𝚌 𝚊 𝚝 𝚘 𝚛 𝚌 𝚎

1.4K 123 0
                                    

═════════ ❃ ═════════

═════════ ❃ ═════════

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

═════════ ❃ ═════════

La inesperada valentía y determinación del profesor Quirrell logró sorprenderme. En las semanas que siguieron se fue poniendo más delgado y pálido, sin embargo parecía que su voluntad no iba a ceder. Cada vez que pasábamos por el pasillo del tercer piso, Ron, Hermione y yo colocábamos las orejas contra la puerta, para ver si Fluffy estaba gruñendo, allí dentro. Tuvimos cuidado de no levantar sospechas de Will pero a él parecía importarle un espárrago lo que hiciéramos. Seguía molesto con nosotros y su indiferencia me inquietaba muy en el fondo.

Snape seguía con su habitual mal carácter, lo que seguramente significaba que la Piedra estaba a salvo. Cada vez que me cruzaba con Quirrell, le dirigía una sonrisa para darle ánimo, y Ron le decía a todos que no se rieran del tartamudeo del profesor.

Hermione, sin embargo, tenía en su mente otras cosas, además de la Piedra Filosofal. Había comenzado a hacer horarios para repasar y a subrayar con diferentes colores sus apuntes. A Ron y a mí eso no nos habría importado, pero nos fastidiaba todo el tiempo para que hiciéramos lo mismo.

—Hermione, faltan siglos para los exámenes—me quejé.

—Diez semanas —replicó Hermione—. Eso no son siglos, es un segundo para Nicolás Flamel.

—Pero nosotros no tenemos seiscientos años —le recordó Ron.

—De todos modos, ¿para qué repasas si ya te lo sabes todo?—le dije frunciendo la nariz.

— ¿Que para qué estoy repasando? ¿Estás loca? ¿Te has dado cuenta de que tenemos que pasar estos exámenes para entrar en segundo año? Son muy importantes, tendría que haber empezado a estudiar hace un mes, no sé lo que me pasó...

Pero desgraciadamente, los profesores parecían pensar lo mismo que Hermione. Nos dieron tantos deberes que las vacaciones de Pascua no resultaron tan divertidas como las de Navidad. Era difícil relajarse con Hermione al lado, recitando los doce usos de la sangre de dragón o practicando movimientos con la varita. Quejándonos y bostezando, Ron y yo pasábamos la mayor parte de nuestro tiempo libre en la biblioteca con ella, tratando de hacer todo el trabajo suplementario.

—Nunca podré acordarme de esto —estalló Ron una tarde, arrojando la pluma y mirando por la ventana de la biblioteca con nostalgia. Era realmente el primer día bueno desde hacía meses. El cielo era claro y el aire anunciaba el verano. Moría de ganas por salir a volar con mi escoba y en lugar de eso, estaba preparando un extenso glosario que Hermione me había convencido en hacer.

Pasé las hojas con pesadez de mi libro de Mil hierbas mágicas y hongos mientras ocultaba un gran bostezo. No quería que Hermione me viera, a menos que quisiera un golpe  con un pesado libro.

𝐴𝑙𝑦𝑠𝑠𝑎 𝑃𝑜𝑡𝑡𝑒𝑟 𝑦 𝐿𝑎 𝑃𝑖𝑒𝑑𝑟𝑎 𝐹𝑖𝑙𝑜𝑠𝑜𝑓𝑎𝑙 (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora