Saeko la miró con una sonrisa entusiasta y discreta. Ella conocía ese gesto de memoria, las otras meseras la usaban cuando un jugoso chisme necesitaba ser ventilado con discreción. Los ojos de la actriz fueron hacia Michael y habló con soltura.
- ¿Qué tal si esperas afuera mientras Mercedes y yo tenemos una charla chica-a-chica, Michan?
Su novio intentó protestar, observándola con cierta alarma. Lo más probable fuese que no quisiera ponerla en una situación incómoda. Michael siempre parecía dispuesto a involucrarse más de lo normal si eso implicaba que Mercedes se sintiera tranquila. Pero sinceramente... tenía curiosidad. Muchísima curiosidad. Y Saeko estaba ofreciéndole conocer otra faceta de su novio, el lado familiar y otro tipo de intimidad que ella aún desconocía.
- Esta bien. –respondió rápidamente y sonrió con calma- Nos vemos afuera.
Michael las miró a ambas, escéptico y se retiró, cerrando la puerta atrás de sí. Saeko inmediatamente la tomó del brazo y la sentó frente a un tocador lleno de productos de belleza. La mujer se paró atrás de ella, con las delicadas manos sobre sus hombros y ambas se miraron a través del espejo. Saeko seguía con el pálido maquillaje y los tonos bien marcados para darle una apariencia masculina. Pero solo bastaba con apreciar su postura y expresiones para saber que no importaba el exterior, Saeko era una mujer. Una sonrisa amistosa se formó en los labios de esta y se estiró para tomar una toalla desmaquilladora e iniciar su proceso de limpieza.
- ¿Y bien? –preguntó Saeko- Cuéntame de ti, Mercedes.
Ella se mordió el labio inferior, sin saber exactamente por dónde empezar o qué era lo que realmente deseaba saber la actriz. La miró usando el espejo y Saeko solo movió las cejas de forma juguetona, en completo dominio de la situación, animándola a hablar. Si, estaba frente a una adulta, pero no una que iba a tratarla como ingenua o tonta. Le recordó un poco a una profesora joven y energética.
- Me mudé a South Park cuando el pueblo comenzó a prosperar con nuevos negocios. Aunque, como en todo el país, hemos tenido altos y bajos; vivo con mi mamá...
- ¿Y tu padre? –consultó la mujer, que de alguna manera se las arregló para no sonar irrespetuosa ante la indagación.
Solo otra pregunta en algún tipo de test imaginario que solo Saeko tenía en la cabeza y Mercedes había aceptado responder.
- Jamás estuvo.
Saeko asintió, animándola a continuar.
- Me va bien en clases, no soy la mejor, ni nada por el estilo. Pero soy bastante buena en matemáticas.
- Eso es bueno. –halagó Saeko- ¿Talleres o actividades extracurriculares?
Mercedes negó.
- No tengo tiempo, trabajo. –la miró fijamente, agradeciendo que el espejo era algún tipo de ayuda- En realidad, es por ese trabajo que soy buena haciendo cálculos mentales y rápidos.
Saeko se había quitado el maquillaje blanco de la mitad del rostro, lucía como una máscara curiosa o un espíritu nocturno. Su piel natural era bonita, ligeramente bronceada y muy bien cuidada. La boca era más pequeña de lo que el maquillaje le había hecho creer, pero tenía un tono rosado muy agradable y en el centro era ligeramente carnoso su labio inferior, dándole un aire infantil que contrastaba bien con la larga nariz y los ojos adormilados.
- Soy líder de meseras en un restaurante. -por un segundo Mercedes pensó dejarlo así, pero jamás había tenido que avergonzarse de quien era, ocultar su trabajo sería como si le diese pena lo que hacía- Es para esa cadena de restaurantes temáticos, las meseras usamos uniformes provocativos y somos muy coquetas con los clientes para que compren más cosas o nos dejen una gran propina.
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El ABC del Claroscuro «South Park»
FanficCapítulos auto-concluyentes. [Historias Cortas de menos de 4 mil palabras] Michael y Mercedes «M&M» Primero fueron desconocidos. Dos extremos completamente diferentes. Pero algo que inició como una amistad se volvió paso a paso en algo diferente, g...