B es por Baile

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Al inicio no había estado segura de unirse a ese grupo de baile. Pero hubo algo en la actitud de Stan que la había hecho aceptar. El chico era un tipo de líder amigable. A Mercedes le agradaba notar que en realidad él era muy ingenuo y que por su forma de ser terminaba siendo arrastrado a cosas de lo más curiosas. Gracias a eso no debía tomarse en serio todo eso y solo divertirse. A ella le gustaba bailar y eso era lo importante. Además, todos los chicos eran amables con ella. Hasta el pato, por curioso que sonase. Tal vez porque estaban un poco intimidados por su presencia, pero por lo menos la trataban con respeto. Si, le agradaban.

- ¿Mercedes? –la voz de Stan la hizo acercarse a él.

- ¿Si...?

- ¿Podrías explicarle a Michael cómo aflojar un poco los músculos? Él está muy tenso y ya no sé cómo hacerle entender.

- No estoy tenso. –respondió el gótico con bastante firmeza.

Ella lo miró, este chico apenas y le había hablado. Si, definitivamente era algo intimidante. No era el tipo de persona que iría a "Raisins" para ser llamado con apodos lindos. Muy serio, mirada aguda y expresiones frías.

Pero era parte del equipo. No había sido grosero con ella y a pesar de todas las vibras que tenía, Michael no la había despreciado con algún comentario hiriente. Si, era reservado pero educado. Stan había dicho que ellos eran lo mejor que South Park podía ofrecer en baile. Ella también quería creerlo.

- Claro. –sonrió- Déjamelo a mí.

Stan le agradeció excesivamente, volviendo a su rutina de baile. Ella miró al gótico y le hizo un gesto para que le mostrase cómo bailaba.

Y...

Oh...

Si.

Ya...

Era... más grave de lo que había pensado...

- Necesitas... -extendió sus manos para tomarlo de las caderas y guiarlo un poco.

Él era un tronco. Nadie podía ser tan rígido. Tal vez si le enseñaba que ciertos músculos de su cintura se podían mover fácilmente, él podría bailar.

- No.

El chico dio un paso hacia atrás, evitando el contacto. Ambos se miraron y él lucía listo para defender su postura. Mercedes miró las caderas masculinas y luego el rostro del chico.

- Bien. –aceptó, no iba a forzarlo- Pero tendrás que mirarme bien y hacer lo que yo haga.

- Esto es estúpido. –parecía que estaba hablando consigo mismo, tenía un tono de auto-cuestionamiento muy curioso.

Tal vez se preguntaba por qué había aceptado unirse al grupo de baile.

Ella también se preguntaba lo mismo.

- Estúpido o no, haremos esto. –le sonrió para darle ánimos y separó las piernas- Pies espaciados entre sí, a la altura de tus caderas. Manos en la cintura... -se detuvo- Vas a tener que quitarte la chaqueta.

- ¿Qué? –él la miró como si repentinamente le hubiese salido un tercer ojo y no fuese muy bonito.

- Necesito ver bien tu figura. –explicó- Tus manos deben estar sobre el hueso de tu cadera para que esto funcione. –movió su cintura, solo su cintura, para enmarcar su estática cadera- ¿Ves? Así vas a poder sentir tu cuerpo. –lo miró- Michael, eres alto, no puedo adivinar cómo luces debajo de esa chaqueta.

- ...no... -lo oyó cortarse y murmurar algo para sí mismo.

Ella esperó, no iba a ceder. No había llegado a ser anfitriona y líder de camareras de "Raisins" por ceder ante cualquiera. Este chico no iba a vencerla.

Michael murmuró otra vez, por lo que oyó estaba maldiciéndose. Curioso. No era grosero con los miembros del grupo, pero definitivamente podía ser muy afilado con el resto del mundo o él mismo.

Por fin se retiró la chaqueta.

- Bien, no es tu culpa. –sentenció Michael mientras la miraba.

- ¿Mi culpa...?

- Me estoy recordando, –explicó él con voz neutra mientras se arremangaba la camisa- que esto no es tu culpa. No me puedo desquitar contigo solo porque todo esto es estúpido para mí.

Eso...

Sonrió.

Eso era muy amable de su parte.

- Gracias. –ella ladeó el rostro- Bien, intentaré hacer esto rápido para no incomodarte. Así que manos en la cintura, Michael.

Él le hizo caso. Sinceramente el gótico lucía harto de todo eso, pero aun así cooperó con ella sin quejas. Lo guio para que moviera las caderas en pequeños círculos, en amplios ochos y todos esos ejercicios que relajaban los músculos de la espalda baja. Lo notó serio mientras la imitaba y ella nunca atentó con tocarlo otra vez. Él tampoco pareció interesado en hacerlo y aunque la estaba mirando fijamente, los ojos de Michael eran firmes, analíticos y objetivos. La estaba tomando en serio. A pesar de odiar todo eso, la estaba oyendo atentamente y haciéndole caso. Sin bromas, sin tratarla a la ligera ni querer tomar ventaja.

Tal vez Michael no fuese feliz con todo lo que estaban haciendo, pero era educado con ella.

Y como alguien muy acostumbrada a que los chicos y algunas chicas coquetearan a la ligera con ella, se preguntó si Michael era educado o simplemente ella no era su tipo. Para Mercedes ambas opciones, sorpresivamente, le agradaron. En cualquier caso, era refrescante encontrarse con alguien que la tomase tan en serio.

- En verdad te gusta bailar. –comentó el chico cuando por fin se tomaron un respiro.

Ambos se habían sentado en el suelo para beber un poco de agua. Bueno, ella agua, el chico estaba en su quinto café.

- Si. –sonrió- Creo que la computadora de mi mamá está llena de videos de mí, bailando cualquier cosa.

- ¿Por eso trabajas en ese lugar...?

- Algo así, necesitaba un trabajo y era el único lugar que contrataba niñas en horarios después de la escuela. –lo miró- Bailar fue un extra.

- Entiendo.

Michael no la miró, tenía los ojos clavados en la taza de café que cargaba cerca de la boca. La expresión en su rostro era meditabunda.

- Enseñas bien. –concluyó el chico.

¿Eso había sido un halago?

Le daba la impresión que Michael no era del tipo de personas que dijeran bonitas palabras tan fácilmente.

- Aprendes muy rápido. –respondió inmediatamente, porque era verdad y lo correcto sería devolver su buen gesto con otro.

Él la regresó a ver y enmarcó una ceja. La miró como si fuese algo extraño que ocupaba su espacio inmediato.

- Eres muy amable. –y la forma en que Michael lo dijo fue todo menos un halago.

El gótico era extraño.

Pero extraño de una manera... agradable. 

El ABC del Claroscuro «South Park»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora