más apestaba que no podía vivirla en paz con todos los lujos y libertades que tenía por ese pequeño problema que podía irse bien a la mierda.
–Te tenemos una sorpresa –dijeron Cara y Luke con emoción.
Tuve miedo. Desde que ellos habían empezado esa relación de amigos-novios que tenían, sus ideas no habían sido exactamente grandiosas. No todo era color rosa como ahora ellos veían sólo por tenerse el uno al otro.
– ¿De qué trata? –pregunté con pesimismo.
–Te encantará –exclamó Cara y yo dudé. –Cuéntale tú, Amorcito.
Hice una mueca de desagrado.
Uh, sí, como había mencionado. ¿Ellos no se daban cuenta que sus apodos eran patéticos? ¡Hola, comunicándome con ustedes dos!
–Bien –mi amigo le besó los labios.
Su interminable buen humor a veces me sacaba de quicio.
–Reservamos una habitación en un hotel en el campo para ti. Te vimos estresado los últimos días...
–Es un spa –agregó Cara. –Estoy segura que te gustará.
No podía responder nada. Me habían tomado de sorpresa.
–No puedes decir no –ordenó mi amigo–, ya está todo pagado.
–Además –la rubia bajó la voz y se acercó a mí–, habrá chicas lindas sin mucha ropa.
Me guiñó un ojo y sonreí.
–Los amo, chicos –me tiré sobre ellos y los aplasté por unos cuantos minutos.

ESTÁS LEYENDO
Amor súbito
RomanceCharlie es lo suficientemente atractivo y simpático como para enamorar a quien se proponga, e incluso él está seguro de eso y no se molesta en presumirlo. Lo único que él quiere es poder amar a alguien como todo el mundo parece hacerlo, incluso aunq...