¡Tú, idiota! 🌷 namjin

🌷 ; o c h o

Todo pasó muy rápido para Seokjin. 

El fuerte olor a café con leche, malvaviscos y leña había inundado casi toda la cancha. Los demás alfas se encontraban ahora alertas pues el lobo de Namjoon los había retado. Menos uno, que se había horrorizado y había salido corriendo. Seokjin casi jura que era un omega. El problema allí era que Namjoon no estaba entrenado para poder desafiar a un alfa, y menos cuando habían pasado al menos 3 minutos de haberse presentado. 

El lobo marrón se tambaleaba levemente en sus cuatros patas mientras gruñía y permanecía frente a Seokjin de manera protectora. En verdad el lobo estaba abrumado por todas las sensaciones nuevas que estaba experimentando en su menudo cuerpo, y Namjoon estaba igual o peor que su lobo, pero no se iba a ir para atrás. Él debía proteger a Seokjin, tanto él como su lobo deseaban llevar al mayor a un lugar seguro, y si debían usar las garras y dientes para hacerlo, lo harían por él y sólo por él.

Seokjin era suyo y debía velar por él.

Sin embargo, Seokjin a pesar de que confiaba plenamente en Namjoon, estaba aterrado por lo que le podría pasar, no quería que lo lastimaran y mucho menos al menor. Supo que todo estaba perdido cuando los dos alfas dejaron emerger a su animal interior, mostrando dos lobos de considerable tamaño. Uno con su pelaje gris y otro con el pelaje llegando a ser negro.

— Namjoon... Namjoon, por favor, cálmate... —trataba de llamar desesperadamente al menor, tratando de que recobrara la consciencia de su cuerpo, pero el lobo estaba lo suficientemente distraído con sus nuevos sentimientos de posesión, protección y rabia— ¡Kim Namjoon, para en este momento! ¡Te van a lastimar!

El lobo escuchó "lastimar" y se sintió algo dolido al pensar que su Seokjin no confiaba en él y su fuerza, cosa que aprovecharon ambos lobos alfas, atacándolo.

Seokjin gritó al ver cómo el menor desaparecía de su campo visual debajo de los imponentes cuerpos de los lobos. Empezaba a sentir la desesperación en cada vena de su cuerpo, su lobo comenzaba a rasguñar su interior con esmero con la intención de controlar el cuerpo del humano y poder convertirse en su parte lobuna.

Cuando Seokjin estaba decidido a ayudar a Namjoon, una voz se hizo presente en la cancha.

— ¡¿Qué está pasando aquí?! —un grito estridente se escuchó, haciendo eco en las paredes del sitio. Todos se quedaron estáticos, aplacándose ante la voz de mando de la directora del instituto.

El constante pisoteo del tacón empezó a escucharse y no pasó mucho hasta que la potente presencia de la Alfa se hizo más intensa en los presentes. Los lobos se habían alejado del menor y permanecían con la cola entre las patas mientras que este se encontraba bobo y aturdido en el suelo. Seokjin vio con miedo la escena y no le importó que la directora estuviera observando, corrió hacia Namjoon y acarició su pelaje con parsimonia. Afortunadamente no tenía una herida grave, sólo raspones superficiales en su hocico.

El castaño abrazó fuertemente al lobo café contra su cuerpo, enterrando su cabeza en el felpudo cuello del canino. El lobo se sintió más calmado con la esencia a primavera que emanaba el contrario y así la parte humana logró controlar completamente los movimientos. Namjoon gimoteó levemente, buscando más calidez del cuerpo humano.

— Joven Kim, me puede explicar lo que ha sucedido. —no preguntó, exigió con voz dura, pero paciente. La mujer podía olfatear el olor a miedo del menor, y quizás eso fue lo que llevó a ocurrir una pelea de esa gravedad, pero en su facultad no podían haber tales disparates entre alfas adolescentes.

Seokjin vaciló, observando al lobo que dormitaba en sus brazos. La calidez que emanaba de su cuerpo podía sentirla en cada parte de su ser, siéndole realmente extraño.