Kyle estaba enfrente suyo mirando a su alrededor con el rostro lleno de tranquilidad casi pareciendo que no había nadie a la vista, quien al notar la presencia de Eric iba lentamente girando su cabeza para empezar a sonreír, sus cabellos que se estaban saliendo de debajo de su sombrero bailaban con ternura al mismo tiempo que el viento mientras se sentaba en unos bancos que se encontraban por el parque esperando a que este se acercara.
"Cartman... ven aqui".
Mientras el caminaba podía seguirlo escuchando decir su nombre, tantas veces que parecían demasiadas; una detrás de otra. Hasta que solamente podía escuchar su voz, una luz blanca cubría todo el sitio perdiendo de vista al pelirrojo. No, él no estaba asustado pero si tenía muchas ganas de estar ahí. Más tenía la curiosidad de saber porque su voz se escuchaba más cerca pero no podía verle.
Quería estar cerca.
Eric lentamente fue abriendo los ojos, primero parpadeando con pereza para ir observando el silencio que era otorgado por la soledad de su salón y sintiéndose molesto después de eso, pues sabía que Kenny no le había despertado por lo que después de estar mandando maldiciones a Kenny donde sea que estuviera, se apresuró a limpiar sus labios de los restos de saliva que se habían derramado para levantar su mochila del suelo y luego suspirar pesadamente pues sentía su estómago rugir.
Levantó su mirada para luego darse cuenta de que todo el salón estaba inundando de color anaranjado que solo podía ser atribuido por el atardecer. Y esto le dio más rabiosa ya que con esto pudo saber totalmente que las clases habían terminado desde mucho tiempo atrás, enterándose con ello que ni siquiera había sido despertado para el almuerzo. Sin embargo, dejó pasar el asunto. Después de todo no era obligación de su amigo el despertarlo pero, ¿No hubiera sido un gesto agradable que le dijera que se despertara?
No sabía desde que momento se había quedado dormido, pero era lo de menos pues apenas había caído en la idea de cual era la razón de estar en ese momento muriéndose de hambre. Se pasó todo el día durmiendo de corrido pero realmente era entendible para él mismo, después de todo no había estado durmiendo muy bien desde tiempo atrás y por desgracia, ni siquiera había podido descansar lo suficiente, además de que su espalda dolía sumado al malestar de su cuello.
Lentamente fue dando masajes en su cuello para intentar aliviar el entumecimiento soltando con ello una serie de quejidos que denotaban lo molesto que se sentía. Después de eso había decidido comenzar a caminar pero sus pies tropezaron con una caja que estaba a sus pies.
Camino hasta el escritorio del profesor que era ese el sitio hasta donde había llegado a dar, cuando llegó a estar enfrente de misma se colocó en cuclillas para acercarse a tomarlo entre sus manos sintiendo que era relativamente pesada. Era una cajita del mismo color de sus ojos la cual destellaba y gracias al rayo de sol brillaba como si de un diamante se tratase. Esta misma tenía un papel encima con el nombre de Eric escrito en cursiva más una basta cantidad de corazones alrededor del mismo, cosa que le hizo retorcer la cara en una ocasión pero al abrirla esta misma desaparició en un parpadeo pues la caja estaba llena de comida, además de varias golosinas las cuales casualmente eran sus preferidas.
Esto hizo que su boca se abriera en señal de asombro total, estaba a punto de mordisquear lo que había encontrado ahí hasta que termino por encontrarse ahí una carta que tenía la misma cantidad de corazón por lo que sintiendo que debía ser un poco amable guardó la caja en su mochila pero teniendo ese papel en su mano que, antes de abrirla se tomó el tiempo para agradecer al aire a la persona que tan amablemente había dejado un presente para él pero al mismo tiempo le maldijo por no despertarle para irse temprano. Sintiéndose orgulloso de haberlo mandado al carajo comenzó a caminar a la salida mientras iba abriéndola encontrando un papel con palabras simples pero bastante bien adornadas.
"Hola
¿te gusta lo que he puesto para ti? Espero que lo disfrutes mucho lo escogí especialmente para ti.
Quería dártelo personalmente pero estabas durmiendo profundamente (Que lindo)."Aquello en ningún momento lo hizo sentir incómodo pues tenía la idea en mente de que la persona que podía estar dejando la comida podría ser Kenny así que suspiro por su extraño comportamiento en la carta y camino a pasos demasiado lentos a la que tenía escrito en tonos verdes y blancos como "salida".
Estando afuera encendió con suma tranquilidad la música para comenzar a caminar sin rumbo alguno, la luz de sol lentamente se iba ocultando dejando a la vista la luz que proyectaban los faroles de la calle junto a una cantidad inmensa de personas que salían de varios establecimientos al sentir como el sol se iba desapareciendo con calma.
Mientras observaba aquellos bellos colores no pudo evitar pensar en aquel regalo después de todo algo muy dentro suyo le hacía decirse a sí mismo que el podía no haberlo hecho, ¿Quizás lo hizo Kyle? Aquel chico que le gusta llenarse la boca de justicia y moralidad barata tal vez se le había ablandado ese corazón judío para darle el honor de alimentarlo, ¿Acaso creía que era bonito también? Si eso era cierto podía sentirse lo suficientemente halagado para responderle.
—Tú... Tú también me pareces muy lindo.
Después de decir eso al aire instantáneamente como si de un embrujo se tratase su rostro se había enrojecido al pensar en aquella tontería, como él mismo les llamaba. Golpeó su rostro suavemente en sus mejillas para intentar eliminar la vergüenza que lo consumía en aquel instante, para seguido darse palmadas en el pecho donde su corazón latía agresivamente amenazando con salirse de ahí mismo.
Aquel sentimiento que le hacía sentirse tan tonto logró que su mente se esforzara por mantener en sus pensamientos la lúcida imagen de Kyle y con ello las cosas que tanto le gustaban en un tiempo relativamente corto pudo tener suficientes fantasías de aquel judío gritando su nombre lleno de rabia, riendo de alguna situación totalmente irrelevante en la que su rostro lagrimeaba de felicidad mientras que la respiración le faltaba de tanto reírse.
La imagen que perturbaba su mente era la de los brazos poco trabajados del aficionado basquetbolista junto a su delgado abdomen que había podido ver hace tiempo atrás, su forma desaliñada que llevaba los días que estaba atareado de trabajos le gustaba bastante, rogando que Kyle se esforzara en sus tareas con tal de poder verlo de esa forma una vez más. Adoraba ver sus ojos esmeralda mirando algo que tanto le gusta, sus delgados labios rosados brillando después de que estos habían sido lamidos por la necesidad de eliminar la sequedad de los mismo.
Había tantas cosas con las que podría deleitarse de distintas formas y eso solo con saber que Kyle podría haberlo hecho, el imaginarse al pelirrojo reaccionando a algo que había hecho el lo llenaba de orgullo. La sola idea de creer que estaba en los pensamientos de su enemigo de la misma forma que él lo hacía, lo llenaba de felicidad y sobre todo, esperanza. Con esas ideas en la mente lo único que pudo hacer fue sonreír mientras acariciaba sus nudillos con agradable calidez.
Cuando nuevamente dejó de divagar se apresuró a parpadear tranquilamente logrando darse cuenta que llevaba mucho tiempo dando vueltas por el pequeño pueblito, tal era ese el caso que se estaba adentrando en la zona que podría ser llamada para adultos que ahora estaba repleta de bares que apestaban a alcohol y gran variedad de hoteles del amor.
También al parecer había anochecido, cosa que se le había hecho demasiado pronto por lo cual simplemente sacó su teléfono del bolsillo para revisar ma hora comprendiendo con ello que acaba de pasar una hora de que se había puesto el sol por lo que con eso en mente simplemente se dio la vuelta para caminar con más lentitud a su hogar.
La escuela a la que estaban llendo ahora estaba a una hora caminando de su hogar pero casualmente aquel pueblo que había comenzado a crecer ahora hacía que su casa estuviese a unas horas caminando, esa era casualmente otra razón por la cual se sentía bastante molesto después de todo no importaba cual fuera el momento, el odiaba caminar durante mucho tiempo. Sin embargo, ahora mismo le estaba dando igual pues no había otro lugar mejor que el frío bullicio de un pueblo que parecía revivir de noche.
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Quiéreme
FanfictionEl pueblito de South Park parecía estar sufriendo grandes cambios al igual que el gran Team Stan. Eric comienza a demostrar los problemas que acarrea, Kyle corta lazos con ellos por lo problemas que crea Stan mientras que Kenny lucha por mantener to...