ANTES DE LA REINA.

CAPITULO 17 ELLOS VIENEN POR TUS HIJOS.

La visita de mi madre aun me tenía algo inquieta, ya que se me hacia completamente extraño que hubiera venido hasta aquí solo para saber si estábamos bien, han pasado muchos años pudo verse comunicado conmigo desde hace muchos años, pero también me tenía muy preocupada se llegara a notar lo que pasaba con Kiara ya que si ella se llegaba a enterar de eso no sé lo que querría hacerle; el día transcurrió y al parecer todo iba muy bien, Esther llego a mi casa y platicamos entre las tres y sobre lo que pasaba con el reino y discutimos algunos temas pero nada fuera de lo normal.

-¿Qué es lo que heces aquí? Y no vuelvas a mentir – vi como entraba Kiara a la casa enojada y preguntándole eso a la reina.

- ¿Kiara de que hablas? – le pregunto Esther

- De que ella nos ha estado mintiendo desde el momento en que llego a esta aldea – dijo en voz alta – anda Isabel dinos que es lo que haces aquí – grito.

- ¡Kiara basta! ¿Por qué dices eso? – dije muy confundida no sabía a qué se refería o de que se había enterado.

- ¿De qué hablas querida? – dijo mi madre como si no supiera de lo que pasaba.

- No te hagas la que no sabes nada, lo he visto todo – grito – todos vienen por nosotros – dijo al fin.

- ¿Todos quienes? – pregunte a mi hija ya que no lograba entender lo que pasaba.

- Sabia que esto era una trampa, ella se estaba comportando tan buena como para que fuera cierto – dijo Esther poniéndose de pie.

- Tenía que hacerlo si no todo se iría abajo y habría mucho caos – dijo al fin mi madre – tenía que buscar una distracción para poder controlar la guerra.

- Las guerras no se controlan, se pelean y gana el mejor, para ser una reina no sabes nada de cómo dirigir un reino – le dijo Kiara aun molesta – es mejor que nos vayamos de aquí antes de que lleguen todos.

- ¿Qué es lo que nos has hecho madre? – la mire decepcionada.

- Pues solo le ha dicho a todo el reino que nosotros robamos la corona, que tu hermano Mark inicio la guerra solo porque quería poder y para cerrar les dijo a todos que somos unos traidores y nos buscan para matarnos – dijo Kiara sin dejar de ver a mi madre – esto es la guerra Isabel y yo solo defenderé a los que me apoyen – después de decir eso nos volteo a ver a mí y a Esther.

- ¿Cómo es que sabes todo eso? – Dijo la reina – para saber lo que dije tuviste que ver visto el pasado – yo mire a Kiara esperando que no dijera nada comprometedor.

- Yo lo veo todo – sonrió con Ironía – tengo todo lo que necesito para destruir tu reino y ahora más que nunca lo hare, te metiste con las personas equivocadas, gran reina de lo sobrenatural.

- Iré a decirle a mis hijos que preparen todo para irnos – dijo Esther y camino hacia la salida.

- No, no nos iremos de aquí – dije y mire a Esther.

- ¿Qué no permitiré que mueran mis hijos aquí por culpa de tu madre – dijo algo molesta.

- Gran reina – mire a mi madre – no es por nada pero lárgate de aquí, no eres bienvenida en esta casa.

- Hija, lo lamento tanto – dijo en su defensa.

- Disculpase no sirve de nada, así que vete – dije y le di la espalda, después escuche como salía de casa sin decir nada.

- ¿Qué planeas Esmeralda? – me pregunto mi hija.

- Siempre estuve obsesionada con la inmortalidad, incluso hice muchos experimentos y encontré un hechizo que está prohibido, nunca nadie se ha atrevido a usarlo porque dicen que puede ser peligroso – las mire a las dos.

- ¿De qué hechizo hablas? – me pregunto Kiara

- Es un hechizo de inmortalidad, para poder hacerlo debes probar...

- Sangre humana – dijo Kiara interrumpiéndome – se dé que hechizo hablas, pensé en hacerlo conmigo pero si lo hacía, no sabía si perdería mi magia ya que eso es en contra de la naturaleza y el equilibrio no debe perderse.

- Pero podría funcionar, de esa forma no tendríamos que escapar de nadie, porque no moriríamos, seriamos inmortales.

- ¿Estás segura de que funcionara? – me pregunto con algo de intriga Esther.

- Estoy muy segura podemos hacerlo solo con nuestros hijos, quizás y como dice Kiara pierdan su magia pero estarían a salvo.

- Yo no lo hare – dijo Kiara – no me arriesgare a perder mi poder, soy una bruja y quiero morir siendo una, puedo ayudarlas hacerlo ya que para eso necesitan canalizar algo con mucha energía que las ayude a completar el hechizo.

- Esta bien, lo hare todo por proteger a mis hijos – dijo Esther después de tomarse unos segundos para pensarlo – quiero que ellos puedan sobrevivir y mas que ahora todos nos buscan.

- Perfecto – fue lo que dije y las mire a ambas – lo haremos esta noche, pero no podemos hacerlo aquí los aldeanos pueden enterarse y todo puede empeorar.

- Yo tengo un lugar donde podemos hacerlo – dijo Kiara - antes de media noche nos veremos en el arroyo que está cerca de aquí de ahí las llevare al lugar.

- Bien hay que estar listas, hoy las cosas van a cambiar – suspire- y no sé si vaya hacer para bien.

- Lo será – sonrió Kiara amplia mente – Seremos invencibles y de eso me encargo yo, prepárense porque esta noche una nueva especie sobrenatural nacerá.