Latte pero no Vainilla

Cap. 4

La semana paso más rápido de lo que quería. Entre exámenes, informes y exposiciones no me di cuenta que solo quedan  tres días para el desfile de moda y cada día estoy más nerviosa que el anterior.

No es la primera vez que hago cosas de este tipo, o trabajo para gente famosa, pero estamos hablando de Sam Pacino! Aunque aún no estoy segura que tenga que fotografiarlo, se me ponen los pelos de punta cada vez que pienso en él.

He pensado en rechazarle la oferta a David, pero sería muy poco profesional de mi parte, es decir, no puedo cancelar solo por un chico al que tal vez no vea o que tal vez no me reconozca; y solo quedan tres días, no podrán buscar a alguien con tanta experiencia, sin presumir.

Estoy sentada en una de las mesas de la biblioteca, leyendo "Memorias y lecciones de una leyenda del periodismo" libro en el cual he estado metiendo mis penas y distrayendo mi mente  de todo este asunto del engendro de Pacino. Veo el cabello negro como la noche de mi mejor amiga, tomando asiento en la silla que tengo al frente, se nota entusiasmada y sus cabellos azabaches revueltos, a más no poder.

-Has estado corriendo? -  Pregunté con la vista fija en el libro.

-No, pero he estado pensando! – Dijo, mejor dicho, gritó Abril.

-Dejaras de ser puta? – Dije abriendo los ojos y fingiendo me mejor tono de emoción.  A lo que ella rodo los ojos.

-Eso nunca.

-Entonces habla.

-Bien, pero no creo que te guste.

-Pues dilo rápido.

-No me apures.

-HABLA DE UNA VEZ.

-NO ME GRITES.

-AHORA ME ESTAS GRITANDO TÚ.

-TÚ LO HICISTE PRIMERO.

-SHHHH. – Nuestra inmadurez, fue detenida por la bibliotecaria de 60 años, que no estaba viendo desde su escritorio con el ceño fruncido. Esa señora estaba lejos de ser una viejita que te dan dulces y te aprietan las mejillas, era toda una amargada.

-Vas a decirme o no? - Le dije susurrando.

-Bien, estaba pensando en que si vas a ver a ese cerdo miserable, zonzo, retrasado, zoquete, ignorante, pagafantas, gilipo...

Esa chica decía palabras que nadie sabía que existían, incluso yo que me la pasaba dentro de los libros, aunque con ella cerca, ya había aprendido unas cuantas. Abril competía desde chiquita en concursos de deletreo y esto la hacía aprender cada día, palabras nuevas.

-Quedó claro. -Dije cortandola.

-Tengo muchos más. – Dijo haciendo un puchero.

-Lo sé, por eso es mejor seguir.

-Bueno hay que hacerte un cambio de look y que se le salga la baba a ese cabrón de mierda, mentecato, lerdo, cretin.. – Y ahí iba de nuevo.

-Ya cállate si? Además, lo último que quiero es que me vea.

-Entonces hazte un look para que él no pueda reconocerte.

-No lo creo.. Me gusta mi cabello castaño oscuro.

-Ahg! Da igual. Tu cabello es virgen, quedara muy bonito, lo que sea que sea que te hagas.

-Mi cabello no es virgen.

-Cierto, tu eres más virgen que él.

-Yo no soy virgen.

-Claro que sí.

-Que no.

-Pero no dudo que ya lo estés, han pasado 3 a...

-Eso no tiene nada que ver.

-Tu cabello es menos virgen que tú.- Exclama ella.

-¡¡Ya basta, ni mi cabello ni yo somos vírgenes!! – Oh Dios, que vergüenza. Sentí como la sangre se me iba subiendo. La poca gente que estaba en la biblioteca, dejo de hacer sus cosas y voltearon a mirar a la chica con cabello y vagina no virgen.

-Como quieras cariño. – Dijo Abril, aguantando la risa.

- Ahgg, eres insoportable. – Agarré el libro y me pare de la silla rápidamente, salí de la puerta sin mirar atrás, quería que la tierra me tragara.

Sentí pasos atrás mío, tratando de alcanzarme. Iba a matarla.

-Para Adbel! – Gritó Abril con voz agotada por tratar de alcanzarme el paso.

-Te odio sabes? –  Comenté cuando finalmente me alcanzo.

-Aceptas o no? –Preguntó, rodando sus ojos.

Significado de Abril: Chica insistente. Se que no me dejara en paz, incluso si me niego, puedo dormirme y despertarme con otro look, ¡sin mi autorización!

-Yo escojo el corte, el estilo y el color. – Dije señalándola con mi dedo índice.

-Sí, si y sí. Te verás hermosa como tu mejor amiga.

No sé en qué me había metido, pero estaba segura en que no era nada bueno.