Solamente te quiero a ti [#STQAT 1] [TERMINADA]

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Un poquito más de salseo no le hace mal a nadie ¿no?

Butch

—¿No quieres ir? —su pregunta cosquillea mi mejilla.

Sí que quiero ir. Me muero por ir a hacer cosas indecentes y estar a su lado. Pero si vamos a una habitación será por una única razón sensata; ponerla a dormir con dos ibuprofenos. Ya me imagino cuándo se despierte mañana, se morirá por la resaca.

Sus manos siguen ahí, en mi polla, y no dejo de suspirar cerca de su oído. Se muerde el labio de una manera supersexi provocándome más jadeos. Vuelve a acercar sus labios a los míos y me besa despacio.

—¿Butch? —su voz es más sensual de lo normal, invitándome a todo.

—Vale, iremos,  —su sonrisa pícara se extiende. —pero no a una de esta casa.

Sus manos salen de mi pantalón dejando toda la excitación. Baja de la encimera y me sonríe lo más normal del mundo, como si nada hubiera pasado, como si todo fuera de lo más habitual. Toma un vaso rojo y lo llena de cerveza, se lo lleva a los labios pero se lo quito y me bebo todo el alcohol. Su sonrisa se tuerce en una mueca.

—Era mi cerveza. —dice con las mejillas rosas y estas infladas.

—Cierto, pero ya has tomado demasiado. Diría que soy tu guardaespaldas. —su sonrisa se agranda y se acerca poniéndose de puntitas para susurrarme al oído.

—Un guardaespaldas muy sexi. —y luego me clava un beso con lengua.

Mi espalda se pone rígida con su tacto. Esta chica simplemente me deja en otro mundo que nunca antes conocí y muero por conocerlo.

Arrastro su culito hasta salir por la puerta de la cocina. Digo arrastro porque literalmente ella no se mueve y yo la empujo hasta salir de ahí. Nos chocamos a mucha gente que están disfrutando de la fiesta. De repente Bellota frena y se gira para mirarme.

—Ahora vuelvo. —me dice y antes de que se largue la tomo del brazo.

—¿A dónde crees que vas? —su mirada se vuelve vacilona.

—Tengo que hacer pis, pero si quieres me puedes acompañar.

Nota: nunca dejes a Bellota tomar demasiado, las conversaciones son muy sugerentes.

—Vale, ve tranquila. No te tardes. —ella asiente y se va corriendo al cuarto de baño.

Suspiro. ¿Qué es lo que pasará ahora? ¿Tendremos el rollo amigos con derecho?, o ¿el típico «fue una noche no se vuelve a repetir»?, o tal vez ¿quedemos de parejita que mola muchísimo?

Mi cabeza está por explotar. Conozco muy bien a Bellota. Sé que es testaruda y muy orgullosa para decir; me encantas Butch, por favor sal conmigo. Y también sé que lo que dijo hace unos minutos en esa cocina es cierto. Sus ojos no mostraban otra cosa más que cariño. Ya ni sé qué pensar.

Cinco minutos después aparece de nuevo al lado mío. Toma mi brazo izquierdo y me sonríe. Su cabello que antes estaba suelto ahora está atado en un rodete alto mostrando la piel pálida de su cuello. Me convenzo de no hacerle nada porque sino rompería mi propia promesa de protegerla.