Misa | LayHun

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  • Donde Sehun se transforma en la más peligrosa tentación

xxx No apta para religiosos sensibles





— ¿Qué te pareció el sermón?

  — Estuvo muy bueno, demasiado bueno, madre. 

 La madre de Sehun pensaba era que su hijo, por fin después de tantos años, estaba acercándose a la iglesia y pronto sería, como ella quería, un fiel feligrese. 

Y no lo malentiendan, Oh Sehun sí había querido dejar el depravado mundo que lo corrompía.

Claro, porque a sus dieciséis quería dejar de salir con sus amigos, abandonar los videojuegos y dejar de masturbarse viendo pornografía.

Puff, sí... Sehun quería volverse tan santo como el santo más santo y dejar ese camino de maldad. 

  — ¿Entonces me vas a acompañar el próximo domingo a misa, hijo?

  — Por supuesto madre, no me lo perdería por nada.

Ah, pero Sehun no mentía cuando decía  que si iría a la próxima misa con su madre. Y es que, si le hubiesen dicho desde antes que iba a encontrar semejante espectáculo sobre el presbiterio, no se habría perdido ni una sola misa. 

   — ¡Excelente! Oh, el padrecito está buscando jovencitos que quieran ayudarle como diáconos, no puedo esperar a que te lleguen a considerar digno de tal honor. 

Sehun asiente indiferente mientras su madre se dedica a santiguarse porque a Sehun no le interesa en lo más mínimo ser parte del culto religioso sin importar que religión fuese...aunque la idea de entrar en contacto directo con cierta persona vestida de negro le parecía una idea tentadora.

Si algo tenía Oh Sehun era su perseverancia. 

Se dijo a sí mismo que podría aguantar un par de meses en la exhaustiva rutina de fiel cristiano que le imponía su madre y así llegar a ser el endemoniado...Oh, perdón, el diacono. 

  — ¿Entonces te gustaría formar parte del ministerio?

   — Sí, padre. Mi hijo ha estado trabajando espiritualmente para tal trabajo, ¿no es maravilloso? 

— Vaya que lo es.

Sehun esbozó una amplia sonrisa, inocente, al cura Zhang, ahora entendía porqué las mejores cosas del mundo vienen de China.   

Ese hombre, de rostro increíblemente inocente, tenía un verdadero cuerpo digno de cometer todo adulterio.

Los hombros amplios, esbelto, y un trasero algo abultado. Sehun había podido verlo con una camisa blanca en el mercado del pueblo, y podía jurar que bajo esa sosa sotana había una cantidad deliciosa de músculos.

Había pasado la noche entera con la cabeza en la viva imagen del bendito cura ayudando a una anciana con un par de bolsas(demasiadas para ser sincero), desde el glorioso momento en el que se inclinó y el pantalón de vestir negro marco su trasero, hasta la forma en que esa camisa blanca y pura le dejó ver la gloria de sus brazos.

Las gotas de sudor que bajaban por sus cabellos negros y descendían hasta lo profundo de su cuello, siguiendo el camino de unas varoniles venas exaltadas por el esfuerzo.

Y por si fuera poco, el cura tenía ser. El sacerdote tenía la voz ronca y estaba agitado, su pecho se movía y Sehun quería perderse en el bonito hoyuelo que se dibujaba cada vez que le sonreía a la viejita.

Gotitas De Amor | Sehun X EXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora