Capítulo 7

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Christopher:

Carlos y yo caminamos hacia la entrada de la escuela, nos dirigimos a nuestros casilleros. Coloque mi contraseña y lo primero que hice fue buscar si había alguna nota dentro, sonreí cuando encontré una. La desdoblo, pero mi ilusión queda por los suelos al darme cuenta de quien trataba.

Necesitamos hablar. Te espero en el patio cuando sea hora del descanso. –Nancy.

Hago bolita el papel y lo echo al bote de basura que está a lado de mí, Carlos me observa y cierra su casillero para acercarse a mí.

- ¿Novedades? –pregunta.

- Nancy quiere hablar conmigo, pero la verdad no me interesa.

- ¿Por qué no?

- Porque no me gusta la actitud que ha tomado. No es nada a comparación de la Nancy de hace un año.

- O tal vez, está dando su verdadera cara. Chris, todos sabemos que cuando queremos conseguir algo podemos fingir ser alguien que no somos, hasta obtenerlo ya sacamos nuestras garras.

- Ya lo sé. –busque entre mis cuadernos del casillero a ver si se encontraba alguna otra nota, pero nada.

- ¿Qué tanto buscas? –frunce el ceño.

- Algo... -murmuro desanimado.

En realidad Carlos no sabe nada de mi anónima secreta, no sé si contárselo, tengo miedo a lo que me pueda decir. Él es muy realista cuando se lo propone y siempre va directo al grano, sé que me dirá que esto de las notas podría ser alguien que quiere jugar conmigo, pero yo siento que no es así.

- Chris, dime ahora mismo que me estas ocultando. –se cruza de brazos seriamente.

Lo observe y cerré mi casillero para después recargarme en él.

- Hace unos días atrás comencé a recibir notas diciéndome frases muy lindas. Cada día es algo diferente, su forma de escribir es tan delicada y detallista. Nadie me había dicho cosas tan tiernas como esa persona. –sonrió algo tímido.

- Dios mío. –murmura mirándome detalladamente-. Tus ojos acaban de brillar mientras me decías eso y estas sonriendo tímidamente, solo actúas así cuando alguien te atrae y no te puede atraer unas notas porque no sabes si es una chica o chico, si es algún tipo de acosador o solo una simple broma. –se cruza de brazos.

- Justo por esto no quería decirte, sabía que me dirías esto.

- Porque tengo razón y lo sabes perfecto. –me apunto con su dedo de forma acusadora.

- Si, sé que puedes tener razón. –sonrió ligeramente-. Pero algo me dice que no es así. Presiento que es una chica realmente linda, que está buscando la forma de llamar mi atención.

- Y lo está logrando. –Dice en forma de confirmación-. Muéstrame alguna nota, quiero leerla.

No dije nada, solo abrí mi casillero y busque entre mis cuadernos hasta encontrar el cuaderno donde guardo todas las notas. Hasta ahora he recibido cuatro, una de ellas fue la razón por la que discutí con Nancy el otro día. Se la extendía a Carlos, la tomo y lee en voz alta.

- Todas las mañanas te veo entrar a la escuela con una hermosa sonrisa, la misma sonrisa que daría lo que fuera para que me la dedicaras a mí y solo a mí. Esa sonrisa que sueño todas las noches. No sabes cuánto me gusta mirarla. –Observo algunos segundos la nota-. Lo único que te diré... -me entrego la nota-. Es que esa persona está realmente enamorada o enamorado de ti.

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