O.S HARRY STYLES

See you later ... Sailor

Lean la nota del final, please.

Muchas personas a su concepción, dicen, que es imposible que te enamores de alguien en tan poco tiempo incluso pueden pasar años para decir las tan temidas pero a la vez soñadas palabras  " te amo ". Hace algunas semanas yo también tendría el mismo concepto acerca de ello, pero entonces llegó él, ese chico alto con cabellera llena de risos color castaño, con sus ojos verdes como la más pura de las esmeraldas, su angelical rosto y bella personalidad que me hacía sentir un zoológico entero dentro de mi.

Me es imposible dejar de pensar en la forma en qué nos conocimos, definitivamente fue algo totalmente hecho por el destino, porque en mi vida me había sentido interesada o atraída por eventos cómo lo son los del puerto de Seattle. Recuerdo que hace 1 semana salía de mi trabajo dispuesta a llegar directamente a mi casa para dormir lo que restaba de día, siempre tenía que pasar por el puerto pero esta vez algo captó mi atención, cientos de personas caminaban en el muelle, tomándose fotos ó tomándole fotos a unos barcos que ... ¿ desde cuándo habían tantos barcos aquí ?.

Me empecé a acercar hacía el muelle, divisé la bandera de Alemania en uno de los barcos y así seguir hasta ver que la cantidad de barcos ahí en el puerto parecían ser provenientes de los diferentes países en el mundo, entre ellos se encontraban alrededor de cinco de Latinoamérica, cuatro europeos y uno claramente el que portada la bandera los Estados Unidos. Luego de que vi eso decidí que era mejor retomar mis planes de dormir el resto del día.

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Me había enterado de dos cosas el día de hoy, la primera y la más importante, me habían dado unas pequeñas vacaciones de mi empleo pues la sobrina de mi Jefe debía hacer unas cuantas prácticas y decidieron premiarme a mí y la segunda es que los barcos que yacían en el puerto eran parte de el festival de veleros y aunque desde un principio dije que nunca me había interesado por este tipo de eventos, este por alguna fuerza sobrenatural me estaba arrastrando a el.

Comencé observando los barcos de Latinoamérica, en los cuales sus infantes se mostraban muy serviciales dando una breve descripción de su labor y de su barco. Llegué a los Europeos, pude divisar el de la bandera de Inglaterra, país el cuál amo y admiro desde que era una cría, camino rápidamente para poder observarlo mejor y sin presiones por parte de la gente, observo cada uno de sus detalles, es fantástico voy a seguir me recorrido en cuanto una ronca voz me interrumpe mi caminar.

- ¿ Puedo ayudarte ?- pregunta aquella, volteo mi cuerpo y sonrío algo tímida.

- huh, sólo estaba admirando el barco, es realmente lindo - contesto sin trabarme, eso es nuevo.

- Podría hablarte más sobre el si quieres, puedes subir - me tendió su mano y me regaló una sonrisa, esa sonrisa que me hizo derretir al instante.

Acepté su mano y subí, él comenzó a hablarme sobre su cargo y la travesía del viaje, desde Londres hasta Seattle. Lo hacía con patriotismo y hasta podría decir que un pequeño toque de arrogancia hablando sobre su País. Estaba totalmente encantada, no entendía por qué, no suelo ser así pero simplemente su mirada y sonrisa habían arrancado todo de mi.

Los días pasaban y yo iba todos los días a su barco para conversar con él, había descubierto que su nombre era Harry, tenía 24 años y era el ser más precioso que había pisado el planeta tierra. En los  días de intensa travesía conociéndonos el uno al otro, comprendí qué estaba empezando a sentir cosas inexplicables hacía su persona pero eso no sentía del todo mal ya que sus actos y palabras demostraban lo mismo. Llegó el día en el que me confesó en una hermosa creencia lo que su corazón quería decir, él la llamó: la tradición del infante.

" Amo tú cabellera amiga del viento, adoro tus ojos y los mares inmensos pero no puedo arrancarme el ancla del pecho, así es el amor del marino. Comienza con un beso que te dice te quiero y termina con uno que dice adiós, hoy tengo que zarpar, levar anclas, esquivarme mis penas y hacerme a la mar, te juro mi vida que te quiero pero a la mar conocí y amé primero".

Él pensó que nunca le iba a pasar, por eso no acostumbra tenerlo tan presente al igual que sabía que se iba a marchar y mi corazón junto con él.

La semana había terminado, su barco zarparía mañana en la mañana, decidimos despedirnos hoy, demostrándonos lo que nuestras palabras no podían expresar fácilmente, esa noche comprendí que nunca olvidaría sus labios, su bello ser.

A la mañana siguiente, estaba parada frente a su barco, viendo cómo todos subían por las tablas de arce. El barco se empezó a alejar, mis ojos hicieron conexión con los de él por última vez, me sonrió y pronunció levemente en sus labios el tan esperado " te amo ".

En definitiva mi corazón siempre va a estar con él y aunque el destino no nos quiera juntos, siempre voy a tener esos momentos de felicidad plasmados en mi alma así que Te veo luego marinero.

Amigos, quiero agradecer a mi amiga Rosa por inspirarme para escribir su historia, quería que fuera romántica y algo sustanciosa, espero la disfruten, coménteme que les pareció.