CAMINOS DE SANGRE - YANDA/SHI

CAPITULO III

- Estas son sus habitaciones señorita, cualquier cosa que desee solo debe avisar a cualquiera de las doncellas y estaré aquí, hablo la pequeña doncella que la acompaño desde que había. Ingresado al palacio de hielo.

Yan Da estaba distraída, pensando en como fue su recepción en Snowblade, fue como si una atracción hubiera aparecido, ya que toda la gente volteo a verla cuando avanzo al lado de Wu Min Tai y de Kasuo, seguramente sorprendidos por su apariencia, porque al parecer una persona con esos exóticos ojos azul hielo y cabellos tan negros no había puesto pie en el palacio de hielo.

Ella estaba contenta de llamar de esa manera la atención de todos era lo que quería, sus sensibles oídos lograron escuchar que la llamaron "singular belleza" otros la llamaron "extraña gema", llenando el ego de Yan Da, todo el pueblo de hielo debería pensar en ella como la más preciosa para que la creyeran digna de estar al lado de su rey.

- Puedes retirarte, mi ama no necesita otra doncella, yo puedo atenderla sola, Yan Da salió de sus pensamientos al escuchar a Li Luo hablándole a la doncella.

- Si señorita, respondió la doncella saliendo de las habitaciones cerrando despacio la puerta dejándolas solas.

- Mi reina, ¿Qué es lo que haremos a partir de ahora?, le dijo Li Luo al ver como la doncella había dejado las habitaciones.

Yan Da avanzo por las habitaciones observando cada lugar despacio, tocando todos los muebles que tenia a su alcance.

- "Estos son los salones de la Ilussion, donde tu creciste, donde te hicieron mucho daño, en estas habitaciones guardaste tu dolor y tal vez tu poca felicidad que te dio tu madre", pensó Yan Da hasta llegar al balcón y abrirlo, viendo como la luz entraba reflejándose entre los cristales de la columna que adornaba la habitación, sacando una hermosa gema de color radiante que pendía de su cuello apretándola contra su pecho recordando.....

Flashback

Tierra de los espíritus - Frontera del Reino de Hielo

- Ying Kong Shi, espera no necesito que me cargues estoy bien nada me ha pasado, dijo Yan Da queriéndose zafar de sus brazos que la sostenían muy fuerte.

- No lo haré, que crees que no me di cuenta que cuando corriste de esa manera te lastimaste el pie y hasta ahora tu has tratado de que yo no me de cuenta, por lo que te llevare a tu casa así, respondió él sin dejarse vencer por ella.

- ¿Porque haces estas cosas?, yo se que tu eres un príncipe, he visto y escuchado como te trata la gente, respondió ella dejando de luchar.

Ying Kong Shi, se detuvo bajando su mirada observándola fijamente le preguntó: - ¿Desde cuando lo sabes?.

Yan Da levantó el rostro encontrándose con su mirada atenta, haciéndola sonrojar porque en todo ese tiempo que se conocían nunca había estado tan cerca, volviendo a desviarla le contesto suavemente:

- Desde hace un par de días cuando fui a comprar hojas de te amarillo al pueblo, yo sin querer escuche de unas de las señora que compraban decían que el hermano menor del príncipe heredero de la tribu de hielo desde hace meses casi todos los días pasaba por el pueblo dirigiéndose a la montaña y que posiblemente tenía una aventura con alguien seguramente por allí.

Sintió como el pecho de él resonó una risita haciendo que ella se sonrojara más, le escucho decir: - ¿Y como relacionaste eso conmigo?.

- Pues porque dijeron que el príncipe de hielo era uno de los hombres más hermosos del reino, con largos cabellos color plata, respondió ella.

Ying Kong Shi sonrió ampliamente cuando la escucho, viéndola tan turbada la quiso molestar, por lo que le dijo: - Así que piensas que soy uno de los hombres más hermosos del mundo, terminando por sonreír abiertamente.