— ¡No!— gritaron Shawna y Parry al unísono.
—No vas a llevártela —gruñe Parry colocando a Iris detrás de él.
—Sacerdotisa —intervengo—, no hemos aclarado los términos del acuerdo y, si es a Iris lo que quiere a cambio, no habrá acuerdo —sentencio observando a una Iris completamente asustada.
—Creo que no está entendiendo, Cadwallader —habla la sacerdotisa llamada Katherine.
—No —le interrumpe Shawna—. Usted es la que no entiende, no queremos su ayuda, por ende, puede volver por donde vino —no estoy seguro si Shawna conoce lo peligroso que es hablarle de esa manera a un druida, pero, si lo hace, no parece interesarle. La sacerdotisa sonríe.
—Eres una banshee muy poderosa, pero no subestimes a una sacerdotisa —le advierte.
—Nosotras no queremos quitarle a su vidente —entona la sacerdotisa Florencia.
— ¿Entonces? —cuestiono.
—Queremos enseñarle cómo usar sus poderes, queremos que se quede con nosotras, en nuestro templo por el tiempo necesario —explica.
—Eso significa llevársela. Y no pasará —dictamina Parry. La sacerdotisa Katherine suspira visiblemente.
—Ella pertenece a nuestra cultura, su poder y su esencia son parte de nuestro templo. Iris necesita aprender a controlar sus visiones, necesita saber cuándo darles importancia y cuando no —ella observa a Iris y se acerca un poco más a ella provocando que Parry apriete los dientes—. Te duele cuando tienes esas visiones, ¿verdad? No puedes controlar su presencia, ni mucho menos el momento en que aparecen. Ya casi no duermes, estás muy cansada y la jaqueca, nunca desaparece por completo —Parry observa detenidamente a Iris al escuchar el diagnóstico de la sacerdotisa. Katherine posa sus ojos en él—. La has ayudado mucho, Bowen, pero no habías imaginado que no era una simple vidente; ella es un druida y sabes bien que necesita de nuestra ayuda —ella deja de observar a Parry para mirarme a mí—. Tienen hasta mañana a la medianoche para tomar una decisión —anuncia.
—Piensen bien lo que decidan —dice Florencia mirando significativamente a Iris y a Parry—, si ella no obtiene nuestra ayuda, su dolor no cesará. Piensen en lo que ella necesita, no en lo que ustedes quieren —dicho eso se coloca la capucha de su túnica y, con paso lento, se coloca al lado de la otra mujer, la cual también se había colocado su capucha.
—Piensa bien si quieres seguir sintiendo dolor, Iris Kane —entona la otra sacerdotisa antes de que ambas desaparezcan de nuestra vista.
—Prefiero matar a Tristán y vivir con la culpa que dejar que te lleven —decreta Shawna tomando la mano de Iris.
Pero, los ojos de Iris decían otra cosa, ella, ahora estaba confundida y, puedo notar la lucha interna que sostiene.
—Hablaremos de esto al llegar a casa —anuncio antes de comenzar a caminar.
—No hay nada de que hablar —refuta Shawna.
Pero, no le respondo, hay mucho de que hablar y, Parry también lo sabe, porque si fuera de otra manera, él estaría como Shawna mascullando que no se llevarán a Iris. Él sabe que las sacerdotisas tienen razón y estoy seguro que, después de todo lo que dijeron, él la está mirando con otros ojos y notando el cansancio impreso en el rostro de Iris; algo que, debo aclarar, yo tampoco me había dado cuenta hasta éste momento. Y no necesariamente porque no nos interesemos en ella, sino, simplemente porque han pasado muchas cosas y ninguno de nosotros está muy bien actualmente. Diga lo que diga Shawna, va a terminar siendo Iris quien tome la decisión, pero no dejaré que la tome sin pensar en todas las consecuencias.
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Ivor
FantasiTodas las personas anhelan la eternidad, temen el morir. Pero nadie sabe que esa eternidad que todos desean, no es más que una maldita maldición. Y se vuelve mucho peor cuando te quitan a tu verdadero amor por siglos indefinidos. ://litnet.com/es/b...