4

681 87 32
                                    

—Avocato se encontraba en una nave enorme y lúgubre, habían varios soldados a su alrededor, en ese entonces ostentaba el título de número dos y le estaba llendo muy bien, poco le faltaba al ventrexiano para convertirse en el número uno, y el haría lo que fuera para lograrlo.

Sé dirigió hacia una habitación, cubierta con cajas y visiblemente abandonada, al frente de el estaba un soldado algo tembloroso y claramente lleno de nervios.
—Es un gusto verlo señor, me alegra el corazón saber de su última victoria sabe, yo siempre le apoye...

—Avocato levanto la mano indicando al menor que callara—
Deja de parlotear, no me hagas perder el tiempo, ya sabes porque estoy aquí.

—Si, si mi señor lo lamento mucho!
—El menor urgo en su bolsillo y saco un aparato a un tanto peculiar—
Esto es todo lo que pude conseguir.

Es una grabación un tanto mala, hay bastante interferencias y no se puede ver nada, pero sin imbargo se pueden escuchar claramente las palabras en el.

"Si, sabes, estuve pensando, ¿como puedo saber si mis soldados tienen completa lealtad hacia mi?

"No lo sé mi Lord”

"Es simple tontito, los are decidir, que te parece? Humm, oh ya se!

Todos tendrán que matar a sus primogénitos con sus propias manos"

Avocato se sorprendió al escuchar tales palabras, permanecía inmóvil, aún sin reaccionar, seguía procesando aquella información y entonces lo dejo salir.

—Donde conseguiste esa información!?
—Avocato tomo con fuerza los hombros del soldado.

—Yo, yo solo pasaba por ahí y lo grabé señor! Es la verdad, yo mismo escuché a Lord Comander dar la orden de traer en secreto a vuestros hijos!  Dijo el chico con angustia mientras sus hombros se convertían en polvo.

—Ya están aquí? Donde?

—E-en el área de captura señor, cerca de los calabozos, su hijo está en la sala 3C.

—Bien. —Avocato se dirigió a la salida.

—Um señor, no me diga que irá por su hijo?

—Y si es así que?

—El menor tomo entre sus manos un dispositivo de alerta—
Yo me veré obligado a....

Pero eso es lo único que el soldado llego a pronunciar antes de que su cabeza volará en mil pedazos.

—Gracias por sus servicios soldado.

Avocato salió con rapidez del cuarto y se dirigió con tranquilidad al área de captura, no se veía alarmado, ni siquiera parecía tener algún apuró, incluso se detenía a saludar, gracias a ello, logro llegar sin despertar sospechas.

Y ahí estaba, fingiendo supervisar los cargamentos obtenidos en la última batalla mientras observaba fijamente el área 3C.

—Debo ocuparme de algo.

—Oh si, está bien señor.

Avocato se escabullo en el área 3C, estaba a punto de perder su puesto, su rango y tal ves hasta su vida, pero no importaba, lo que más le interesaba era saber si su hijo estaba ahí.

Y así era, encerrado en una celda estaba el pequeño Cato, al observar a su padre se sorprendió, pero no sé movió de su lugar, para no levantar sospechas.

Rápidamente Avocato neutralizo a los guardias y se acercó a su hijo.

—Te sacaré de ahí, solo espera
—El pequeño Cato señaló hacia una esquina de la celda, eran papeles que contenían las claves de apertura.

Pesadillas [Garycato]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora