Al día siguiente, sábado, Carlos me habló, mensajes que recibí con cierta pesadez anímica. No mantuvimos una larga conversación ese día puesto que habíamos acordado no hablar y ya lo estábamos incumpliendo.
Por la noche, yo salí con mis amigas, que me habían animado a despejarme y a olvidarme un poco del asunto. Seguir pensando en lo ocurrido solo haría que la situación se fuese prolongando, ya que no me habría alejado de Carlos en mi cabeza lo suficiente como para saber si lo necesito o no, y si Kyle me gusta de verdad o no.
Al parecer, por lo que pude ver por Instagram, Carlos había salido con sus amigos también, pero él había ido a Palma con su coche en busca de alguna discoteca ambientada. Me alegraba pensar que él también había salido a despejarse, así no me sentiría tan mal pensando que estoy de "fiesta" después de todo.
El domingo por la mañana, Carlos me habló, pero esta vez a una hora más tardía de lo normal.
- ¿Cómo te lo pasaste anoche? Vi que saliste con tus amigos por Palma.- Le escribí.
- Mal... Acabé en el hospital Alicia...
- ¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué ha pasado? ¿Estás bien?- Empecé a alterarme.
- Sí, sí,... ya algo mejor. Bebí demasiado... yo... debería haberme controlado, se me fue de las manos. Me dijeron que un rato más y no hubiese llegado consciente al hospital...
Ésto es increíble, desde luego que no podía dar crédito a lo que estaba leyendo. No sólo se le fue de las manos, sino que la situación le estaba afectando -tenía que ser eso, no me sorprendería en él, me quiere demasiado y soy consciente- tanto que le había llevado a hacer algo así, beber de manera descontrolada hasta acabar en el hospital. Y también, a pesar de todo esto, ¿qué quería conseguir contándomelo? ¿simplemente notificármelo o darme tanta pena -cosa que no es la primera vez que hace- como para volver con él? No puedo tolerar esto. Se acabó. No voy a consentir que mi decisión siga ocasionando semejantes disparates; ni en mí, ni en él. Ésto no va a mejorar decida lo que decida; haga lo que haga.
- Carlos, se acabó. No puedo más. Lo dejo, no quiero seguir con ésto, ya ha sido suficiente. No puedo seguir entre "la espada y la pared" pensando que ésto está acabando contigo de esta forma. Lo siento, pero es que ya no va a haber mejoría. Si volvemos, yo seguiré mal y tú también al verme así, y si lo dejamos lo pasaremos mal ahora pero después, todo cambiará con el tiempo. No quiero perderte, y eres muy importante para mí, pero ésto está acabando con los dos.
- ¿Qué? ¡No, por favor! ¡No me dejes! ¡Alicia, te necesito!.
- Lo siento.
Rompí a llorar. No pude aguantar más. Dejé el teléfono sobre la mesa que tenía enfrente y me fui a mi cuarto de nuevo. Quería estar sola, sin que nadie me dijese nada. Escuchaba como Carlos seguía enviando mensajes pero no era capaz de ir a por el teléfono y leerlos, ahora no. Ésto había ido demasiado lejos y no podía permitir que algo así ocurriese.
Ojalá el tiempo se pudiese moldear a nuestro gusto. Ir hacia allá y hacia acá cuando fuese necesario. No sé bien a dónde hubiese ido yo, volver atrás no hubiese arreglado nada, e ir hacia delante me haría perder días de vida. Ojalá nada de ésto hubiese pasado en su totalidad; aunque, a decir verdad, llevaba mucho tiempo sin sentir que esta relación me perteneciese, que Carlos me correspondía.
Los próximos días fueron muy grises. Carlos seguía intentando contactar conmigo y yo le respondía numerosas veces aunque mi cuerpo no quisiese saber de él ahora mismo. Los exámenes finales se aproximaban y el estudiar se convirtió en una tarea totalmente agotadora. Sólo quería desparecer.
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Más allá de mis sentimientos
RomanceAlicia es una chica del pueblo de Alaró, que estudia Bellas Artes en Palma de Mallorca. Sus compañeros de clase son estupendos. Tiene un novio maravilloso del que se encuentra totalmente enamorada; o eso cree, hasta que aparece una nueva persona en...