Noches De Placer.

Capítulo 6.

N/A: Puede que hayan infinitas faltas de ortografía y cosas que no se entiendan. La verdad es que solo lo revise una vez y rapidito porque no tenia más tiempo.

Espero les guste

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Capítulo 6.

Viernes.

Tatsuya entro a su habitación con una bandeja con comida. Desde que fue el castigo de Ryo él se encargaba de todo lo que el castaño necesitara.

-Ryo, te traje algo de comida.- dijo con suavidad llamando al castaño. Ryo, quien seguía pasaba la mayor parte del día recostado en su cama.

Solo habían pasado dos días de lo sucedido y las heridas del castaño no parecían que fueran a mejorar pronto.

-No quiero.- comento con voz plana el castaño.

Ya ni lagrimas le salían, no sentía tristeza, ni dolor, solo un profundo miedo que se calaba en su interior. Todo lo demás era secundario, las ganas de comer eran mínimas. Con suerte y comía un poco de pan, pero de ahí a una comida real no había tocado bocado.

-Pequeño... necesitaras energía para lo que viene.- el castaño no respondió.- ¿Quieres salir a tomar un poco de aire?- pregunto en un intento por sacar a Ryo de la cama; nuevamente recibió una negativa.- Dejare esto aquí.- acomodo la bandeja con comida en la mesita al lado de su cama.

Tampoco quería presionar a Ryo, entendía que lo que sucedió fue un trauma enorme, pero verlo hundido no era algo que le agradara.

Se fue a sentar a su cama mientras que esperaba que el resto de sus amigos llegaran. Kazunari había sacado a Kouki al jardín para que disfrutara de un poco de sol.

Al igual que Ryo las heridas del otro castaño tampoco parecían sanar, razón por la que su jefe, en una actitud extrañamente humana, les había impedido trabajar durante ese fin de semana.

Unos minutos después Kazunari apareció con Kouki por la puerta. El castaño tenía los ojos rojos, clara señal de que nuevamente estuvo llorando. Aún seguía muy nervioso por todo lo que había sucedido, por lo que lo vigilaban en todo momento y trataban de no dejarlo solo en ningún momento. Seguidos de ellos entro Yukio y Tetsu, quienes llevaban toda la mañana en la biblioteca, revisando libros en busca de algún mapa que los ayudara a identificar los túneles que llevaban a la ciudad.

-¿Como esta?- susurro Tetsu sentándose al lado del joven del lunar.

-Sigue sin querer comer. A este paso morirá de hambre.- comento preocupado.

-¿Y si le damos comida a la fuerza?- hablo Kazunari.

-Estoy aquí, puedo oír todo lo que dicen.- comento el joven desde su cama. Se acomodo mejor sobre el colchón para poder quedar sentado.- Necesito decirles algo.

Los demás se acercaron a él para poder escucharlo mejor. Se acomodaron en torno a la cama permitiendo que Kouki también pudiera descansar su cuerpo.

El rostro del castaño se veía serio.- Necesito largarme de aquí.- sus amigos lo miraron para que se explicara mejor.- Ese día... - dijo en un murmullo.-... Cuando Fujita me fue a buscar, me dijo que esa era la primera parte del castigo.- sus ojos reflejaban el miedo que tenía. Saber que no iba a parar ahí era la peor parte.- El vendrá otra vez... no puedo estar aquí.

-Ryo... si todo sale bien la próxima semana estaremos en un tren yéndonos lejos.- comento el mayor de todos para calmarlo.- Son un par de días.

-Y si todo no sale bien.- le dijo con seriedad.- Ni siquiera nos dices tu plan, si es que tienes uno. No sabemos si Tatsuya conseguirá una casa. Son muchos supuestos Yukio, no me puedo arriesgar.- el pelinegro seguía mirándolo sin estar de acuerdo.- Él también me dijo que vendría por mi... y si viene y no coopero me va a matar.