R A G E [Reiji Sakamaki y Tú]

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Escritora POV:

Subaru ya presentaba múltiples heridas en todo el cuerpo, pero no se permitiría rendirse ante "Esa Persona" que desgraciadamente aún se mantenía ileso, el albino menor tenía claramente la desventaja al no tener poderes a más de su increíble fuerza bruta. Kou se mantenía al margen de la pelea comprendiendo la amenza silenciosa que Karl Heinz le había lanzado, y que por desgracia tenía que obdecer.

Después de más puños y patadas cortesía de Subaru hacia el rey vampiro, este ya fastidiado de la persistencia de su hijo; hizo aparecer manos de suelo que sujetaron al menor de los tobillos con fuerza cortándole movilidad, el mayor hizo aparecer un sello* en el aire y cargó energía con intención de disparar. Subaru ágilmente se deshizo de sus botas y rápidamente voló al techo tremendamente alto del salón.

Karl Heinz mantenía una mirada de burla hacia los vampiros; Subaru se soltó del techo cayendo en pie cual gato. Kou quién solo obserbava pudo divisar las verdaderas intenciones del mayor y sin meditarlo bien se puso de pie, mientras que Subaru había comenzado a lanzar puños y patadas nuevamente. Una sonrisa triunfal del mayor anunció que algo malo ocurriría.

- ¡Subaru vuela hacia la izquierda! -  Gritó el rubio desesperado consiguiendo que el mencionado evite un ataque que de lleno lo hubiese llevado a la tumba considerando el cómo quedó pulverizado el ventanal y pared  que recibieron el ataque.

- Gracias - murmuró Subaru ya malhumorado, pero esa mueca de desagrado cambió al ver como el ojo derecho del rubio comenzaba a sangrar y este limpiaba la sangre de este rápidamente sonriendo - ¡¿Kou, estás bien?! - soltó antes de recibir una patada que lo mando volando hasta estrellarse contra el barandal del balcón del cual salieron púas que se clavaron en los talones y pies del albino menor, arrancándole un quejido ahogado.

- ¡Tú pequeña mierda! - exclamó fúrico Karl Heinz caminando hacia Kou que no podía moverse ya que la telekinesis del rey vampiro se lo impedía - Sabes que puedo matarte, y matar a tus hermanos y a Lilith... Pero nada de eso te importó. Quizá pueda devolverte el favor, abre bien los ojos porque quiero que veas lo que puedo hacer - meterializó un tenedor y lo acercó a el ojo derecho del rubio -  Supongo que no está mal que pida de vuelta lo que te dí... A ver a quién ayudas ahora.

- Puff... Es dar para recibir, no es ayuda. - Kou rió sintiendo como su cuerpo se desvanecía en el suelo, y su ojo sangraba cortándole la visibilidad - Supongo sabía que esto pasaría algun día - quedó de rodillas frente a su benefactor.

- Te devolveré al agujero del que te saqué - sonrió Karl tomando impulso con el objeto.

El tenedor se detuvo justo antes de impactar con la córnea del rubio, quien aún paralizado fue cubierto de sangre en todo su rostro viendo como la punta de la daga salía por el pecho de Karl Heinz, trató de retroceder completamente atónito pero chocó con la pared. El cuerpo del anterior rey vampiro se desplomó sin vida sobre el suyo cuando la daga fue desenterrada de su pecho.

Asqueado Kou empujó el cuerpo lejos de sí, mientras que Subaru reía el rubio limpiaba sin mucho éxito la sangre de su rostro, se puso de pie acercándose al albino que recargaba todo su peso en uno de sus pies.

- De nada. - Soltó Subaru burlándose del Mukami que caminaba hacia la pareja que yacía inconciente en el piso.

- No me hiciste ningún favor Sakamaki, me lo debías por haberte salvado de tu muerte - rodó los ojos el Mukami.

- Tch... Después de todo creo que debí haber dejado que te arranque el ojo - Kou frunció sus labios en una línea soportando una descarga de memorias dolorosas detrás de esas palabras - Oye, Kou...

- ¿¡Qué!? - espetó molesto.

- Aunque matarlo así no era el plan ni mucho menos mi estilo, me siento como un cobarde... Y... ¡Ayúdame a moverme idiota! ¡Me estás viendo que estoy cojo! - gritó avergonzado y enojado el albino.