Capítulo 25

1K 95 14
                                    

Para empezar

Diré que es el final

No es un final feliz

Tan sólo es un final

Pero parece ser que ya no hay vuelta atrás


Hacía apenas unas horas que Amaia pronunciaba esas palabras, en el concierto del Santiago Bernabéu, sin saber lo identificada que se iba a sentir unas horas más tarde con ellas.

Planta Tercera

Amaia en el pasillo, estupefacta.

Alfred dentro de la habitación, sorprendido con la presencia de la chica.

Nadie reaccionaba, ninguno de los dos tenían claro qué decir. Amaia se quedó paralizada, no sabía cómo reaccionar.

Alfred dio el paso y corrió hacia ella para situarse enfrente, posó sus manos sobre los hombros de la chica.

- No es lo que parece, Amaia - pronunció pausadamente a la par que nervioso por la situación en la que estaba la joven.

Amaia, por su parte, no escuchó sus palabras, sus oídos se taponaron, su vista comenzó a nublarse y sentía que se desvanecía. No había remedio, era caerse desplomada en el suelo o sacar todo lo que tenía dentro y, Amaia, no era tan débil como para no saber afrontar esa situación.

- ¿Qué no es lo que parece, eh? - escupió mientras empujaba a Alfred contra la puerta de la habitación, ya cerrada por Tinet - Dime que, no parece que estabas hablando de un contrato, dime que, no parece que me has mentido, dime que, no parece que has sido un falso, dime que, no parece que - sorbió su nariz - que no parece que has jugado conmigo. ¡Dímelo! - gritó alejándose cada vez más de él.

Amaia mostraba todo el dolor que estaba sintiendo. Su maquillaje estaba todo corrido por causa del mar de lágrimas en el que se habían convertido sus ojos. Su voz, cada vez más, rota, a causa del nudo que tenía en la garganta. Y su cuerpo, totalmente, derrotado por culpa del chaval que se encontraba a unos centímetros.

La cara de Alfred definía la impotencia que estaba sintiendo en esos momentos. Sus ojos amenazaban en convertirse como los de Amaia. Y la voz ya le temblaba.

'Joder' - pensó el muchacho - 'necesito que sepa que no es así'.

- Amaia no lo es - comenzó respondiendo el chico antes de que se desbordasen sus lágrimas - no lo es.

- ¡Deja de mentirme! - avisó la joven - no me contestes, no me hables, no te quiero volver a ver nunca más. ¡No te quiero! - espetó, sin pensar, la chica mientras cerraba los ojos derramando más lágrimas y caminaba hacia atrás.

Se apoyó en la pared de enfrente y fue deslizando poco a poco su espalda por esta mientras susurraba 'no te quiero' repetidas veces. Quedó sentada, derrotada, abrazó sus piernas intentando encerrarse en ella misma y que lo de su alrededor desapareciese por completo, pero eso no iba a ser así.

- Yo sí que te quiero - dijo entre sollozos Alfred provocando aún más llanto en la muchacha.

El joven, poco a poco, fue acercándose a ella, se posicionó a cuclillas en frente. Acercó su mano al brazo de esta y lo acarició cuidadosamente mientras que, con la otra mano, quitaba sus propias lágrimas que no cesaban.

Sin dudarlo dos veces, la abrazó.

Necesitaba tenerla cerca.

Necesitaba sentir que no se estaba alejando de él poco a poco, que aún la tenía.

¿Truco o trato? | ALMAIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora