Capítulo IX ( Recuerdos que nos unen )

559 61 24
                                    

Casi tres días habían transcurrido desde lo sucedido a las afueras del departamento de Mina y ella y Nayeon no cruzaban palabras aparte de lo que eran cosas de trabajo.

Nayeon estaba completamente decidida, le daría una explicación final a Mina y se alejaría por completo, iría hoy al trabajo y le quitaría toda esperanza habida y por haber.

— Dahyun...¿Mina aún no ha llegado? — le preguntó a la joven una vez había llegado a la oficina puesto que el escritorio de Mina estaba vacío.

— Oh, ahora que lo mencionas no la he visto llegar y es raro, ella siempre está de las primeras acá dándonos orden... — Dahyun realizó una expresión de sorpresas. — ¡Por eso está tan tranquilo!

Nayeon en otro momento se habría reído de lo último dicho por Dahyun, pero en ella había una sensación extraña, como si algo no estuviera bien con la ausencia de Mina, no era algo típico de ella llegar tarde y mucho menos con todo el trabajo que había en la oficina y aquello lo único que podía provocar en Nayeon era preocupación. Fue entonces que solo atinó a recurrir a la única persona que podía decirle donde estaba Mina.

— ¿Sana-san? — Nayeon se asomó por la oficina de Sana y ahí estaba.

— ¡Oh! Nayeon-chan pasa...¿necesitas algo?

Nayeon entró a la oficina y se quedó de pie frente al escritorio de Sana, le incomodaba un poco tener que preguntarle a ella sobre Mina, principalmente porque ella cada vez que podía aprovechaba la oportunidad para molestarla con su ex novia, por lo que estuvo varios segundos en silencio jugueteando con sus manos y desviando su mirada de un lado a otro tratando de tomar el valor para poder preguntar, pero Sana desde que Nayeon había dicho su nombre supo para que la necesitaba.

— Hoy no vendrá y mañana tampoco.

— ¿Puedo saber por qué?

— ¿No lo sabes? — le preguntó con una notorio expresión de sorpresa en su rostro. — Pensé que te lo había dicho, pero si no lo hizo no creo que yo sea la persona indicada para explicarte porqué no vendrá a trabajar.

— Por favor, quiero que me lo digas, no se porque, pero tengo una sensación rara...como si algo le sucediera y no quiero que eso me afecte en el trabajo.

— Está bien...¿conoces a Risa-chan?

— Claro que sí, es la hermana pequeña de Mina ¿Por qué?

— Bueno, hoy se cumplen dos años desde que ella falleció...

Sus ojos se abrieron de par en par, la noticia  le cayó como un balde de agua fría directo al cuerpo, Nayeon no pudo escuchar nada más de lo que Sana le decía, ella simplemente se quedó ahí de pie en una especie de estado de schock.

Nayeon y Mina se conocían desde que eran pequeñas, cerca de los seis años fue cuando ambas se conocieron y Risa ya había nacido, apenas tenía un año, Nayeon la vio crecer, el cariño que sentía por ella era casi como una hermana, de la familia de Mina ella era la única que en su inocencia las apoyaba en toda decisión que tomaran hasta el día en que Mina decidió acabar con su relación y una de las cosas que Nayeon más lamentó el día en que se separaron era que no volvería a ver a su pequeña Risa, a la chica que apesar del rechazo que recibía por parte de su familia siempre la hacía sonreír, de un modo u otro Risa sabía cómo hacerla sentir feliz, pero ya no habría más, no volvería a escuchar como la llamaba por el tierno apodo que le había dado, siete años habían pasado, Risa falleció y Nayeon no fue capaz de volver a verla ni decirle cuánto la extrañaba.

Reaccionó cuando su vista se nublaba cada vez más debido a las lágrimas que peligrosamente amenazaban con salir, pero le fue casi imposible hablar, porque en el momento tenía un gran nudo en la garganta que si ella hablaba de seguro rompería en llanto.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 17, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Como miel y abeja. MinaYeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora