HUE no me había despertado, sino la melodía de un piano.
Era extraño.
¿Era muy entrada la noche o ya era de mañana?
En el espacio las cosas sencillas se volvían tremendamente complicadas.«¿En qué momento conseguimos un piano?»
No lo recordaba, pero se escuchaba bien.
Quizá Quinn se estaba distrayendo, otra sorpresa en ella, otro talento oculto.Fui al lugar de origen de la melodía, sintiéndome como un sonámbulo, y llegué a una de las zonas más apartadas de la nave.
Mi sorpresa fue enorme al ver sentado frente al antiguo instrumento a Avocato, tocando dichas teclas con gracia.
Incluso estaba cantando.
Tenía ganas de hablarle, de saber qué hacía y dónde había aprendido a hacer algo así...pero no lo hice.
Quería escucharlo.
¿Por qué sentía que conocía esa canción? ¿Por qué tenía ganas de cantar?
—Yo siempre...pensaré en ti. Veo tu rostro mientras estos días pasan. Oh y el tiempo pasa tan rápido~...
—¡Oh, tan rápido~! Pero las memorias duran más...— canté, uniéndome al ventrexiano.
No lo pensé demasiado.
Nunca pensaba demasiado sobre nada.Me volteó a ver y le sonreí, acomodándome a su lado, recargándome contra el instrumento.
No quería mirarlo.
Quería concentrarme en la canción.
En su voz.—Verano Invierno, año tras año, tengo esta melodía dentro de mi
oído~
—Intento reiniciar todo, mantener una sonrisa contenta~...
—Pero tengo siempre recuerdos de ti en mi corazón...~
—No, no quiero estar solo ahora. Necesito alguien cerca de mí, y cariño podrías estar tan ciego~...
—Primavera Otoño, arriba y abajo, intento tanto escapar de ésta ciudad~...
—Creo que tomaré vuelo...~
—Tal vez mañana no ésta noche.— terminamos juntos, y las teclas dejaron de sonar, sus manos se detuvieron.Silencio.
—...No sabía que tocabas el piano.
—Sólo conozco algunas canciones. Se las cantaba a Little Cato, cuando tenía problemas para dormir...— contestó en voz baja, sin mirarme aún.
—Es linda.
—Lo es.Silencio.
—...me alegra que hayas vuelto.— dije, con los brazos cruzados y mi vista en el suelo. —Sano y salvo, quiero decir.
—Es bueno estar en casa, Gary.— esa respuesta me sorprendió.
Él, siempre tan rudo y decidido, impenetrable como el metal más fuerte, con nervios de acero...había dicho algo dulce.Reí y me atreví a mirarlo.
—¿Estás en casa?
—Aquí están las personas que amo, ¿no es así?— dijo, mirándome de una forma distinta, con una sonrisa que me erizó la piel.
—...Sí. Es así.
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Our Story
FanfictionDicen que cuando alguien entra a tu vida, la cambia para siempre. ...pero cuando lo conocí, mi vida cobró sentido. Nunca volví a ser el mismo. Y nunca fui más feliz...