- Amaia - susurró Alfred suavemente en el oído derecho de la joven haciendo que esta abriese un ojo.
Habían pasado toda la noche a la intemperie, acariciándose, sintiéndose todo lo cerca que no habían estado durante estas dos semanas. Casi había amanecido y Amaia se durmió en los brazos de su chico mientras este le acariciaba el brazo.
Sus miradas se encontraron y sus sonrisas aparecieron. Estaban cansados pero sabían que, si se iban a dormir, era tiempo que habían malgastado juntos, y querían aprovechar hasta el último segundo.
- Creo que tenemos que ir yendo a nuestras habitaciones para hacer las maletas y eso ¿no? - preguntó el catalán ronroneando en el cuello de la chica.
- Mmmmno - sentenció Amaia moviéndose de la postura que tenía y poniéndose a horcajadas de Alfred - quiero quedarme aquí, así para siempre ¿puedo? - dijo mientras abrazaba su pecho y alzaba su mirada en busca de la de su chico.
- Jajajajaja ojalá pudiese ser eso así, pero necesito trabajar en mi disco y tú en el tuyo - admitió el joven - solo unos días y nos volveremos a ver ¿vale? - intentó convencer a Amaia
- Se me va a hacer muy duro, Alfred - dijo con un tono sensual mientras se mordía el labio provocando que la temperatura del chico subiese incontrolablemente.
- Amaia, ya está bien - dijo con tono gracioso mientras cogía la cara de la joven entre sus dos manos previamente para depositarle un suave beso en sus labios - a mí también me va a costar, pero esto pasará, no te preocupes, titi - confesó el joven.
La chica se sonrojó ante el mote cariñoso por el cual la había nombrado y le volvió a abrazar.
Pasaron las horas restantes del amanecer retomando las costumbres de la noche anterior. Alfred le acariciaba el pelo a Amaia mientras que, esta le acariciaba el brazo.
Se hizo la hora de ir a sus habitaciones y se despidieron con suaves besos y un 'te voy a echar de menos' por ambas partes.
Amaia llegó a la habitación, estaba en completo silencio y se asomó hacia las camas para ver si interrumpía algo. En absoluto, estaba Cepeda mirando al techo mientras Aitana reposaba la cabeza en su pecho profundamente dormida. Él estaba despierto y saludó a Amaia que decidió salir de allí y dirigirse a desayunar para dejarles intimidad.
'Ya organizaré mis cosas luego' se autoconvenció.
Allí no se encontraba ninguno de sus compañeros, pues era demasiado pronto para ello. Al que sí que vio fue a Tinet, lo saludó, pero decidió no sentarse con él, pues su contrato ya había finalizado y, además quería estar tranquila para pensar sobre Alfred y, sobre todo, sobre Aitana. O esa era su idea.
Cogió todos los alimentos necesarios para saciar su hambre matutina y tomó asiento.
'No sé qué va a pasar en un futuro, lo que sí que tengo claro es que mi presente lo quiero disfrutar con él' decidió Amaia mientras daba un mordisco a su tostada.
- Yo creo que el contrato está funcionando - escuchó decir a Tinet que se encontraba a dos mesas de la suya.
Esa frase alertó por completo todos su sentidos. 'Cómo que contrato, ¿hay alguien más pringado por culpa de Universal?' Se planteó la joven.
- A ver - continuó el director de Universal - que el chico aguante lo que tenga que aguantar, de momento lo veo bien, la chica no sospecha nada, eso sí, hasta antes del Bernabéu que no diga de paralizarlo porque será un 'no' rotundo, ¿está claro? - zanjó seriamente.
A la pamplonica se le había ido cualquier sentimiento de hambre, pero no iba a moverse de esa silla hasta saber hasta el último punto del contrato del que hablaba esa gente.
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¿Truco o trato? | ALMAIA
FanfictionAlfred y Amaia son dos jóvenes unidos por un contrato, en el cual está escrito que deben hacerse pasar por pareja durante el programa donde serán participantes, Operación Triunfo. Pero este se ve alargado por el festival de Eurovisión haciendo que l...