Medianoche

Capitulo 6

∽Narra Nikki∽

Cuando Alex se fue, la fiesta terminó. Los profesores salieron fuera del internado y pillaron a todos los "guays". Yo, como estaba escondida en el cenador, pude entrar en el internado durante el barullo que causaron los alumnos.

Me metí en la cama y aparenté estar dormida. Oí a Patrice entrar en la habitación, acompañada de un profesor. Se metió en la cama y resopló fastidiada.

-Gracias por haberte ido sin decir nada.-Dijo enfadada, cuando se fue el profesor.-Si me lo hubieras dicho no me habría quedado buscándote y no me habrían pillado.-Oí como se giraba para mirar la pared.

-Lo siento. Me surgieron… cosas…-Dije mientras miraba por la ventana. La luna menguante se erguía en el cielo.

-Al menos no es medianoche…-Suspiró aliviada, en voz baja. Y se tapó con la sábana.

Me pregunté porque lo había dicho, pero no le dí importancia. Sin embargo tenía algo dándome vueltas en la cabeza. Alex. Cuando revivía lo que había ocurrido en el cenador, sentía como si me hubiera saltado algo importante. Pero no lograba averiguar que era ese "algo". Pensando en eso me quedé dormida…

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Miré el reloj alarmada. Faltaban 15 minutos para que comenzaran las clases. No me había sonado el despertador y me había quedado dormida. Me vestí rápidamente y bajé al comedor. No había ni un alma. Cogí un zumo, unas galletas y salí zumbando hacia mi 1° clase de aquel día.

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En clase de Deporte, nos mandaron correr alrededor del internado. Yo abrí la boca y los ojos como platos al enterarme. Medianoche era demasiado grande para darle una vuelta corriendo. Yo suspiré sin poder creermelo y me preparé para correr todo lo que pudiera.

Alex se puso a mi lado. Los lunes, esta era una de las clases que teníamos juntos.

Parecía reflexionando por algo. Su mirada estaba inquieta. Y no quitaba ojo a todos los "Prototipo Medianoche". Estos le lanzaban miradas de ira a él. Algunos incluso reían por lo bajo y lo señalaban. Él resopló con fuerza y los que estaban cerca de él se callaron. Yo le miré divertida, pero él tenía el ceño fruncido. Definitivamente era un chico de pocas palabras.

El profesor, Mr Nirroys, tocó un silbato y la carrera empezó. Yo me quedé detrás nada más empezar. Los alumnos pijos corrían más que nadie que hubiese visto antes. Todos los que no encajaban allí corrían a un ritmo parecido al mio. Alex se mantuvo a mi lado, pero de vez en cuando me adelantaba y se ponía el primero de nuestro grupo.

Cuando por fin llegamos a la meta, yo estaba hiperventilando. Alex se apoyó en la pared y aprovechó para estirar. Parecía como si solo hubiese andado desde su cama hasta el armario. Ni una sola gota de sudor adornaba su frente. Él no parecía impresionado por ello. Yo suspiré muy cansada. Apenas había comenzado el día…

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Como de costumbre, llegaba tarde a mi próxima clase. Pero esta vez no era culpa mía.

Después de la clase de deporte, tocaba Geografía. Yo pensaba en mi antiguo colegio y en mi antiguo profe de geografía. El profe, que se llamaba Mr. Grenwill, me pilló mirando a la ventana. Me castigó echándome la bronca después de clase.

Total que quedaban cinco minutos para que la profesora, Ms. Airfash, llegara a clase. Mis pasos eran rápidos y cortos. Mis libros de matemáticas danzaban violentamente en mis brazos. Apenas tenía que doblar el pasillo y llegaría a mi destino. Entonces choqué con algo. Mis libros cayeron al suelo y se deslizaron por el suelo. Normalmente era amable con casi todo el mundo, pero estaba un poco histérica por llegar a clase.

Gruñí mientras recogía los libros. Un mano pálida y grande me entregó el libro de geografía. Levanté la mirada hacia el dueño de esa mano. Un chico de cabello cobrizo y ojos marrones canela me sonrió amablemente. Sus dientes blancos formaban una bonita sonrisa, que deslumbraría a muchas chicas. Por desgracia, yo no era una de ellas.

Le cogí el libro bruscamente y me levanté alisando mi arrugada falda. Él también se levantó, aún con la sonrisa plasmada en su cara. Se dio cuenta de mi mirada de enfado y se apresuró a presentarse.

-Siento haber chocado contigo. Mi nombre es Jonhatan, pero me llaman Jonh.-Su sonrisa se ensanchó al ver mi confusión.-Estaba buscando la clase de matemáticas cuando choqué contigo. Es que soy nuevo.

Tanta galantería me desconcertaba. Parecía alguien salido de otra época. En el jersey con el escudo de Medianoche, se podían apreciar sus músculos. Era guapo. El típico chico con el que tus padres querrían que salieras.

-Oh, eh… me llamo Nicole, pero me gusta más Nikki.-Él sonrió complacido.-Yo iba justo a esa clase. ¿Por que no me acompañas?

-Estaría encantado de hacerlo.

Me puse la primera y Jonh me siguió.  Llegamos dos minutos antes de que la profe llegara. Yo suspiré aliviada al sentarme en mi pupitre. Jonh se sentó a mi lado. Alex estaba al fondo de la clase, al lado de la ventana. Sentí su mirada sobre mi. Le miré de reojo. Él estaba apoyado en la pared, con actitud informal. Sus ojos, fríos y distantes, estaban fijos en Jonh y en mi. Alex frunció el ceño contrariado. Me pregunté irritada el porqué de su comportamiento. Al descubrir que le estaba mirando apartó la mirada enfadado. Miré hacia delante y me encontré con la mirada curiosa de Jonh.

-¿Qué?-Pregunté de mal humor.

-¿Quien es ese de ahí atrás?-Preguntó si hacer caso de mi mal humor.

-Nadie.-Respondí tajante.

-Pero…-En ese momento entró la profesora y la conversación terminó.

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Mientras Patrice me hablaba sobre un problema con el pelo que tenía Countrey, yo cogí la comida y la puse en mi bandeja. Patrice solo llevaba un botella de, según me había dicho ella, zumo de uva roja y ciruela. Estaba haciendo dieta para el baile de invierno.

El baile de invierno era el acontecimiento más importante del curso. Ese día era el día en el que el otoño daba paso al invierno. Todo el mundo se ponía elegante e iba acompañado por alguien.

Todo el mundo estaba muy emocionado por ello. Yo aún estaba enfadada por como se había portado Alex en matemáticas. ¿Acaso estaba celoso por Jonh? Que yo supiera no había nada entre nosotros. No aún. No entendía su comportamiento.

Me terminé mi hamburguesa y mis patatas un poco indignada. De pronto Jonh apareció por la puerta del comedor. Su cara se iluminó al verme. Se sentó con nosotras.

-Hola Patrice. Hola Nikki.

-Hola Jonh.-Respondimos las dos al unísono.

-¿Os conocías?-Pregunté.

-Claro que si. Es el segundo año que estoy con él.-Respondió tranquilamente Patrice.

Yo miré a Jonh con reproche. El sonrió disculpándose.

-¿Segundo año?-Pregunté levantando una ceja.

-Es que…-Rió avergonzado.

Yo le dí un codazo en el brazo mientras le intentaba mirar enfadada. Pero su cara de cachorrito me hizo reír a grandes carcajadas. Patrice nos miraba como si estuviesemos locos. Ella suspiró, pero una pequeña sonrisa asomó en su cara. Miré la comida de Jonh. Tenía otra botella igual a la de Patrice.

-¿Zumo de uvas y ciruelas?-Pregunté apuntando con mi tenedor su botella.

-No… Es zumo de tomate de mi… madre. Me lo envía por correo todos los días.-Sonrió y cambió de tema.-¿Tú no vas a hacer dieta?-Dijo refiriéndose a mi plato con hamburguesa y patatas.

-No. Me gusta demasiado la carne como para hacer dieta.-Respondí yo segura.

Jonh levantó una ceja y rió. Yo seguí comiendo sin inmutarme.