Touch [Hank x Connor] detroit become human

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 5

Rápidamente Connor y Hank se dirigieron a las coordenadas que le habían dicho. Había un aviso en donde unos divergentes se encontraban ocultos en una casa posiblemente abandonada.

En total silencio, llegaron al lugar luego de un largo recorrido.

Al llegar, la sorpresa fue mayor al ver a los divergentes, los cuales eran tres. Se encontraban de rodillas con las manos en la cabeza, mientras eran apuntados por las armas de los militares.

El ambiente estaba tenso con respecto a los divergentes. Por las recientes agresiones que estaban haciendo, lograron hacer que la sociedad esté en contra de ellos y llegaran a temerles.

Hank se acercó a uno de los oficiales para pedir informe de la situación, mientras que Connor se quedó mirándolos.

—Todo estará bien...

Escuchó decir a la divergente femenina a una niña que la acompañaba.

En ello, en un momento de descuido, uno de los androides mucho más grande que los demás, se levantó intentando atacar a los oficiales.

Connor miró a Hank analizando la ubicación de su compañero, corroborando de que esté a salvo. Después, su vista fue al frente para intentar ayudar a los agentes y con ello, controlar de nuevo a los divergentes.

Sin embargo, mucho no pudo hacer ya que los militares, sin dudarlo, dispararon a quema ropa a aquellos dos divergentes que se habían resistido. Pues la androide femenina también se había levantado para ayudar a su compañero.

La niña, que era al parecer también un divergente. Corrió con las lágrimas en sus ojos, hacia Connor.

—¡Ya no sigan! —gritó mientras corría con todas sus fuerzas hacia él.

Connor no sabía cómo reaccionar. Era una niña y sabía que no podría hacerle ningún daño, por lo que solo preparó sus manos para recibir y detener a la niña.

Pero ella, no llegó hasta él. Porque fue frenada, al recibir un balazo en la cabeza.

El pequeño cuerpo, cayó al suelo frente a él.

—¡Connor! —exclamó Hank corriendo hasta su compañero.

El mayor, fue hasta él, tomándolo de los hombros para que lo mirara al rostro. Pero Connor estaba mirando a la nada sin responder a los llamados de su compañero.

Hank notó como la sien del castaño estaba del color rojo, haciendo que su preocupación sea suficiente como para así dejar de lado las apariencias.

Dejó de tomar sus hombro y esta vez puso sus manos en sus mejillas.

—Connor... —habló más calmado y serio— ¿estás bien?

Luego de un rato, por fin reaccionó y alzó la mirada para verlo a los ojos.

—Estoy... Estoy bien —respondió perdido.

Hank por fin había soltado todo el aire de sus pulmones, para girar y ver los cuerpos tirados en la blanca nieve que ahora era manchada con un azul intenso.

Separador hecho por: Queen_Strxwberry