Capítulo 25

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Christopher:

Tuve problemas con algunos profesores que no aceptaban trabajos o proyectos semanas antes de la entrega oficial, al final lo pude resolver y pude tener todo en orden. Camine con una caja directo a mi casillero y coloque la contraseña para comenzar a sacar todas mis cosas. Deje la caja en el suelo y comencé primero con despegar las fotografías e imágenes que tenía dentro de mi casillero, reí ligeramente al darme cuenta que una foto de Carlos y juntos abrazados venia pegada con un chicle. Me acuerdo perfectamente en el momento que le quite el chicle y lo pegue atrás de la fotografía.

- No vas a creerlo, no vas a creerlo. –dice Carlos caminando a mi dirección y parecía muy emocionado.

- ¿Qué ocurre? –rio ante su emoción mientras coloco la contraseña a mi casillero.

- Una chica de último año me invito a su casa a ver películas. –sonríe victorioso-. Claro, tú sabes la definición de ver películas. –dice entre comillas.

- Si, no necesito descripción gráfica. –digo divertido.

Al momento de abrir el casillero se cae al suelo una fotografía, me agacho y me encontré con la foto que hace un par de días había pegado de Carlos y yo juntos.

- Si no quieres nuestra foto, solo dime y no la tires. –dice Carlos mientras saca un chicle de uno de sus bolsillos de la mochila y comienza a masticarlo.

- Cada rato se cae, no quiere sostenerse. –busque entre mis cosas algún pegamento o cinta adhesiva.

- ¡Mira! –comienza a golpearme el hombro y volteo a verlo-. Es la chica que te digo. –le sonríe coquetamente mientras mastica su chicle y hace pequeños globos. Uno de sus métodos de coqueteo y siempre se sale con la suya, ya que la chica le sonríe mientras le guiña un ojo.

Observo la chica no serle indiferente, después veo la fotografía y por ultimo mire la boca de Carlos donde tenía el chicle. Lo tome por la nariz haciendo que él se sobresaltara y abriera la boca, tome su chicle y me dio un poco de asco ya que estaba húmedo pero no me importo. Por último, volteo la fotografía y coloque el chicle detrás, después lo pegue en el casillero.

- Eso definitivamente no me lo esperaba de ti. –dice sobándose su nariz y voltea a ver la chica que nos observa confundida-. Algo me dice que no tendré noche de ver películas. –frunce el ceño hacia mí y eso solo hizo que riera.

Sonrió mientras el loco recuerdo invadió mis pensamientos. Deje la fotografía dentro de mi mochila. Después de dejar mi casillero limpio de fotografías o algún tipo de decoración, procedí a tomar mis cuadernos y libros, los comencé a dejar en la caja. Al momento de tomar un cuaderno resbalo un sobre blanco, me agache y lo tome.

- Oye, hermano. –la voz de Carlos me hizo voltear-. ¿Vas a querer que mañana vaya a tú casa para ayudarte a empacar?

- Claro. –Murmuro y guarde la carta en mi mochila-. ¿Pero estás seguro?

- Si, ¿Por qué no?

- Bien. –sonrió ligeramente.

Carlos no es muy sensible, pero cuando algo realmente le duele se puede considerar la persona más llorón de la existencia. Estoy seguro que mañana no será la excepción.


Mi mamá se quedara por unas semanas aquí en Arizona, solo mi padre y yo viajaremos a Boston. Si llegara aceptar a mi padre en el nuevo trabajo que solicito, vendrá por mi madre y empacaran juntos todas las cosas, también mandaran un camión de mudanzas. Por ese motivo no empacare gran cosa, solo lo más indispensable, toda mi ropa, algunos accesorios, incluso fotografías, eso sí que no las debo de dejar.

El Secreto de Amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora