Capítulo 12

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(Narra Lía)

Estoy que me muero,mi corazón no deja de latir,en mi rostro siento un ligero calor, mis manos me sudan.

No puedo,estoy que se me cae la cara de vergüenza.

Entre al baño para lavar mis manos y refrescar mi rostro que efectivamente se encontraba rojo a mas no poder.

-Lía eres una tonta-le susurre a mi reflejo.

*¡¿Como se me ocurre besarlo?!*

Enserio que estas loca Lía.

Ahora no podre mirarlo ni en pintura.

Cada segundo recuerdo ese maldito beso,esto me va a matar .

Mi corazón late demasiado rápido que podría darme en cualquier momento un paro cardíaco.

Se que ahora estoy exagerando muchas cosas, pero es inevitable en estos momentos.

Salí del baño ,no podía tranquilizarme así que empece a caminar por toda la habitación.

Y así se pasaron las horas ,creo que quedaría la marca de mis pisadas en la alfombra de tanto haber pasado por el mismo lugar.

Escuche unos golpes en la puerta.

Automáticamente me puse alerta ya que a las 3:00 am nadie se encuentra despierto.

No respondí y camine lentamente a mi la cama ,para que no escucharán que aun me encontraba despierta.

-Lía ,¿me podrías abrir?-escuche a Will.

*¡Esto no por favor!.*

-Vamos se que estas despierta-Se escucho atrás de la puesta,para después tocar un par de veces mas .

-Rayos-dije entre dientes .

Camine hacia la puerta lentamente ,ya que no podía ver nada .

Abrí lentamente .

El se encontraba ahí parado con el cabello despeinado ,traía un playera de color gris, que le quedaba justa, en la que se remarcaba su definido abdomen, y hacía resaltaran sus grandes brazos.

*Este hombre me va a a matar...*

-Lía necesitamos hablar.

-¿De qué o que ? -dije como si no supiera de lo que me hablaba

El alzó una ceja y hizo una mueca con su boca.

Yo me puse mas nerviosa y automáticamente baje la mirada.

No puedo mirarlo a los ojos.

-Y entonces ¿podemos hablar?.

-De acuerdo -dije terminando de abrir la puerta .

Encendí la luz y después me encamine hacia los pequeños sillones que se encontraban en una de las esquinas de la habitación.

El entro y cerró la puerta,para después encaminarse a donde me encontraba.

Ambos nos sentamos al mismo tiempo en los sillones aterciopelados de un color azul marino.

-Y ¿de qué quieres hablar?.

Claramente sabia de que queria hablar, pero intento hacer tiempo.

-Solo quiero quitarme un peso de encima que me tiene atormentado desde hace unas horas.

No conteste, no por que no quisiera, si no por que no sabía como.

-Quiero que me digas algo.

Solo Mía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora