Como la mayoría de mis días, me encontraba en mi habitación practicando un poco de mi magia, cada vez aprendía mas, ya que gracias a las enfermeras pude conseguir nuevos grimorios, ellas no saben que soy una bruja aun que se les hace extraño que una simple niña de 13 años se interese por esa clase de libros pero para que no se preocuparan les dije que era algo de familia y que nos gustaban ese tipos de cosas, al parecer ellas se lo creyeron y me consiguieron mas grimorios, puede aprender mucho más que cuando lo hacía en casa.
Ya habían pasado 7 años encerrada en este manicomio, nunca recibía visitas, ya que mi familia desapareció mágicamente, nunca se comunicaron conmigo, me abandonaron y ya estaba resignada a eso. Una tarde que me encontraba en mi habitación una de las enfermeras llego.
-Kiara, tienes visitas – dijo la enfermera desde la puerta.
- ¿Visitas? Quizás se equivocaron – dije algo con fundida, ya que nunca nadie me había visitado pero recordé a mi familia y tenía la esperanza de que fueran ellos - ¿Quién es? – dije con mucha intriga.
- ¡Kiara! – dijo aquel hombre mientras entraba a la habitación.
- ¡John! ¿Qué haces aquí? – dije de inmediato.
- Bueno, yo los dejo solos – dijo la enfermera y se fue.
- como has crecido niña – me sonrió, camino hasta mí y me abrazo – me da gusto volver a verte pequeña.
- ¿Qué haces aquí? – volví a preguntar y me aparte de él.
- Quería verte, quería saber que estuvieras bien – lo mire algo confundida.
- Y para eso tuviste que esperar 7 años – dije con ironía.
- No podía arriesgarme a venir a verte, tu abuela me está buscando para matarme, he tenido que esconderme junto con m i manada en lo que encontrábamos mas aliados – acaricio mi rostro y sonrió levemente – pero ya no pude aguantar más, necesitaba ver que mi niña estaba bien.
- Pues como quieres que este, fui abandonada y olvidada – sonreí irónicamente – no te preocupes por mí, yo no soy tu responsabilidad.
- Te quiero como a una hija y no pienso dejarte más tiempo sola, se que quizás odias a tu madre porque te dejo aquí encerrada pero ella tuvo sus motivos, tenía que mantener a salvo a Tristán - dijo con tal de que no le echara la culpa a Esmeralda por abandonarme.
- ¿Ah, sí? que yo recuerde la noche del incendio fue hace 7 años, ella ha tenido la oportunidad de buscarme o por lo menos enviarme algún mensaje atreves de nuestra magia pero no lo ha hecho, tiene cosas más importantes que hacer – dije enojada y levantando un poco mi tono de voz.
- se que estas enojada, pero tu madre solo quiere el bien para ti – dijo intentando acercase a mí.
- Mi madre murió el día del incendio – le grite – y mi hermano, él intenta buscarme y te digo porque lo sé – lo mire a los ojos – porque he estado en la aldea en donde se encuentran y Tristán es el único que intenta regresar.
- ¿Qué? ¿Cómo es que los viste? – pregunto algo confundido.
- Bueno tenía que entretenerme en este lugar con algo, así que encontré un hechizo que hacía que pudiera en el lugar que quisiera, no físicamente pero si podía estar allí.
- ese hechizo es muy poderoso para una niña como tu – dijo algo preocupado – absorbe toda tu energía e incluso podría matarte.
- Se los riesgos, pero como no soy tan fuerte aun ellos no pueden verme y nunca puedo estar más de dos minutos – dije mientras caminaba por la habitación.
- Prométeme que no lo volverás hacer – dijo mirándome.
- Yo no te puedo prometer eso – dije en tono firme – ¿me llevaras contigo?
- No, no puedo, te pondría en riesgo y tu madre... ella se enojaría mucho – dijo sin verme a los ojos.
- Vale, entonces no veo el caso de seguir con esta conversación – después de decir eso camine hacia la salida y abrí la puerta –fue un gusto verte John, espero y no mueras cuando salgas de aquí.
- Kiara, prometo que volveré, te vendré a visitar siempre que pueda – dijo y camino hacia mí y me dio un beso en la frente.
- No, no quiero que vuelvas – lo mire a los ojos – con solo verte me recuerdas a ella, la gran Esmeralda Danworth. El día que vengas aquí es por una sola razón, que me sacaras de este lugar, mientras no te quiero ver – el me miro a los ojos y luego salió del lugar, y yo me quede ahí en mi habitación, tenía ganas de llorar con solo acordarme lo sola que he estado, pero no lo hice, limpie las lagrimas que brotaron de mis ojos y me jure no volver a llorar por la familia, ellos no se merecían mis lagrimas.
Ese día después de esa visita tome la decisión de convertirme en una gran bruja capaz de ser temida por todos, no permitiría que nadie me hiciera sentir mal. Empecé a utilizar la magia oscura, la que estaba prohibida por la reina y la domine tan bien como nunca nadie lo había hecho.
Pasaron los años y yo seguía encerrada en este maldito manicomio, ya tenía 17 años y había aprendido muchas cosas sobre los hechizos, podía hacer cualquiera sin problema alguno. John el hombre lobo, nunca volvió, no quiso ayudarme a salir y Esmeralda seguía sin dar señales de vida y esperaba que así siguiera hasta que cumpliera mi mayoría de edad y pudiera tomar la decisión de salir de este lugar, lo primero que haría es ir la a buscar y hacerla sentir tan vulnerable como me hizo sentir a mi cuando me encerró en este lugar.
ESTÁS LEYENDO
ANTES DE LA REINA.
Narrativa generalePelearán, matarán, sufrirán, habrá guerras, traiciones, sacarán lo peor de cada uno, no les importara matar a su propia familia a sus propios hijos; hombres lobos, brujas, sirenas, Doopelgänger, Banshee, hadas, duendes y vampiros peleando por una so...