Capitulo 20: Una familia de verdad

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-Oh si –Analia asintió satisfecha –Deja que Carlos te vea

-No es su opinión la que me interesa –Raquel rodo los ojos

-Pero no esta de mas que vea lo que pierde –Analia sonrio –Y por Lucas no te preocupes, estoy segura de que seras una tentación para el esta noche.

-Vamos a cenar con los niños –Raquel fruncio el ceño –No se porque te hice caso, creo que mejor me cambio

-Nada de eso, tu te quedas así –Analia nego con la cabeza –Vas a ir a la reunion con los abogados, vas a plantarte ante Carlos, demostrandole la mujer que eres y después iras a cenar con tus hijos y ese maravilloso hombre que os ha invitado.

-Tienes un alto concepto de Lucas –Raquel rio

-Es el cuñado perfecto, el padre perfecto –le guiño un ojo –Y el marido perfecto

-Bien pues yo me voy a la reunion con el hombre imperfecto y tu procura tener a los chicos listos para cuando mi hombre perfecto venga a buscarlos –Raquel tomo su bolso y camino hacia la salida de su casa

-¡¿Has dicho tu hombre perfecto?! –Analia grito sonriendo

Cuando Raquel llego a la edificio en que estaba la oficina de Carlos, le parecio que habia pasado una eternidad desde la ultima vez que estuvo alli. Y en cierta forma asi era. Ahora era una mujer distinta y podia presumir de ello. Por primera vez se alegro de hacer caso a su hermana, observo su reflejo en el cristal del coche y sonrio. Aliso una arruga en su vestido, cogio su volso y camino hacia el edificio mientras pulsaba el mando para cerrar el coche.

-Buenos días –saludo tranquilamente a la recepcionista y camino hasta el ascensor, pulso el boton y espero a que este se abriera. Fue consciente de la mirada sorprendida de la recepcionista sobre ella y eso la hizo sentir bien, muy bien. Las puertas se abrieron y aparecieron dos hombres vestidos de traje chaqueta, ambos la miraron de arriba abajo y sonrieron, ella les devolvió la sonrisa y después entro al ascensor al tiempo que ellos salian. ¿Cuánto tiempo hacia que no la miraban como si fuera comestible?

Cuando las puertas del ascensor se abrieron en la planta en la que estaba el despacho de su marido, tomo aire tranquilizandose y puso su mejor sonrisa. Nada mas poner un pie fuera de el, todas las miradas se posaron en ella, camino con la cabeza en alto, con altaneria y sobre todo con sensualidad. Llego hasta la mesa que pertenecía a la mujer que ahora ocupaba su casa y la que habia sido su cama y por supuesto usaba al que fue su marido.

Vanesa levanto la vista despacio y al ver que era ella su rostro se tiñio de un leve rojo, mojo sus labios nerviosa y parpadeo varias veces.

-Carlos y los abogados me esperan –Raquel la miro a los ojos -¿Dónde estan?

-En la sala de juntas señoras–Vanesa respondio mirandola precavida

-Gracias –y Raquel giro sobre sus tacones y camino con tranquilidad hacia la sala de juntas. Sonrio siendo consciente de que todos los empleados la miraban a ella y a la que era amante del jefe alternativamente. Paro ante la puerta de madera y dio dos toques en ella, después entro tranquilamente. –Señores, disculpen la demora, el trafico esta imposible

UN NOVIO PARA MAMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora