El Secreto de Amarte

Capítulo 9

Christopher:

¿Por qué me he portado de esa manera? No lo sé, solo fue un impulso que no pude evitar hacer.

Durante este fin de semana, cada vez que iba a la casa de Carlos, el maldito de Alex se encontraba ahí bailando con Melanie o estudiando alguna materia, el punto aquí es que parecía que se la mantenía viviendo en esa casa. Marcela parece agradarle demasiado Alex, no lo trataba como a mí me trata, pero aquí hay una gran diferencia: A mí me conocen de muchísimos años, aproximadamente 8 años.

- ¿Qué tanto piensas? –pregunta Carlos.

- Nada.

- Ya pareces vieja. Si dices que no es nada, es porque pasa muchas cosas por tu cabeza.

Quite unos segundos mi mirada de la carretera para mirarlo algo serio, el solo estaba con una sonrisa.

- Ya admite que estas muy pero demasiado celoso por Alex. –habla Carlos nuevamente.

- Claro que no.

- ¿Entonces por qué le hablas de esa manera a Melanie?

- Porque si, comienza hacer una persona que no es de mi agrado.

- Eso ni tú te lo crees. –Ríe y me golpea el hombro-. Prácticamente vives en mi casa, convives un poco con mi hermana desde hace años y justo ahora no es de tu agrado, que gran estupidez.

- Carlos, no quiero hablar ya de tu hermana. –murmuro.

- Procurare no decirte ya absolutamente nada del tema, se ve que te saca de quicio, además, tu eres demasiado terco y cuando algo se te mete a la cabeza nadie te saca de eso.

- Tú también eres así, no te quejes. –di vuelta por una calle y vi a Nancy caminar.

- Mira ahí va tu ex novia.

- Me da la misma. –pasamos frente a ella y la ignore.

- Si quieres olvidar a mi hermana, podrías volver a intentarlo con ella.

- El viernes dijiste que sería una estupidez recomendarme eso.

- Acabas de confesar que si sientes algo por Melanie. –dice emocionado.

- Ya cállate. –digo molesto.

- Has lo que quieras pues. –suspira-. ¿Me dejas en la casa de Sofía? –cambia de tema.

- ¿Para qué?

- Que chismoso. –bromea-. Es que tengo un pequeño obsequio para ella. –Dice sacando una cajita larga de color rojo y me sonríe mientras me lo muestra-. Quería dárselo en la escuela pero mejor prefiero esperarla en su casa y darle la sorpresa.

- Eso es algo que nunca hubiera esperado de ti. No eres de dar regalos.

- Si, ya lo sé. –se queda unos segundos callados-. Solo que si estoy tratando de cambiar ¿sabes?, Sofía cree que solo quiero jugar con ella pero no es así, la quiero en realidad lo hago.

- Ya no sé si creerte yo también, hermano. Me has dicho que durante todos estos años estás enamorado de Sofía, pero seguías acostándote con demás chicas. ¿Tú crees que Sofía viendo eso va a darte la confianza necesaria para una relación seria?

- Soy un idiota y lo reconozco. Pensaba que ligando con otras chicas la sacaría de mi cabeza, pero no funciono y solo provoco alejarla más.

Me estacione en la esquina de la calle donde vive Sofía y volteo a ver a Carlos.