7 Julio

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Desde que terminó la batalla con Acnologia, los Dragon Slayers, incluyendo a Laxus-san y a Cobra-san, que no tengo muy claro si intentaban consolarnos o pillarnos en nuestro momento más vulnerable, nos reuníamos el 7 de julio a llorar, con alcohol de por medio, las marchas de nuestros dragones, quienes eran padres, y madre, en mi caso, para nosotros. Y, aunque supiéramos que se habían introducido en nuestro interior para evitar la dragonificación, y a pesar de que alguno hubiera creído, ejem Sting-san y Rogue-san ejem, que lo había asesinado para evitarles el sufrimiento por la enfermedad, nos seguía doliendo ese día...

Como siempre, dejaba que los otros empezaran a beber y beber sin parar, y cuando me aseguraba de que nadie podía impedírmelo, yo también lo hacía. El verdadero problema llegaba cuando ya estábamos ebrios y nos poníamos a comentar verdaderas chorradas.

-Oh, Weisslogia *hip*, siempre tuviste un pelo muy sedoso *hip*- se lamentaba Sting-san. A veces, por no decir en todas las ocasiones, nos arrepentíamos de eso, ya que todos recordábamos siempre la primera parte de la noche, que solía sacar a la luz varios comentarios vergonzosos, aunque luego podíamos utilizarlos para posibles chantajes.- Lo echo mucho *hip* de menos.

-Metallicana era tan reluciente *hip* que lo solía utilizar de espejo *hip*- comentó Gajeel-san.- Será por eso que solía *hip* ir más peinado antes *hip*.

-Aunque no lo pareciese *hip* , Skiadrum era bastante cariñoso- empezó Rogue-san. Él era uno de los que más se arrepentía a la mañana siguiente.- Me solía *hip* poner un chupete de sombra *hip*, que siempre me comía, y me cogía en brazos *hip*. También me solía llamar *hip* "bebé rapado", y la única razón por la que no me llamó así la última vez fue en que ya tenía una *hip* buena cantidad de pelo.

Supongo que es necesario mencionar que Gajeel-san le puso la mano en el pelo, como señalando lo que acababa de decir. Eh... La única justificación que encuentro es que estábamos todos demasiado ebrios y era un día difícil.

-Grandeeney me ayudaba a saber *hip* construir los refugios- comenté yo. A veces decíamos verdaderas chorradas, y eran mucho peor de las que se acaban de decir.- Cada vez que me confiaba y terminaba la caseta *hip*, ella iba y soplaba, y soplaba, y mi casita derribaba *hip*- todos se me quedaron mirando.- Se justificaba diciéndome que me ayudaba a tener paciencia *hip*.

-Pues menudos padres *hip* dragones- comentó Cobra-san, mirando de una manera curiosa su jarra.

-¿Quién le dejó tomar alcohol a la pequeña *hip*?- preguntó Gajeel-san.

Laxus-san, que estaba sentado en una esquina del bar, se encogió de hombros.

Hice un gesto para quitarle importancia al asunto, ¿qué más daba que la pequeña de 13 años tomara alcohol? Total, ya me había emborrachado otras veces, el daño ya estaba hecho.

-Yo tengo una pregunta *hip* para vosotros dos- empezó Cobra-san, señalando a Rogue-san y a Sting-san.- ¿Solo os consideráis hermanos y *hip* mejores amigos o hay algo más?

Ambos se quedaron perplejos, aunque, contra todo pronóstico, Sting-san se empezó a reír.

-¿Él y *hip* yo? Qué va *hip*- negó Sting-san, cosa que secundó Rogue-san.- Aunque si que es verdad que *hip* tengo pruebas de que la señorita Minerva y Rogue tienen algo- a continuación se puso la mano al lado de la boca.- Los vi el otro día tirados en la cama y abrazados *hip*.

-¿Sin ropa *hip*?- preguntó Gajeel-san algo sorprendido.

Rogue-san negó con la cabeza y se abalanzó sobre Sting-san, mientras empezaron a pegarse puñetazos.

Cuentos de una pequeña Dragon SlayerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora