CAPÍTULO VI

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Wu Min Tai abrió las puertas de su habitación encontrando la calefacción encendida sintiendo el aire caliente dentro, avanzo encontrando la figura del Consejero sentado observando de cerca las llamas bailantes.

- Veo que llegaste bastante rápido aquí, entonces te importa mucho lo que tengo que decirte, hablo Fénix sin mirarlo.

Wu Min Tai dejo las botellas obtenidas encima de la meza trayendo dos copas para servirles a los dos un trago, ofreciéndole una copa a Fénix le dijo:

- Empieza a hablar Consejero y espero que sea cierto lo que tanto has dicho.

Fénix sonrió alcanzando la copa que le estaba dando Wu Min Tai para acercarse a él tomando asiento a su lado empezó a relatar:

- Como te dije Gran General tu no podrías entenderlo porque no lo has visto de cerca ni sentido cuando se produjo su profundo dolor, cuando ella llego por primera vez a Montaña Nevada....

Hace Diez años Montaña Nevada - Salones de Jade – Sala del Trono.

- Su majestad esta temporada ha sido una época muy fértil y dadivosa con nuestros campos la tribu de la Mentira y la Tribu de las máscaras han mandado a sus representantes para darle unas ofrendas agradeciendo su amabilidad y gran amor por su pueblo, hablo uno de los Consejeros Reales.

Yuan Ji observo a sus Consejeros hablar de los todos lo que ocurría con sus súbditos, Montaña Nevada era poderosa y fértil pero siempre sufrió por la inclemencia de sus repentinos cambios de clima a veces sequías o inundaciones como su rey siempre busco lo mejor para su pueblo, estar sellada no les permitía a sus habitantes poder irse a cualquier otro lugar lejos de Montaña Nevada, por lo que él trataba de ofrecerles lo mejor y estaba muy contento porque este tiempo ha sido muy bueno para todos, pero desde que amaneció ese día tenía un extraño presentimiento, un dolor agudo en el pecho como si su corazón fuera sostenido y apretado por momentos y no lo dejaba estar tranquilo.

- ¿Su majestad deberíamos dejarlos entrar?, le volvió a preguntar el Consejero.

Yuan Ji salió de sus pensamientos asintiendo a su Consejero le respondió: - Dejadlos pasar.

- ¡Que entren los emisarios!, ordeno el Consejero.

Los Guardias abrieron las puertas dejando pasar a los emisarios, los cuales venían alegremente desplegando danzas y artificios mágicos postrándose ante él rey de Montaña Nevada.

- Su Majestad es una real tristeza tener que venir ante usted, le dijo la pequeña emisaria de la Tribu de las mentiras, hablando siempre al contrario de lo que desea decir, arrodillándose ante él rey.

- Para mi también es muy gratificante el tenerlos aquí, respondió Yuan Ji sonriéndole.

- Majestad estamos aquí para ofrecerle lo mejor de nuestros campos y que pueda usted probar su exquisito sabor, hablo esta vez el emisario de la Tribu de las Máscaras.

- Es un honor para mi probarlos, contesto Yuan Ji ordenando que les sirvieran el vino traído por los emisarios.

Las doncellas sirvieron el vino entre todos los presentes empezando a realizar un brindis por la prosperidad y abundancia de sus tierras.

Todos los presentes estaban parados uniéndose entre los demás consejeros disfrutando del fragante y delicioso vino, hasta que de pronto Fénix entro a los salones, poniéndose de rodillas ante el rey.

- Su majestad un pobre aldeano pide urgente audiencia con usted, le dijo el Fénix.

- ¿Un aldeano pobre?, es muy raro que alguien venga de esa manera a palacio, hablo uno de los emisarios.

CAMINOS DE SANGRE - YANDA/SHIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora