PRÓLOGO

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La noche tenía un aspecto frío bajo la luz del manto plateado, que centelleaba como gotas de agua en la mañana. Las ramas de los pinos se agitaban en una suave danza con el viento, y liberaban su refrescante fragancia con cada movimiento. El agua corría, fría y fresca entre las montañas, tan altas e imponentes que las nubes las rodeaban como olas en el mar. La quietud y el silencio de la pradera se vio interrumpida por un sonido mecánico y antinatural. Un monstruo de los dos patas avanzó hasta una arboleda de pinos y se detuvo bruscamente. Un dos patas bajó de sus entrañas sosteniendo algo que se parecía moverse dentro de la bolsa que sostenía. Luego, la lanzó a un lado del camino, volvió al interior de la bestia y regresó por donde vino. Pasada las horas el cielo empezó a oscurecerse y finas gotas de agua empezaron a caer, bañando suavemente todo a su alrededor. Luego empezó a tomar fuerza hasta convertirse en un helado chaparrón.

Un rayo atravesó el cielo, resaltando la figura felina que observaba al borde de la arboleda. Olfateó a su alrededor y captó un olor que le hizo erizar el cuello.

-¡¡Azorrilado, ven aquí!!- gritó y se lanzó al herbazal que bordeaba el camino. <<No otra vez....por favor no esto de nuevo>>, pensó para sí mismo. Otro gato surgió entre la maleza y se colocó en un extremo de la cosa de los dos patas. Esté no tuvo que adivinar que era o qué había dentro, y entre los dos comenzaron a rasgarla con los dientes.

Uno a uno, los dos gatos comenzaron a sacar los pequeños cuerpos que estaban dentro de la bolsa del dos patas, y los colocaron cuidadosa y rápidamente a un lado, protegiendolos de la lluvia con sus cuerpos.

-¿ellos.....ellos están...?-maulló quedamente el primer gato.-e-ellos estaban muy fríos cuando los tomé y-y no sentí...-

-es igual que la última vez-dijo el otro gato-son demasiado pequeños y quién sabe desde hace cuando están allí.-

-tú......tú crees que haya sido el mismo dos patas?-agregó el otro felino.

-sin duda-coincidió, con una mota de amargura y rabia en su voz-justo como la última vez....no hemos llegado a tiempo. Los hemos perdido-terminó, lentamente bajando su cabeza en señal de duelo, con su compañero imitando su gesto.

Pasado un rato de solo escuchar las gotas caer, un suave ruido de movimiento atrajo la atención del felino café. Abrió los ojos y un gritó ahogado salió de su garganta.

-¡Azorrillado! ¡Mira!- gritó. El otro gato rápidamente siguió la mirada de su compañero, y vio a uno de los pequeños bultitos retorcerse.-¡Uno está vivo!- continuó, asombrado, y colocó sus patas protectivamente alrededor del gatito.-no te preocupes pequeño-le susurró-te tengo. Ahora estás seguro.-dicho esto, le dio suaves y rítmicos lametones para animarlo, por el cual el pequeño gatito comenzó a lloriquear lastimeramente.

Azorrillado levantó la mirada y examinó con la vista los alrededores, como si esperara a que algo apareciera de repente.
-deberías llevarlo a la maternidad si quieres que sobreviva corazón de avellano- le dijo azorrillado al gato marrón-me quedaré aquí para enterrar al resto y darle un último vistazo al territorio-hizo una pequeña pausa para levantar la vista y revisar rápidamente los alrededores.-¿pluma centelleante estaba apunto de tener a sus cachorros cierto?-le preguntó-deberías ir directamente a la maternidad con el pequeño, y de paso, conocer a tus hijos-concluyó.

-sí azorrilado, Lo haré.-dicho esto, corazón de Avellano tomó cuidadosamente al cachorro con sus dientes y se alejó a largos pasos.

Azorrillado se quedó observando el lugar por donde desapareció su compañero de clan y empezó a cavar un agujero en la tierra, pero sus orejas captaron un sonido a lo lejos, como de una ramita siendo quebrada, y volteó bruscamente hacia el prado a sus espaldas. Parecía tranquilo, con las hojas meciéndose con la brisa, que empezaba a alejar las nubes de tormenta, dejando parches por donde se filtraba la luz de las estrellas.
Se quedó observando fijamente el prado por un rato más, y cuando estuvo seguro de que no había algo ahí, volvío su vista al suelo y siguió escarbando.

Los Gatos Guerreros: El destino de Nube PlateadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora