Capítulo 9: Luna puede ayudar, pero no hace milagros

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Jueves 2 agosto
17:23 hrs

—¡Eres una mierda, un conchetumadre sin corazón! ¡La wea que hiciste no tiene nombre! ¡Espero que te mueras como la mierda que eres! ¡nadie te va a extrañar! ¡Lo sé! ¡porque nadie te quiso, nadie te quiere ni nadie nunca te querrá! ¡le harías un bien al mundo si dejaras de existir! ¡¿Por qué sigues molestando aquí?! ¡Ya vira! — La chica en sus veintes con la capucha de su polerón tapando su rostro gritó a todo pulmón, mientras amenazaba con un bate de metal al influencer. Era la cuarta “víctima” con la que Vicente venía a hacer la paces y era la tercera que reaccionaba agresivamente. Lucas se movió cautelosamente hacia atrás, protegiendo con su brazo izquierdo a Luna. Vicente quedó a su suerte. Tampoco era como si se moviera mucho, ya había pasado por esto antes, había salido del hospital hace unas dos semanas y en ese tiempo había ido a buscar gente para disculparse, pero su ingenuidad, la cual antes creía nula, le valió un zapato a la cara, un golpe en sus partes bajas y una amenaza de muerte. Esto de ahora no era tan exagerado. Además que en toda su vida, Vicente creía que se había golpeado con cosas más duras que un bate metal, que no le dolería. Pero claro, supo que estaba equivocado cuando el bate rozó su brazo izquierdo.

—Okay, nos vamos — Aclaró a Luna y a Lucas, los que se veían más asustados por todo el asunto. La chica del bate se detuvo. Para fijarse en la cámara que llevaba el chico de atrás.

—No sueñes en subirlo a Peeka, porque te denuncio weón —Ese fue el claro mensaje que constituía otro intento fallido.

19:53 hrs

Vicente había creído que esta serie de ir por ahí pidiendo perdón de quienes se había reído funcionaría, de verdad que si. Pero todo lo que había resultado de eso, era el video con Fumiko y tres videos cortos de dos minutos y medio cada uno, que incluían cortos  del encuentro con esas personas y más que nada un comentario suyo, reflexionando de porque no había resultado. Y si, había público que le gustaba aun así el concepto, aunque claro, también habían usuarios que lo alentaban a seguir solo por el morbo de que la proxima persona lo hiciera terminar en el hospital. El influencer no era tonto, sabía que un contenido así no funcionaría a la larga.

Por un segundo levantó la vista de su celular y observó su vacío departamento, y se percató que no mucho había cambiado.... Seguía solo allí. Luna de verdad le intentaba ayudar con los videos, siempre iba con él a grabar aunque no era necesario e inclusive le revisaba los diálogos que él escribía antes de grabar, pero aun con toda la ayuda, parecía haber cosas que ni la misma chica podía cambiar.

Cuando se habían separado hoy día luego del fallo, Luna y el camarógrafo, Lucas, parecían tan cercanos, molestandose entre risitas que a Vicente se sintió que estaba haciendo un mal tercio, ellos felices en su mundo y él preguntándose porque la idea del video fallaba de nuevo, parecía como si solo lo acompañaran de obligados, entendía que Lucas lo hacia por el dinero, ¿pero era que acaso Luna venía con ellos, solo para acompañar a Lucas? Y esa no era una idea descabellada, el chico era atractivo, inteligente, y viéndole superficialmente “buena persona”. La hipótesis de Vicente se confirmo de nuevo.

Porque entre esas cosas que no se podían cambiar y su hipótesis estaba una simple verdad, él, ya fuera Gecko, ya fuera Vicente, fuera quien fuese, no era querible… Simplemente no lo era. Y eso era triste… Pero él no se sentiría mal por algo como eso, por ello simplemente suspiro y se susurró “todo estará bien”. Porque él siempre estaría bien, tenía que estarlo.... Porque si no lo estaba, ¿quién lo consolaría? ¿a quién le preocuparía? Si, precisamente era eso, a nadie.

...

Mateo sostenía entre sus manos un blanco sobre de papel, se negaba a abrirlo, estaba aterrado sentado en su auto en el estacionamiento, porque si ese papel mostraba un afirmativo, una coincidencia, le traería un mundo de problemas.

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