Irme por la mañana de aquella casa y alejarme de mis amigos, de lo que había sido esta noche y especialmente, de Kyle, me entristeció especialmente. Me hubiese gustado quedarme más tiempo ahí, charlando, viendo series o incluso en ese sofá, abrazada a Kyle.
Kyle...
Volver a casa ese día fue empezar un nuevo camino. Carlos cambió, yo cambié y nuestro "nosotros" dejó de ser el mismo.
Aquella tarde Carlos me llamó por teléfono.
- Ali, ¿te importaría venir a ayudarme a hacer unas cosillas?
- ¡Claro! ¿A qué hora te viene bien?
- ¿Y a ti?
- Pues no sé... ahora mismo me pillas acostada en el sofá y con un poco de pereza por todo... pero, ¿qué te parece quedar a las 5:30?
- Vale... Aunque si no tienes ganas o algo no, eh.. no pasa nada.
- Sí, te he dicho que iré a ayudarte, ¿por qué no iba a querer?
- Mira... te voy hacer una pregunta, no aguanto más. ¿Realmente estás bien conmigo? ¿Quieres seguir? De verdad, no sé que te pasa, cada vez te noto más rara; más distante. Estoy preocupado la verdad...
Me quedé en blanco. ¿De verdad me está preguntado esto? ¿Me está pasando esto? ¿a mí? No lo entiendo. Un día nos amamos incondicionalmente, decimos que no nos imaginamos al lado de nadie más. Te niegas a mirar los ojos de otra persona porque los tuyos ya tienen unos a los que admirar. Te encanta esa persona, la ves perfecta e incluso piensas que nadie puede mejorarla. Pero ahora, estoy aquí, tumbada en mi sofá con los ojos abiertos, sin parpadear, y mirando al techo buscando una respuesta, una señal que me diga haz esto o lo otro. No sé qué hacer. No me viene a la cabeza ningún momento de los que he pasado con Carlos que sea suficientemente relevante en mi mente, hoy en día, como para hacerme decidir. ¿Realmente estoy bien? ¿Realmente quiero seguir con él?
- Si te soy sincera, no, no estoy bien en sí. Creo que ambos necesitamos un tiempo -¿un tiempo será lo correcto? Bueno, al fin y al cabo, necesito aclarar mis ideas-. Me siento algo cansada y agobiada por todo. Sé que he cambiado y no sé ahora mismo por qué. Necesito respirar un poco y quizás dedicarme algo de tiempo para mí. Me falta centrarme solo en mí y nada más que en mí.
Se hizo el caos. Ésto no sentó nada bien a Carlos. Se cabreó mucho conmigo por el hecho de que no se lo hubiese dicho antes y me hubiese aguantado todo; en eso tiene razón. Pero me alivia pensar que ahora podré aclararme, respirar un poco y decidir si quiero seguir con Carlos o no, si le quiero o... Bueno, ¡claro que le quiero!, pero por algún motivo no estoy a gusto con esta relación. Necesito vivir sin pensar que estoy amarrada a algo. Carlos nunca me ha prohibido nada, pero yo si me siento restringida, en parte, para no hacerle daño a él. Siempre pienso en cómo se tomaría que hiciese una cosa u otra, y eso condiciona algunas de mis acciones y amistades, cosa que no debería ser así. Tengo que averiguar qué me ocurre y porqué estoy en este estado.
Me siento mejor ahora, o eso pensaba... hasta que llegó la noche y volví a hablar con Carlos.
Carlos me llamó por teléfono de nuevo, esta vez desesperado, triste y cabreado.
- ¿Por qué no me lo has dicho antes? - Me preguntó Carlos repetidas veces.
- No lo sé... no sé qué me pasa. Me siento algo agobiada.
- ¿Agobiada? ¡Nunca te he prohibido o restringido nada! No sé a qué viene todo esto, pero no es justo. No me lo merezco.
- Lo sé... sé que nunca me has prohibido nada y te lo agradezco...
- No entiendo nada Alicia, enserio. Esta situación me puede. Siento que no me has dicho nada porque te has refugiado en tus amiguitos de clase, contándole nuestros problemas o qué te pasa conmigo antes que a mí.
- ¿Qué? Carlos, tengo el mismo derecho que tú a consultar con mis amigos lo que quiera; y si tengo dudas o problemas relacionados con un tema tan importante como nuestra relación, pues, cierto, debería habértelo comentado a ti primero, pero temía equivocarme. ¿Entiendes?
- Alicia... si vuelves conmigo yo no podré seguir así... y menos con el tema de Kyle... Eso otra, ¿qué pasa con Kyle, Alicia? No puedo seguir pensando que tenéis algo. La idea me consume. Tienes que elegir entre él o yo.
¿Qué? Ésto no me está pasando a mí... ¿Una de las personas que mas quiero me está dando a elegir entre él y un amigo? No puedo hacer eso, ni él tampoco. Si me quiere, tiene que aceptar como soy yo, y con ello, mis círculos. Son mis amigos, no los suyos, y yo decido quién es y quién no.
- ¿Enserio me estás preguntando esto, Carlos?
- Por supuesto.
- A él.
- ¡Ah!, Encima a él ¿no?. Muy bien, está todo dicho Alicia, no quiero saber más.
- No. No está todo dicho Carlos. ¿Tú me elegirías a mí antes que a un amigo?
- ¡Claro! Eres mi novia, ¡y te quiero!.
- Carlos, el simple hecho de que te diga "un amigo o yo" ya demuestra que no te acepto, que no te quiero al completo; y eso, cariño mío, ofende. No voy a consentir, jamás, que me des a elegir entre tú y otra persona porque entonces elegiré a la otra.
Parece que este tema le hizo empezar a entrar en razón, y la conversación cambió de rumbo.
- Cómo tu quieras... pero yo no puedo estar aquí, con la incertidumbre permanente al pensar que la persona que más quiero en este mundo decida si estar conmigo o no. - Me dijo Carlos.- Solo quiero una oportunidad. Que me dejes intentarlo de nuevo y volver a conquistarte.
- Carlos... no sé si podré... si tendré fuerzas para darte todo de mí.
- No importa, yo sí quiero dártelo todo y deseo demostrártelo.
Me agota... No he tenido tiempo. No me quedan fuerzas para seguir pero siento que no tengo más remedio, que se merece, como el dice, una segunda oportunidad. Quizás cambie la situación y consiga despertarme de nuevo. Ahora solo siento como si quisiera agarrarme fuerte de las manos mientras me mira suplicante que no lo haga pero cada vez, me suelto más, me alejo. Aunque, le he dado una tregua, mi momento de confusión para que intente acariciarme las manos del mismo modo que lo hizo aquella noche de estrellas. No obstante, necesito volar. Quiero no pensar en nada, solo en lo que realmente quiero yo y nadie más, empezando por... ¿Estoy haciendo lo correcto? ¿Realmente quiero estar así?
Kyle, estés donde estés, quiero abrazarte. Me apoyas y animas. Necesito... yo... creo que... Dios Kyle...
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Más allá de mis sentimientos
RomanceAlicia es una chica del pueblo de Alaró, que estudia Bellas Artes en Palma de Mallorca. Sus compañeros de clase son estupendos. Tiene un novio maravilloso del que se encuentra totalmente enamorada; o eso cree, hasta que aparece una nueva persona en...