Capítulo 21

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Christopher:

Es Noche buena.

Se supone que debería estar arreglándome para esta maravillosa noche. ¿En cambio que estoy haciendo? Acostado en mi cómoda cama, mientras golpeo el techo con una pequeña pelota. Pude notar que estoy haciendo un hueco al tamaño de la pelota pero sin importarme sigo aventando la pelota.

El ruido de unos tacones resuenan en el piso y segundos después aparece mi madre en mi habitación. Levanto la mirada y sonrió al ver lo hermosa que se mira mi madre. Lleva un elegante vestido negro hasta un poco más debajo de sus rodillas, definitivamente ese vestido hacen resaltar las curvas femeninas de mi madre.

- Te vez muy hermosa, mamá. –me senté en la cama mientras la admiraba.

- Gracias, cariño. –Se acercó a mí y me deposito un beso en la frente-. ¿Por qué no estás listo? –apunto hacia mi traje que se encontraba descansando encima de la silla de mi escritorio.

- No quiero ir. –susurro.

Como todos los últimos años, pasaremos esta noche en la casa de los Andrade. Mi madre estuvo toda la tarde en la casa de Melanie ayudando a Marcela con la cena de esta noche. Se perfecto que si voy, solamente abra problemas, yo lo único que quiero es que tengan una excelente noche.

- Hijo, no te estoy preguntando. Vas a ir con nosotros. –Se cruza de brazos-. ¿Crees que la pasare bien sabiendo que mi hijo está aquí solo en una noche como esta?

- De todas formas nunca se han preocupado por mí. –lo digo sin pensar y cerré mis ojos inmediatamente al darme cuenta de la estupidez que dije.

- ¿Eso crees? –Se sentó a mi lado y no dije nada-. Se perfecto lo que piensas, estoy segura que tienes cierto rencor hacia tú padre porque se la pasa más en el trabajo que con su familia, se también que a veces me preocupo más por mi figura que por ti. Pero eso no quiere decir que no te amé o que no me dé cuenta cuando tienes problemas, soy tú madre, te conozco muy bien.

- No quiero hablar de eso, discúlpame por lo que dije. –Suspiro-. Tengo muchas cosas que pensar y no quiero más complicaciones en mi vida.

- Apenas tienes 19 años, hijo. –sonríe tiernamente-. No tienes complicaciones, eres joven y crees que con el primer problema que tienes se te acabara el mundo. Lo único que tienes que hacer es tomar una decisión fuerte donde involucra tu futuro.

- Ahí está el problema. –Mire hacia mis manos-. Recibí un correo diciéndome el calendario de Harvard, me tendría que mudar en Abril para Boston, ya que es el mes de las inscripciones y cuando me asignaran una habitación en la residencia.

- Pero tus estudios aquí acaban en Mayo, para principio de Junio es tu graduación.

- Tendré que adelantar todas las materias, platicarles a los maestros mi situación y sobre la graduación... no iré.

- Has lo que creas conveniente.

Me quede callado unos segundos y alzo la mirada para observarla directamente.

- ¿Y si no me voy? ¿Si le digo a Melanie que estoy enamorado de ella? Si me corresponde, yo me quedaría por ella, si Melanie me lo pide, lo hare porque la amo.

- Eres todavía muy joven, ¿estas cien por ciento seguro que la amas tanto para permanecer a su lado toda la vida?

- Sí. –dije sin dudarlo-. He estado enamorado de ella desde que tengo 10 años, al verla cruzar la calle con su lindo vestido me quede tan quieto, pensé que era una muñeca de porcelana que no quería quebrar. Siempre he querido protegerla, porque es mi pequeña.

El Secreto de Amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora