love to give

Patrick Jane

Miraba con atención a la mujer que estaba frente a él, quien no dejaba de dar un discurso el cual se le estaba haciendo aburrido y tedioso. Aunque no por eso significara que no prestaba atención, aunque debía admitir que su mirada se dirigía a cierto acompañante rubio de la mujer quien se había presentado como Patrick Jane, el cual estaba más enfocado viendo los cuadros que tenía en su oficina.

-¿Entonces?

Dejo de mirar al rubio para enfocarse en la mujer, quien si no mal recordaba se apellidaba Lisbon.

-Déjeme ver si entendí, quiere que uno de sus agentes me acompañe a la fiesta de gala además de proporcionar acceso de mis satélites para la captura de un asesino que pone en peligro la seguridad de quienes asistirán al evento, incluido yo.

-Exactamente.

-Lo permitiré, pero mi asistente acompañara al agente que usara mis satélites.

La expresión de la mujer era de molestia total, muestra clara de que no estaba contenta con su comentario.

-Es claro que es alguien paranoico.- escucho decir de aquel rubio.

-Un poco y sin ofender, pero necesito un seguro. Quizás su agente sea alguien honesto pero en mi trabajo no debo confiar en nadie, después de todo hay gente cercana que sin pensarlo te apuñala por la espalda.- comento eso mientras recordaba a Stane.

-De acuerdo.- Concedió la mujer, al parecer debía tener algo de conocimiento a su situación con el antiguo amigo de su padre.

-En cuanto a mi acompañante.

-Descuide seré yo quien...

-Quiero que él me acompañe.- interrumpió mientras señalaba al rubio.

-¡¿Qué?!

Tony quiso reírse ante la expresión que aquellos dos le daban, pero mucho más la mujer, parecía no creer que esa petición salió de su boca. Solo pudo sonreír ante la expresión de derrota de la mujer, era claro que cualquier intento seria ignorado por él, además imaginaba que no deseaba arriesgar la "amabilidad" que estaba mostrando.

-De acuerdo.- respondió la mujer.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

El evento estaba repleto de gente importante pero aun así no era difícil notar a Tony Stark acompañado de un apuesto rubio, los fotógrafos no dejaban de observarlos y tomarles fotografía a cada acción que ese par hiciera.

-Sabía que eras importante, pero no creí que tanto.

-¿Te refieres a los fotógrafos? No es por mí, supongo que están intrigados contigo.

-Imagino que la gente ya no se sorprende en cuanto a tus parejas.

-Bingo. Aun así les es raro, Pepper mi asistente es quien siempre me acompaña.

-¿Puedo preguntar porque yo?

-Tu amiga me recuerda a mi asistente y tú te vez más divertido.- se encogió de hombros restándole importancia.

Patrick miraba a Tony pues claramente su respuesta era una mentira, pero suponía que siendo que Lisbon, Cho y Rigsby escuchaban todo mientras esperaban respuesta de Van pelt para dar con el asesino, no contestaría como esperaba.

Así que por un buen rato se dedicaron a hablar de cosas sin importancia, incluso tuvieron que bailar lo cual fue de interés para los reporteros presentes, no mucho después de eso Patrick recibió un aviso de Teresa donde habían aprendido al sospechoso, apagando el comunicador.

-¿Qué paso?- cuestiono Tony.

-Al parecer el trabajo fue éxito.- respondió Patrick. – Ahora estamos solos.

-Entiendo. Así que...

-¿Por qué me escogiste?

-Porque tú eres paranoico igual que yo ¿no? Puedo ver que estas aquí pero tú mente te lleva a algún recóndito donde solo puedes estar.

-¿Me investigaste?

-Por supuesto, pero solo de manera superficial, cuando supe de que iba no leí más allá. No es algo en lo que deba indagar, aunque comprendo el sentimiento de pérdida. Pero no creo que el comparar la perdida de mis padres con la de tu esposa e hija sea lo mismo.

-¿Aun así insinúas que somos iguales?

-¿Eso crees?

-¿Me dirás que debo abandonar mi búsqueda de venganza? ¿Qué debo ser feliz con alguien más?

-Solo te diría que si deseas puedo acompañarte en tu búsqueda si lo deseas.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

En aquella habitación se escuchaba los gemidos ahogados, mientras la noche era testigo de aquellos cuerpos fundiéndose como uno, quienes disfrutaban de caricias y besos mientras el éxtasis, la pasión y lujuria estaba con ellos.

Tony jamás se había sentido de esa manera con ninguna mujer u hombre, y Patrick por primera vez en mucho tiempo se permitió olvidar todo aquello que cargaba, tan solo para disfrutar del cariño que aquel castaño le brindaba con sus caricias.

Cuando terminaron ambos durmieron abrazado, disfrutando la calidez del otro. A la mañana siguiente Jane fue el primero en despertar y observo al hombre que estaba a su lado durmiendo tranquilamente.

Patrick por un momento recordó a su esposa, a su hija y su venganza. Pero también sabía que ellas en vez de reprocharle estarían felices, aun así deseaba atrapar al responsable de su muerte. Se los debía, él era responsable de su muerte, pero ahora también podía decir que tenía un nuevo motivo además de su venganza, sabía que al final de esto, habría un motivo por el cual continuar.

Quizás era muy apresurado a pensarlo, pero le gustaría que sería así.

-Si me vez de esa manera pensare que quieres seguir con lo de anoche.

Patrick rio suavemente al darse cuenta que su acompañante había despertado aunque mantenía cerrado los ojos.

-Bueno es claro que quien quiere seguir eres tú y no yo.- respondió al sentir las manos de Tony sobre su pecho.

-Que te puedo decir, eres demasiada tentación sin ropa.- contesto mientras por fin abría los ojos.

-Es bueno saber eso. Aunque es una pena porque pronto tendré que marcharme.

-Cierto.- respondió algo desilusionado Tony. – Debes volver a tu trabajo.

-Si. Pero... si no estás ocupado mañana quisiera comer contigo. Digo, si puedes.

Ahora fue el turno de Tony de reírse suavemente, mientras miraba con felicidad a Patrick.- Me encantaría.

-Por ahora tendré que tomar un recuerdo tuyo para aguantar la espera.- susurro Patrick mientras acercaba sus labios a uno de los pezones del castaño.

-Me parece bien.- respondió Tony, mientras gemía bajamente ante las caricias del rubio.

No sabían que les deparaba el futuro pero disfrutarían sus momentos juntos, y aun así tenían la sensación de que su encuentro fue todo menos casualidad, pero mientras estuvieran juntos, no importaba.