Cerca del 80% de la población mundial obtiene quirks al nacer o desarrollarlos a temprana edad, para esta población, convertirse en héroes profesionales es ya posible, además de que se pueden realizar exámenes para ingresar a diversas escuelas de h...
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DE BEBIDAS Y OBEDIENCIA
Bakugō caminaba con ropa de civil por aquellas calles oscuras, buscando la respuesta a su malestar, ¿de verdad sería la comida? ¿Acaso tenía sentimientos?
Por supuesto. Era asco.
— Maldita bruja, decirme a mí que no sé nada, ¡Claro que lo sé! Es una maldita extra enamorada de mí. JA.-
Sonrió arrogante pero al recordar que ella se preocupaba "más" por el azabache, que le había mencionado a Deku y que hubiese salido en el pasado con Denki le enfermaba.
Llegó una ruidosa esquina, la música se escuchaba demasiado alta que era demasiado probable que los vidrios se rompieran.
Decidió entrar al "Hot Night", mientras un hombre mayor con el cabello realmente corto le decía que debía formarse, por supuesto en italiano.
— Viene conmigo- dijo una pelirosa despampanante, cualquiera que la hubiese visto se habría quedado mirando aquel enorme busto que amenazaba con salirse de aquel vestido negro.
El mayor miró a la chica y les dio a ambos el pase, la chica tomó de la mano al rubio explosivo, quien la retiró de inmediato mientras la chica la volvía a tomar.
— Te ayudaré a olvidarla-
— No necesito la ayuda de nadie para olvidar nada- dijo con desagrado.
Habían llegado ya a la barra, en donde ella hizo que él se sentara y acercara su rostro al joven de ojos carmín.
— ¿Entonces por qué no dejas de mirarme?-
— No hay nada mejor que ver-
— Eso me agrada- dijo aquella chica de cabellos rosados mientras besaba castamente los labios del rubio, él ni se inmuto.
— ¿Podrías traernos unas bebidas?- preguntó con voz coqueta al bartender
El chico de cabellos rubios miró con sorpresa a la chica, ¿los que estaban dentro del local de verdad la entendían?
— Ellos, a diferencia del grandulón de afuera, saben hablar varios idiomas-
— No te pregunté-
— Tranquilo galán, ¿Acaso tu chica no te lo hizo bien?-
— Eso a ti no te interesa-
— Seguro es eso- sonrió ella divertida — Hey, descuida, para eso me tienes aquí- le pasó aquel vaso de líquido rosa y él lo miró extrañado.
— ¿Acaso no tomas?-
— Cállate-
Sin esperarlo, se bebió de un solo trago aquel chupito que le habían ofrecido.
