O.S HARRY STYLES

You know it i'm bad

Yo lo sabía, él me había dado miles de razones para no acercarme a él, me lo advirtió pero yo quise hacer caso omiso, quería ser aquella mujer, la única mujer que pudiera entrar en su corazón, pensé que demostrándole todo mi amor él podría cambiar pero a quién engaño... una persona cómo lo es él no va a cambiar nunca no puedo dejar de reprocharme que lo sabía, él era malo, representaba ese jodido pecado e infierno al que muchos tienen miedo y yo quise quemarme con él.

Miro a través de la ventana de mi sala con un nudo en mi garganta, yo solía ser alguien tan tranquila, tan feliz normalmente en un día tan soleado como hoy estaría llamando a unas amigas para salir a pasear y comer algún helado, pero, eso hoy ya cambió, sólo puedo sentir ese vacío, esa decepción y soledad en mi pecho que me hace sentir que el día soleado es uno nublado más, mientras un recuerdo con él pasó por mi cabeza.

" Caminábamos por las calles de aquel condominio para llegar a la casa en donde se realizaría la fiesta me sentía feliz, él tomaba mi mano mientras charlábamos de cosas triviales y las expectativas de aquella fiesta, yo era una chica bastante fiestera pero conocía mis limites y había aprendido a la fuerza a no hacer algo que pudiera sacarme toda la vergüenza, sin darme cuenta ya estábamos aquí enfrente, la gente afuera en el patio delantero fumando o simplemente hablando nos dió a entender que habíamos llegado un poco tarde cuanto más nos íbamos acercando Harry dejaba de hablar para finalmente estar a la total visión de todos soltar mi mano y caminar más rápido.

Traté de seguirle el paso, lo cual no pude, él con unas piernas extremadamente largas digno de un hombre de 1.87 de estatura, a mis pequeñas y delgadas piernas con mi estatura de 1.65. No quiero empezar a cuestionarme acerca de su acción, llegamos a su grupo de amigos, ellos empezaron a hablar.

- Trajiste a tú fiera Styles - ríe Louis, creo que era el nombre de aquel chico.

- No Tomlinson, ella no tiene porqué serlo - me miró divertido.

-¿ qué ? ... - cogí su mano e inmediatamente la soltó.

- Ella no es mi novia para que lo haga, eso es todo- y se adentró entre la gente.

- Lo siento Megan, sabes que ... - empezó apenado.

- Sólo no lo digas Tomlinson, ya lo sé - cuando me di cuenta Harry andaba con una rubia con ojos mieles caminando a la pista, bien creo que es hora de irme .. "

Recuerdo que ese día llegó a mi casa totalmente agresivo y preguntándose el porqué yo me había ido, la rabia me consumió y cuando le contesté, fue mi error, pues rápidamente me entró halada de el brazo para arrastrarme del cabello y tener sexo conmigo, no lo había disfrutado, por supuesto que no.

Un golpe en la puerta me hizo sobresaltar y me limpié mis lagrimas, abrí y el estaba ahí, con su misma cara de siempre, mostrando falso arrepentimiento.

- Megan, lo siento mucho - trata de acercarse y se lo impido, antes de tomar aire y pensar lo que voy a decir.

- Cállate Harry, no necesito más tus estupidas explicaciones, quiero que me dejes de una maldita vez en paz, deja de buscarme porque no sabes cuanto daño me haces, porque fui una estúpida que se enamoró de ti sin importarme que tan malo pudiera ser, si, te amo y no me da miedo admitirlo porque al fin de cuentas sé que no sientes lo mismo y será la última vez que nos veamos de esta forma - sin darme cuenta mis lagrimas ya habían empezado a caer, mientras él tenía su mirada neutra, fija en mi.

El silencio abundo el espacio cuando estuve por darme la vuelta y cerrar la puerta en su cara, él tomó mi mano y me giro.

- Te amo Megan - mi corazón se aceleró, pero yo no podía permitir que esta mierda continuara, ya no más. Él se acercó a mi, acuno mi rostro entre sus grandes manos y me besó, dejé que lo hiciera y luego lo abracé fuertemente porque sabia que esta era la última vez que iba sentir su cuerpo y labios tan cerca de mi.

- Te amo Harry - su mirada tuvo un pequeño toque diferente - pero no quiero que me vuelvas a buscar, te deseo lo mejor en tú vida.

Él cambió su sonrisa a una cara totalmente confusa mientras bajaba la cabeza para luego subirla rápidamente.

- Tú lo sabes Megan, soy malo - y sin más soltó mi mano y se fue.

No debo negar que me he sentido muy mal desde ese instante y más cuando tengo que observarlo todos los días en la universidad, poco a poco me fui reparando haciéndome a la idea de que si las cosas pasaron así es que fue por obra y gracia del destino, si él realmente me ama cómo yo lo sigo haciendo con él, el destino se va a encargar de juntarnos hasta una próxima ocasión.