"La mejor manera de librarse de la tentación es caer en ella"

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Quito el seguro de la puerta, se asomo un poco a ver si no había nadie y salió. Caminamos por el pasillo, bajamos las escaleras y seguimos hasta el estacionamiento. Noah abrió la puerta del lado del copiloto de su auto y me hizo una seña para que subiera. Yo claramente no estaba pensando, nada, cero, mi cerebro estaba en blanco porque me aterraba que si pensaba demasiado me iba a dar cuenta de que esta era una terrible idea.

-Sube Maia-las manos me sudaban y tenia miedo de que lo que estuviese haciendo fuese un error, pero igual me subí. Tal vez me subí porque de verdad confiaba en Noah-que no lo hacia- o porque no había tenido ningún presentimiento o paranoia. Noah entro del lado del piloto y empezó a conducir, ya cuando habían pasado diez minutos, pregunte:

-¿No entraremos a clases?-dije y mire a Noah quien se empezó a reir.

-Estas en el auto con un chico que tiene ojos que cambian de color y que se ha aparecido en tus sueños y esa es tu única duda.

-No, también a donde vamos.

-No puedo decirte todo lo que te voy a decir aquí, tenemos que ir a un lugar seguro-en ese momento mi celular comenzó a sonar. Por cierto, que mas seguro que un pueblo que tenia menos de cinco mil habitantes.

Mire a Noah y el se encogió de hombros-solo no digas que estás conmigo.

-Maia, ¿en donde estas?-Abby sonaba un poco preocupada.

-Lo siento me senti mal de repente.

-¿Me estas evitando?-oh Dios, aqui vamos de nuevo.

-No Abby, no te estoy evitando, de verdad-de todas formas no era completamente verdad, como que si la estaba evitando pero es que no queria tocar el tema de Noah todavia. 

-Bueno, si necesitas algo me llamas. Sabes que siempre puedes contar conmigo Maia-y con eso colgó

-¿La estas evitando?-preguntó Noah. Conducía bastante relajado, como si estuviese tranquilo, yo por otro lado era un manojo de nervios. 

-No, ya no-dije-no, completamente. 

-¿Y porque la estabas evitando antes?-bueno Noah resulta que todo el mundo cree que nos acostamos, hasta Abby y estaba harta de eso. Si claro.

-Por una tontería-dije y mire mis manos. Podía sentir mis mejillas calientes pero contaba con que no se notaria o con que Noah me ahorra la vergüenza y se quedaría callado.

-Estas roja Maia-dijo sonriendo. Oh bueno gracias por ahorrarme la vergüenza.

-Es por el frió-lo miré y rodé mis ojos. 

-Que lastima, pensé que te habías sonrojado por mi-me guiño un ojo y yo volví a rodarle los ojos. 

-Basta de eso. En serio-dije señalándolo con mi dedo-hablo en serio.

-¿De qué hablas?-dijo inocentemente.

-Sabes a que me refiero. Además ya basta de esta faceta de adonis. Necesito respuestas y dijiste que me las darías-estaba impotente y no me importo haberle dicho que lo consideraba un adonis, confiaba en que no se hubiese dado cuenta. 

-Lo sé. Pero también dije que tenías que confiar en mí, es lo único que pido. Sé que todo esto ha sido demasiado rápido y complicado peo todo se va a resolver-dijo y sentí que mi cuerpo se relajaba desde que había visto a Noah en los casilleros.

Diez minutos después y mi mente ya ideaba todos los posibles escenarios de lo que pudiese pasar. Estaba temblando, y odiaba que él no me dijese nada, pero no lo volví a presionar, si lo hacía, tal vez luego no me quisiese decir nada mas, y aun no estaba segura de que era lo que iba a decir... ¿estaba realmente preparada para escuchar lo que el tenía que decirme? sabia la respuesta a esa pregunta y era por eso que comenzaba a considerar que habia sido mala idea subir en el auto con el. 

My Dark SideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora