Ciudad de Snowblade – Palacio del Hielo
- Su majestad la Sirena Santa señora del Clan de Sirenas y la princesa Lang Shang, se escuchó el anuncio en todo el salón.
Dejando entrar a dos mujeres la primera de una belleza resplandeciente, como si de una fina perla se tratará, con ojos grandes y brillantes, caminaba sonriendo a todos los presentes a su alrededor, a su lado iba otra mujer de mayor edad, también era muy bella, solo que los años ya habían marcado su caminar por su cuerpo, ambas avanzaron hasta llegar ante el rey del hielo haciendo una reverencia se inclinaron ante él.
- Su majestad, ambas saludaron.
- Levántense, ordeno el rey de hielo.
- Si su majestad respondieron ambas levantándose, la más joven le sonrió al rey echándole una mirada soñadora, cualquiera que la viera podría decir en el acto que ella estaba perdidamente enamorada de él.
- Ahora que ambas han llegado, será mejor que descansen, el matrimonio se dará en dos días, tendrás el tiempo suficiente para poder arreglarte y descansar Princesa Lang Shang, habló el rey dirigiéndose a la princesa de hielo.
Ella se ruborizo de sobremanera, tomando un suspiro le contesto: - Como usted diga su majestad, volviendo a realizar una reverencia.
- Ahora todos pueden retirarse necesito conversar con mis Consejeros Reales, dijo el rey.
- Si su majestad dijeron los presentes, empezando a retirarse entre reverencias y saludos, dejando solos al rey y a sus tres Consejeros Reales.
El primero y más anciano de ellos aunque su apariencia pareciera un joven era el Maestro Huan Ta, señor de todos los Siete Santos, hombres sabios que se encargaban de elegir al nuevo sucesor del reino y velar por su educación.
El segundo y más solemne de ellos el Maestro Xing Jui, también era conocido por ser el Líder de la Tribu de Tejedores del Sueño, Clan que se encargaba de velar por el bienestar espiritual de todos los tres reinos.
Y el último de ellos el General Wu Min Tai, el Maestro de todos los ejércitos del reino, era el más fuerte y mejor entrenado de todos los guardianes del Reino de Hielo, su fuerza física era incomparable con ninguna que se haya visto, salvo al rey hace diez años en medio de la interminable guerra que tuvieron con el Clan del Fuego, siendo reconocido por este, desde ese momento se convirtió en el más leal súbdito a la corona y mano derecha del rey, a pesar de tener siempre algunas diferencias con el Maestro Huan Ta, que aún desconfiaba de él.
- Wu Min Tai, es raro tenerte aquí por lo general no se te puede encontrar en el palacio, es como si nunca estuvieras cuando se te necesita dijo Huan Ta mirando sigilosamente al general.
El por el contrario, solo le dio una mirada de reojo, volviendo observar al rey de Hielo, como siempre no pretendía hacer caso de los comentarios mordaces del antiguo Consejero.
- Veo que tener la confianza del rey te ha hecho cada vez más engreído y ni siquiera eres capaz ahora de contestar las preguntas más pequeñas que se te hace volvió a hablar Huan Ta.
Wu Min Tai está vez si volvió a mirarlo, estaba acostumbrado a sus palabras acusatorias todo el tiempo, pero en todos estos años nunca las hizo delante del rey, por lo que tendría que responderle no era bueno dejar que Kasuo tenga alguna sospecha de él, por lo que le respondió en un tono tranquilo: - En eso tiene razón Consejero Huan Ta y me disculpo por eso, sorprendiendo a los otros tres hombres presentes, ya que todos conocían del carácter tan arrogante del general y no estaba en su naturaleza el pedir disculpas.
Huan Ta recomponiéndose de la impresión le volvió a decir: - Claro que deberías, al ser la mano derecha del rey eres quien debe estar en todo momento a su lado, pero has dejado muchas veces ese puesto desapareciendo sin dejar explicación, ¿Quizás el gran general tiene un secreto que nos ha estado escondiendo?.
ESTÁS LEYENDO
CAMINOS DE SANGRE - YANDA/SHI
FantasySolo espera amor mio, yo guiare nuestra venganza, cada paso, cada lagrima que derrame por ti ellos las pagarán. Yo seguiré el camino que me he trazado, así sea un camino de dolor, yo pavimentare mi camino con sangre con cada gota de su real sangre...