Parte 12

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Un ruido extraño comenzó a sonar en la habitación alertandome enseguida y saltando de la cama hacia direccion al ruido tomando lo primero que me encontré como arma.

La ventana estaba abierta y debí parecer ridícula por ello.

Suspiré pesadamente y a paso lento fui a cerrarla para después pasar el seguro para que no volviera a abrirse. Al igual de eso la puerta comenzó a sonar haciendo que me dirigiera a ella antes de que Stanford pudiera despertar.

—Hola —dijo mi hermana en francés sonriendo maliciosa ante que estaba con short.

—Hola —le conteste cerrando la puerta de la habitación detrás de mí algo triste.

—¿Que pasa? —borro su sonrisa tomando los lados de mis brazos.

—No pasó nada de lo que piensas, parece que a él solo le interesa el trato y no lo juzgo pero.. ¿No podíamos intentar que fuera real? Al fin ya estamos aquí —baje la mirada abrazándola.

—Ya.. es que no tienes encanto —susurro haciendome reír dándole un golpe— hablo enserio, deberías decírselo así sin más, como dices ya están aquí..

—Lo se pero.. ¿Debo dar yo el primer paso? Debería ser al revés —movi ambas manos tratando de darme a explicar algo cansada.

—Tienes que.. —se detuvo al ver que la puerta se abría y mis nervios se subían sabiendo que era el.

—¿Rosa? ¿Que hacen aqui? Es medianoche —se frotó los ojos y se volvió a colocar los anteojos hablándonos en frances— Hola a ti también elizabeth —sonrio poniendose a un lado mío tomando mi mano.

«Santa madre, dame fuerza antes de terminar tartamudeando»

—Hola, Stanford. Perdón por despertarlos pero necesitaba hablar con Rosa —sonrio alborotando mi cabello

—Dejame quieres —alce ambos brazos deteniendo sus manos quienes me despeinada haciendo que mi cabello quedara suelto— ¡Elizabeth!

—Ya, no pude evitarlo —rio— yo me retiro, mañana tienen un gran día.

—Ni lo menciones —rode los ojos cansada— nos vemos mañana, torpe.

—Igual, tonta —se retiro riendo un poco.

Entramos a la habitación mientras yo cerraba la puerta detrás nuestro.

—¿Te sientes bien? —pregunto quitándose los anteojos y tallando sus ojos con algo de brusquedad.

—Si, estoy bien —susurre por lo bajo volviendo a la cama con algo de tristeza.

Stanford dió un suspiro pesado llamando mi atención pero evite voltear ya que estaba a mi espalda tomando su lugar a mi derecha. —Se que algo te preocupa —poso su mano en mi hombro— Si te contara un secreto ¿Te molestarías?

Arquee una ceja completamente confundida y volteando me algo extrañada —¿D-De que hablas?

—Un secreto.. yo no soy alguien que le mienta a los demás por gusto si no por necesidad pero ahora creo que tú también tienes que saberlo o al menos necesito que lo sepas.. no me siento cómodo ocultandote cosas —acaricio su nuca frotando sus cabellos desviando la mirada.

—¿Es sobre la boda? —me atreví a preguntar.

—Lo es —afirmo para después escuchar un largo silencio que nos dejó algo incómodos.

—Quiero saberlo.

—¿Segura?

—Por supuesto.

—Pero seguiremos con el plan de la boda ¿De acuerdo? —extendio su mano agachando la mirada.

—Lo prometo —sonrei ladinamente estrechando su mano para ver que el depositaba un beso delicadamente en mi muñeca.

Levantó la mirada sin soltar mi mano. no me incomodaba; al contrario se sentía.. cálido.

—Yo te elegí.. —menciono acariciando mi mano.

Mi principe ¡SOLO MIO! «Ford & Tu»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora