Gotitas De Amor | Sehun X EXO

Piropo | KrisHun

• Donde Sehun y Kris apuestan en medio de EXO Showtime quien resiste mejor los piropos del otro.

Piropos de albañil. 

Mexicanismos, explicados al final. 

• 

—Quisiera ser mariachi, para tocarte la cucaracha.*  

Esa había sido la voz de YiFan sonriente mientras posa la mano muy sutilmente sobre la curva del trasero de un sonrojado Oh Sehun, que intenta, con todas sus fuerzas no abochonarse más. 

Pero no podía. 

No señores. Oh Sehun nunca perdía una apuesta y menos, contra su amado novio.

  —  Quisiera que pudieras ser el sol.

—¿Ah sí?

  — Sí, para que puedas darme todos los días, mi amor. 

Y dando un espectacular guiño, Sehun camina entre la avenida donde habían estado paseando moviendo de forma espectacularmente coqueta. 

Pero si creía que su novio sería fácil de vencer, estaba completamente equivocado. 

YiFan tenía muy bien preparado su repertorio para el ataque.

  — Quisiera ser dolor de cabeza, para darte bien duro cuando menos lo esperas. 

La mirada de refilo que se encargo de lanzarles Tao lo hizo sentirse verdaderamente avergonzado. ¡Y no es para menos!

Había pasado dos días enteros escuchando piropos y diciéndolos a sol y sombra, pero ni Kris ni él estaban dispuestos a perder. 

¡Ni loco perdería la dotación semanal de bubble tea!

Así que importándole menos, y con esa sonrisa que sabía erizaba cada vello de su amado novio, se atrevió a responder.  

  — Entonces, vamos a meter al diablo en este infierno, papacito. 

Era sin duda el mejor de los juegos. 

Sehun disfrutaba de esa sonrisa, de la forma en la que Kris fruncía sus labios e intentaba caminar sin que ese algo se le nótase demasiado. 

¿Por qué tenían que estarle grabando la salida con sus amigos? 

 —Bendita la tuerca del rin, de la llanta, del camión que trajo ese cemento donde estás parado... ¡Monumento!

 Con ese susurro, su novio se atrevía a rodearle los hombros con el brazo, a pegarlo a su cuerpo y caminar como si no tuviese la sangre acumulada en sus mejillas y más abajo de la cintura. 

Su aroma, el calor corporal que Kris expedía, lo volvía loco. Si Sehun pudiera, le quitaría ese maldito sombrero, que lo hacía ver más coqueto, para ponérselo él mientras su cadera se restregara sobre ese bendito regazo.

La situación estaba empeorando. 

  —  Kris...la cámara. 

  — Me gustan tus ojos, me gustan tus celos, pero lo que más me gusta es tu hermoso trasero.  

  — Mierda.