—¿Te encuentras bien... Lucas?
"Jamás lo estuve, ¿cómo podía estarlo? Si la mujer que me dio la vida ya no está y tú te alejas de mí con cada paso. Eres mi amiga, no quiero destruir eso por estos sentimientos."
—No puedo huir de algo que me persigue, es mi deber, lo acepto.
—No te exijas tanto, eres fuerte, humilde, proteges a los tuyos y velas por ellos, tienes un bello corazón —decía Ambar tratando de sonriéndole—, eres un gran amigo...
Un cálido abrazo por parte del castaño la envolvió. Pese al lugar tan tétrico donde se encontraban, el cementerio frente a la tumba de la madre de Lucas, sus pensamientos salieron por un momento del dolor.
—Tú podrás, siempre has podido. —continuo ella.
—Gracias por estar conmigo...
—No estás solo.
"¿Cómo podía ser tan perfecta y no verlo?"
—Tú también podrás.
—En nosotros esta seguir, ¿no? —cuestionaba él mirándola fijamente.
—Siempre lo estará.
"Eres mi yo del sexo opuesto", así era como se definían el uno al otro. Con los mismos miedos y temperamentos, las mismas ilusiones y puntos de vista. Comprenderse no era difícil. Lucas lo tuvo todo, menos el tiempo de su padre, Ambar creció con todo lo necesario, un ejemplo de madre y una vida feliz a su lado, pero con un padre ausente e indiferente. Ambos poseían diferentes bienes a sus 22 años, él estaba en sus inicios como socio de "Construct", ella, su beca al extranjero y un futuro brillante en Inglaterra como periodista; tenían todo lo necesario para ser plenamente felices, pero eso no era suficiente por todo lo que dejaban atrás.
Tener una vida acomodada e intentar ser inmune a eso era casi imposible, casi, solo porque él lo intentaba a diario. Nunca le prestó atención a los beneficios que tenía ser parte de la familia propietaria de "Construct". Fue criado por una mujer con su misma visión, aprendió de ella que lo más importante no era el dinero, sino los valores y la familia, que debía, aunque fuera complicado; hacer crecer la empresa que sus familiares por tantos años habían forjado, sin embargo ella no estaba.
Ambar se aportó un poco de él, reconocía que necesitaba su espacio para llorar y hablar con Jessica.
Mamá, si me vieras haciendo locuras por una chica... Me enseñaste a amar, a luchar por lo que siento y creo correcto, a no tener miedo de llorar y necesitar a otros. Quiero hacerla feliz, así como ella me hace feliz. Hoy entiendo todo lo que me decías: "no solo de pan vive el hombre, sino también de lo que cae del cielo", y yo quiero vivir por tu legado y ella, por quien soy y lo que siento. Hare que te sientas orgullosa, seré fuerte; te lo prometo.
—Ambar.
—¿Sí?
—Acepto, me iré contigo a Inglaterra.
La sonrisa entre lágrimas de la chica era todo lo que él necesitaba obteniendo un sentimiento tan amargo como dulce, tan real como doloroso y a la vez pleno.
Contexto:
Un drabble... Para los que no conocen el término, son historias o fragmentos cortos que no pasan más allá de las 500 palabras y tienen un mínimo de 100. Puede tratar sobre cualquier tema o cosa que se te ocurra. En este caso el escrito debía incluir la frase: "No solo del pan vive el hombre, si no también de lo que cae del cielo"
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Vidas a través de Tinta y Papel
General Fiction¿Estás seguro/a de qué la realidad supera la ficción? ¿En verdad lo díficil no es saber que todo es posible sino creérnoslo? ¿Confias en qué tu felicidad solo depente de ti? De no tener la respuesta a estas preguntas todas se encaminan a la palabra...