Capítulo 10

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Molly's POV*

—¿A quién han seleccionado? —pregunté, sentándome junto a uno de mis hermanos y Diantha.

—Madoline White —contestó Diantha.

—Fabian, págame —reclamó Gideon.

Fabian le entregó de mala gana los cuatro galeones, mientras le susurraba algo a Diantha al oído, quien le ignoró.

—Oh, venga, ¿su flor celestial es demasiado orgullosa como para volver a dirigirme la palabra?

Diantha miraba a Gideon, pidiendo ayuda con la mirada, este abrió la boca para decir algo, pero sus palabras fueron ahogadas por el grito del sombrero.

—¡HUFFLEPUFF!

La Mesa de Hufflepuff estalló en aplausos, pero callaron cuando el director, el profesor Dumbledore, se puso en pie.

—Molly, ¿me cambiarías el sitio? —me preguntó Diantha, en un suplicante susurro.

La mandé callar llevando un dedo a mis labios, para después indicarle que lo haría después, girando un dedo en el aire.

—¡Bienvenidos! —dijo Dumbledore. Estaba emocionada, seguro que el discurso del profesor Dumbledore sería profundo y reflexivo—. Antes de comenzar, quiero agregar dos palabras, ¡Qué aproveche! ¡Muchas gracias!

Se sentó de nuevo mientras todos en el gran comedor aplaudía, todos menos yo. Eso no era un discurso, tan solo había dicho "que aproveche", yo también podía hacerlo. Bufé con frustración para después mirar los platos de plata, los cuales estaban llenos de comida por arte de magia.

Mi mirada se topó con budín de Yorkshore y rosbif, y me serví un poco en el plato.

—Bueno, ¿y qué vamos a hacer cuando terminemos de comer? —preguntó Blake, mirando a su alrededor con atención, para, después, decidir servirse empanadas de Cornualles.

—Subir a las habitaciones —contestó Gideon, mientras Fabian hacía comillas con los dedos.

—Debo suponer que vosotros no vais a subir, ¿verdad? —inquirió Blake, alzando una ceja.

—Sí que van a subir —respondí en su lugar.

—Puede que seas tú la que no suba, Molls —me dijo Fabian.

—¿Y eso por qué? —me crucé de brazos.

—Verás —Fabian bajó el tono de voz hasta transformarlo en un susurro—, hay una enorme biblioteca llena de libros que aún no has leído...

—Fabian... —llamó Gideon a su hermano, advirtiéndole.

—¿Qué? Nosotros salimos siempre por la noche, ¿por qué no ella?

—¿Y para qué salís vosotros por la noche? —ambos ignoraron a Diantha.

—Es Molls, Fabian...

—¡Eso ya lo sé! —gritó en un susurro—. Pero es nuestra hermana, si va a ir a la biblioteca, al menos deberíamos asegurarnos de que no la descubran, ¿no crees?

—Ella no iba a salir a ningún lado antes de que tú se lo dijeras...

—Gideon, hablamos de Molly, habría terminado saliendo de todas formas...

—¿Cuál es el problema de salir por la noche? A ver, supongo que está prohibido y tal, pero...

—Está el celador amargado —le respondió Fabian.

—Gideon, ¿cuál es el problema? —Diantha miró a Gideon, ignorando a Fabian.

—Apollyon Pringle es el problema... —respondió él.

El Comienzo || Saga Molly PrewettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora