Capítulo 12 (2)

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Caminámos a un paso lento y hablámos de como habíamos pasado el día cada uno de nosotros. Me contó que su madre se había interesado un poco por lo que está pasando exactamente entre nosotros ya que llevan bastante tiempo sospechando de los sentimientos de Kyle hacia mí porque, según me ha contado Kyle de una forma adorable, se enrojece muchísimo cada vez que le preguntan por "la chica que siempre le acompaña a todas partes".

A veces la conversación resultaba un poco incómoda, no sabíamos que decir y hay un silencio poco satisfactorio. Ambos actuábamos, o al menos eso intentábamos, como si no hubiese pasado nada la noche anterior, como si todavía todo siguiese en secreto, pero ambos sabemos que no, que algo había ocurrido anoche. Cada vez que nos callábamos me acuerdo de como había sido, de como lo habíamos dicho y pensaba si él se sentía como yo en ese momento, nervioso y algo extraño a la vez; con la sensación de que algo nuevo está a punto de venir pero no sabemos el qué ni en qué grado.

Decidímos ir a un parque de Palma donde pudiésemos tumbarnos en césped o al menos, no en un banco.

No era la primera vez que veníamos al parque Sa Riera, nos hemos escapado de más de una clase de hora libre con nuestros compañeros para poder pasar un rato de risas y cachondeo. Me encanta ese parque, aunque debo de admitir que la zona del castillo de Bellver me gusta mucho más, no obstante, tampoco íbamos a alejarnos demasiado o perderíamos mucho tiempo.

Llevábamos media hora hablando sobre temas sin importancia, conversaciones sin futuro. A menudo empezábamos un juego extraño; me hacía cosquillas, yo a él, nos reíamos, y luego lo mismo le estaba acariciando el pelo, ambos con los cuerpos juntos tumbados en el césped. En el momento en el que le acariciaba el pelo ambos nos relajábamos y sólo éramos capaces de mostrar alguna sonrisa tonta. Me daba -y me dá- mucha vergüenza cuando me miraba directamente a los ojos y escondía la cabeza apoyando mi rostro en su pecho mientras me río.

-  ¿Qué pasa? .- Me preguntó Kyle entre risas cuando me vió esconderme.

-  Jo, ¡es que me da mucha vergüenza cuando me miras así!. -Noté que me enrojecía.

-  ¿Por qué? Tienes unos ojos preciosos...

Cada vez que me dice eso intento aguantar la mirada hacia sus ojos el máximo tiempo posible, pero ésta vez, no pude evitar que me volviése a dar vergüenza y escondía la cabeza de nuevo. Siento que me he comportado como una auténtica niña pequeña, pero es que no puedo evitarlo, me sentía bien; Kyle me hace sentir bien.

Acababa de cerrar los ojos, se había relajado y me encanta, no podía parar de acariciar su pelo. Aspiré el olor de su ropa y, dios mío, tenía tantas ganas de besarle. Miré sus labios y no podía evitar imaginármelos entrando en contacto con los míos, dándose todo el cariño que desean. De nuevo me imaginé agarrándole del cuello con fuerza, haciéndole sentir mis uñas contra su piel, sin poder parar, sin poder hablar más que con gestos. Lo necesito y... yo...

... le sujeté con mis dos manos los laterales de su rostro y le besé.

No podía esperar más, tampoco estaba dispuesta a irme de allí sin un beso.

Separé mis labios de los suyos un momento pero enseguida le besé de nuevo, esta vez menos tiempo. Volví a separar mis labios y le miré a los ojos, parecía estar en otro mundo, no pude evitar echarme a reír.

-  Dios... -se llevó la mano a la cabeza y la pasó por sus ojos hasta la boca, arrastrando algo de piel con ella; siempre hace ese gesto cuando algo le fascina o al contrario, está estresado o preocupado por algo. Esta vez, parecía no creerse lo ocurrido.- Buah Alicia... yo... jolín, eres fantástica.

No pude evitar reír mientras le miraba a los ojos, él no me miraba a mí en ese momento, tenía la mirada perdida, sin dirección, así que aproveché para observarle con más tranquilidad, sin ponerme nerviosa.
Entonces, el me volvió a coger del cuello delicadamente con su mano izquierda y me hizo besarle otra vez... Esta vez, nuestras lenguas intentaron encontrarse.

-  Se me ha olvidadocomo era esto... - ya me había dado cuenta de que se había hecho un poco el lío, pero no me importó, sólo pude reírme; le veo tan adorable.- yo... dios que vergüenza.

-  ¡No pasa nada! -sonreí- nadie nace sabiendo.

La verdad es que era comprensible. Kyle había estado con una chica hacía ya seis meses; llegaron a besarse pero la chica le dejó plantado por otro a la semana de haber empezado la relación. Desde entonces, tiene mucho miedo a algunas cosas y se siente muy inseguro a la hora de tener cualquier tipo de relación más íntima de lo normal con cualquier chica, no me lo ha dicho directamente, pero lo sé, lo noto. Sé que puede tener algo de miedo de fastidiar cualquier cosa y quedar en ridículo, pero estoy dispuesta a quitarle esa inseguridad, a que vuelva a confiar en sí mismo. Quiero transmitirle esa confianza y tranquilidad que necesita.
Me gusta demasiado y le he cogido demasiado cariño como para hacerle daño.

Ya no hubo más conversaciones prolongadas entre nosotros, sólo nos mirábamos y reíamos sin remediarlo. La vergüenza era visible entre ambos.

Es curioso pero, a pesar de yo tener más experiencia que él seguía actuando como una niña pequeña, como si le hubiese dado mi primer beso al chico guapo de la clase. Creo que ésto me va a costar un poco, pero con paciencia todo se arregla, ¿no?.

Mi teléfono comenzó a sonar, temía que fuera ella pero sí, así fue, era mi madre. Había terminado de hacer sus tareas y su clase de yoga, así que por desgracia, era la hora de marcharme.

-  Jo... quédate adormir hoy, y ya te vas mañana.- Me dijo Kyle con una leveesperanza en su rostro.

-  No puedo Kyle...mañana mi madre no puede venir a por mí.

-  Mejor, pasado mañana.

-  Pasado mañana ya hay clases, el festivo acaba mañana, tendría que coger mis cosas. Pero bueno, piensa positivo, el miércoles nos veremos de nuevo.

-  ¡Sí! .- Me dijo Kyle con una sonrisa enorme.

Recogí mi teléfono y cartera, que los tenía repartidos por el suelo, y nos pusimos en marcha.
Avanzábamos a paso ligero ya que el tiempo apretaba y teníamos que estar en tres minutos dónde habíamos quedado con mi madre.

Ver nuestro coche, aunque fuese de lejos, me entristeció un poco. Sólo quería estar con Kyle, sentía que mi cuerpo necesitaba su compañía.

-  Bueno Kyle, nosvemos el miércoles, ¿sí?

-  ¡Sí! .- Me respondió Kyle con una tremenda sonrisa.

-  Nos vemos guapo.- Y le besé fugazmente antes de irme hacia el coche, a dos metros demí.

Cuando Kyle fue a girarse para empezar a caminar en sentido contrario, pude ver de reojo que se chocaba contra una señal que estaba justo a su espalda. No pude evitar reírme.
Tiene una entrañable forma de que le ocurran cosas patosas en los peores momentos, pero me encanta, me hace reír.

Me senté en el coche y me acomodé.

-  ¿Qué tal ha ido?¿Todo bien? .- Me preguntó mi madre mientras ponía el coche enmarcha.

-  Sí, todo estupendamente bien. - «Y lo que nos queda» pensé.









Más allá de mis sentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora